Autor: Edecio R. Riera M.

Apoyados en diversos trabajos que nos hablan de la música como una actividad muy arraigada en el espíritu, o sentimiento del caroreño y del torrense, y como una manera de generalizarla, un poco más y no sectorizarla, simplemente a nivel  de los habitantes de esta ciudad; sería un poco mezquino de nuestra parte, no reconocer esa realidad palpable que se observa, se visualiza y que se oye a lo largo y ancho de todas  las 17 parroquias que conforman este grandioso municipio, el cual, representa más o menos la mitad del territorio larense, para ser exacto el 45% y además tenemos zonas de reclamación con los estados: Zulia, Falcón y Trujillo, ya que  esta controversia pudiera aumentar ese porcentaje y por supuesto, este  pudiera ser mayor.

Desde épocas muy remotas se puede apreciar la constitución de una gran variedad de agrupaciones musicales  que fueron surgiendo en este ámbito geográfico  y con diferentes formas, estilos y  modalidades. Quizá la organización que más se ha destacado en todo este tiempo, como forma musical organizativa ha sido la de los duetos y tríos; y como instrumento principal, el uso de la guitarra. Son muchísimas las agrupaciones que han incursionado, expresando el mensaje poético y literario y con una excelente calidad interpretativa: la composición, el ritmo, el arreglo y en forma general, la creación musical como el producto final.

“La música representa  para nosotros los larenses, la magia que interpreta el sentimiento de nuestra identidad, que perdura a través de nuestra historia mediante ritmos, tradiciones, mezclas, romanticismo, poetas, sones, encantos, sueños…que llevan muy dentro lo intenso de nuestro espíritu. Hablar de la música en Carora, se hace obligado para los caroreños tener presente siempre esa época dorada de nuestra música, que representa la nostalgia para muchos, plena de muy gratos recuerdos, aun para quienes no vivimos directamente ese impacto al momento. Recordar al Dr. Juan Martínez Herrera, tan importante en la formación, consolidando una de tantas formas en la enseñanza que hoy en día a llevado a Carora a ser piloto principal de la música larense”

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Barrio Nuevo posiblemente es el sector, quien le ha dado más o ha aportado la mayor cantidad de músicos a este municipio, porque, es de dicho barrio donde han surgido con propiedad grupos musicales que se han destacado por su constancia, dedicación y disciplina. Tal vez,  el interés  más genuino de esos grupos artísticos, fue, el de interactuar por el sólo hecho  de expresar un sentimiento, comunicar una idea o simplemente hacerlo como un hobby.

Se ha comentado que el instrumento que solía resaltar en sus actuaciones, era la guitarra, por cuanto, la coincidencia en  la mayoría de esas agrupaciones que interactuaban en el “Rinconcito Arrabalero”, y la música que en ese lugar emblemático se interpretaba, estaba conformada por ejecutantes de la guitarra y por otra parte, también creemos que hubo una fuerte, importante y prolongada influencia de la música gaucha; argentina y mexicana.  Especialmente, el tango, el pasillo, el bolero y el bolero ranchero, entre otros. También se puede afirmar que de Barrio Nuevo se derivan: Don Pompilio Díaz, padre del insigne guitarrista universal Alirio Díaz y de Don Juancho Queráles, padre de otro grande de la guitarra clásica del mundo Rodrigo Riera. En fin, de esa gran camada de músicos barrionovense que han tenido gran trascendencia, trayectoria y proyección a nivel nacional así como también en el ámbito internacional.

Conocimos a Arminda  Min  Suárez, en los años 60, ya  que, en ese mismo año fundamos al grupo de aguinaldos y más adelante, pasó a ser el grupo gaitero “Los Intocables” de Barrio Nuevo. El  lugar de los ensayos estaba ubicado a pocos metros de su residencia y a unos 50m del Centro Buenos Aires. Este es otro lugar, ícono de esta ciudad y concretamente de esa barriada popular. En ese centro cultural y deportivo se efectuaron varias presentaciones de ese grupo, que en forma incipiente se daba a conocer a través del canto de aguinaldos, parrandas, villancicos y contradanzas. La presencia de Min Suárez, era obligada y parte de esas veladas que todos los años, ella y el grupo de Los Artistas del Morere, del cual, Arminda Suárez, fue parte indispensable y fundamental por su excelente y hermosa y voz de contralto, muy educada a pesar de no haber estudiado teoría ni solfeo y se caracterizaba por poseer un timbre muy agradable al ser percibido en forma audible. Ella tenía un desempeño muy particular en el canto y por sus matices, graves y agudos y es posible que por esas cualidades de su vocalización, se le denominó “La Alondra de Barrio Nuevo” .Nombre científico. Alauda  arvensis.  (Audubon Field Guide) La Alondra Común, es una de las aves cantoras más famosas del mundo a la cual muchos poetas británicos y naturalistas le han rendido homenaje. De igual modo, el surgimiento del Equipo de Beisbol “Buenos Aires” que con ese nombre, todo  nos indica que, que la influencia de la música gaucha pudo  haber tenido esa impresión directa en la  asignación del nombre de esa divisa deportiva.

El Dr. Ricardo Álvarez, al referirse a esta ciudad como la máxima exponente de la creación y difusión musical del estado Lara, solía expresarse de esta manera: “Carora sin Barrio Nuevo es como una guitarra sin cuerdas”.

“Arminda (Min) Suárez, y el grupo de los Artistas dl Morere. Nació en Barrio Nuevo, Carora, el 11 de febrero de 1916. A temprana edad comienza en el arte escénico musical con el grupo “Los Artistas del Morere”, quien estaba integrado por Margarita Carrasco, Carmen Carrasco, Rosa Emilia Hernández, Antonio Graterol, Francisco Marchan, Marina Santeliz, Campo Elías Pérez, Miguel Ángel Acosta, Celestino “Tino” Corro e Isidro Álvarez. Su fundación fue en el año 1932 debutando en el Teatro Salamanca de Carora. Entre sus piezas musicales se encuentra “Pecados de una madre”. Se conoce popularmente como la “Alondra de Barrio Nuevo, debido a la belleza de su voz. A raíz de la muerte de Don José Herrera Oropeza, en el año 1935, se disuelven y años más tarde se agrupan para realizar las veladas culturales caroreñas”

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La vinculación de Min Suárez con el canto y con la música, estuvo  estrechamente relacionada con dar  serenatas y otras actuaciones en diversos lugares. Entre ellas, Radio Carora. Las veladas culturales caroreñas, organizadas con más frecuencia fueron en  la casa de la señora Clemencia Piña, concretamente ese lugar,  fue un ambiente con una acústica especial, y la vez el eco que ahí se producía; con un amplio  y agradable  patio de esa  vivienda; y por esa convergencia recíproca por la distancia focal hacia la imagen visual  del objeto y bajo la luz de la Luna. Esta vivienda está ubicada en la prolongación de la calle Sucre de esta ciudad. En la Trifurcación de la misma en Barrio Nuevo; hacia la calle Libertad, hacia la que conduce al Cerro de la Cruz y a la calle EL rosario. A pesar de su condición, de ser una dama en el aspecto más estricto de la palabra, no existía ambigüedad alguna de quien cantara. Esa época se caracterizó y a la vez se hizo muy popular y espontánea; el llevar,  ofrecer o dar serenatas. El canto en horas nocturnas y en particular, al hacerlo al frente de los postigos de las ventanas; sin importar el género de quien se expresaba a través de la música y la poesía. Se pudiera afirmar que esa manifestación tuvo un fuerte impacto, reconocimiento, una gran aceptación y decidida proyección en todo este ámbito territorial, pues bien, se arraigó con una propiedad impresionante, como si hubiese sido una creación genuina o dicho de otro modo, que surgió en estos lares como iniciativa propia de los caroreños, de los torrenses, y que se consolidó. Empero, todos sabemos que no fue así, la influencia recibida de México por medio de sus películas; en primer lugar por la forma o manera de expresar y ofrecer esa actividad musical y por otra parte, el contenido poético de las canciones, se hizo eco en nuestros músicos y se aferró en ellos.

Todo es posible y es una gran verdad que en nuestro municipio y en particular en esta ciudad surgió la “Canción Caroreña” y partiendo  del  hecho de esa influencia que llegó de los aportes de México y Argentina, entre otros países.

Esta expresión melódica, que se ha denominado “Canción Caroreña”, pudiera ser un compendio de musicalidad formado o constituido con esa gran influencia recibida especialmente de esos países hermanos.

Podemos decir que en sí, no es un bolero, tampoco es un tango, y mucho menos un pasillo o una ranchera; tal vez se acerca un poco más a lo que  hoy conocemos como balada o un bolero son. En todo caso es una composición surgida de esas mezclas de la música, con un ritmo muy particular, quizá como un son cubano; pero más lento, que la hacen que adquiera una característica propia; que se hace muy difícil  para su definición. Eso sí, por su contenido es una expresión poética de amor, afecto, cariño, ternura y de una cualidad intrínseca vertida en su letra; pero al mismo tiempo puede tratar otros temas referidos a la mujer, a su gente, a la fauna, la flora, e paisaje geográfico de esta zona del semiárido.

Con Rodrigo Riera, se puede apreciar una versión intitulada “Canción Caroreña”, en forma instrumental. Esta versión es posible que sea una de las que más ha tenido mayor proyección. Del mismo modo podemos encontrar otras  piezas musicales con ese mismo estilo y creación; en los Hermanos Gómez, Tino Carrasco, El Cosme Nieves, Luis Pereira, Lolo Carrasco, Alexis Riera, El Chey Carrasco, El Grupo Diapasón, Curura, Los Trovadores Caroreños, Los de América, Tita Rosas, El Grupo Brecha, Sol Naciente  y tantos otros, que han incursionado con creatividad e inventiva en la composición de este estilo tan propio de este terruño. Es propicio comentar que esta canción no ha tenido una esa difusión  ni proyección, que la exalte y pueda ser difundida, conocida, tanto a nivel nacional o internacional. Lo que sí es muy cierto, es que estas melodías han hecho un llamado o han estado en muchísimas ocasiones en pequeños y grandes ventanales, con el fin de que las damas se asomen a las ventanas, oigan, aprecien y disfruten de un bellísimo, encantador y romántico canto; el cual tiene un propósito bien definido, como primer paso, el que  la promueve, de esa manera se da a conocer, expresa un mensaje, o en el caso más particular, incursionar en la búsqueda de una conquista.

Es importante referirnos a otra canción emblemática de este pueblo. “El Raudo Vuelo”, compuesta por el poeta tocuyano Hedilio Lozada y la música del caroreño Pedro Franco, un músico popular, que en su jornada de trabajo, cuando no tenía clientes para cortarles el cabello; le  dedicaba un tiempo especial  a la guitarra, pues esta canción, también se ha considerado un ícono o  himno sentimental y musical, de los caroreños, ya que, fue creada  en los primeros años del siglo XX. Al mismo tiempo esta composición representa esa característica esencial de esa expresión caroreña.

En una actuación de la Orquesta Billos Caracas Boys, la cual fue contratada para tocar una fiesta en esta ciudad, quizá fue la primera vez que interactuaban en este lugar y como un homenaje y reconocimiento a Carora, al caroreño y a su música; por su grandeza y facultad en todo lo que tiene que ver con la creación musical y en forma general ese empeño por exaltar la música en su más alto nivel. La Orquesta Billos dio una sorpresa estrenando esa canción en las voces de Felipe Pirela y Cheo García. Inmediatamente apareció la grabación en un Larga Duración de 33 RPM (L P). Esta versión fue muy significativa, porque muchas personas que no la conocían, la valoraron, se apropiaron y se aprendieron la letra y la comenzaron a cantar. Aun cuando, la versión de la Billos, no fue grabada en su totalidad.

Hemos dicho que la vinculación de la señora (Min) Suárez estuvo muy relacionada con la música y con el canto; en primera instancia por la particularidad de su voz melodiosa, agradable, más con un brillo y timbre casi único entre una excelente Contralto y Mezzo soprano. Empero, no tenía ninguna dificultad en pasearse por los tonos agudos, intermedios o bajos. Esa era Min, por ello y a lo mejor por otras cualidades y destrezas vocales la denominaron la “Alondra de Barrio Nuevo”, donde el oyente podía asociar su voz,  a  la de esa pequeña y  cantora  ave silvestre, oriunda de Eurasia.

La otra vinculación que la mantuvo bien ocupada y estrechamente relacionada, y unida, con la divisa de beisbol de su barrio; el equipo “Buenos Aires”, el cual fue creado y fundado por Min Suárez, El Mejo, José Herrera Oropeza, entre otras personalidades. Barrio Nuevo, a través de sus habitantes le dio un gran impulso a su agrupación deportiva, fundaron el  Centro Buenos Aires, el cual fue como una iniciativa de apoyar en todos los sentidos a su equipo. Todo barrionovense, debía guardar fidelidad a su equipo de beisbol, era una norma que se fue creando y ahí estaba ella para promover o auspiciar esa idea, por cuanto, en varias ocasiones sus hijas fueron madrina del equipo. Mary, su hija mayor quien resultó electa en el año 1960, luego le siguen: Rosa y más adelante Yanmina, cuando ellas no  eran las madrinas en forma oficial, ellas se convertían en las madrinas sentimentales, por el sólo hecho de defender con todo su empeño y orgullo  a su equipo. El canto en las tribunas del estadium era permanente y esa forma de aplaudir y respaldar, fue uno de los grandes  aciertos para que el fanático tuviera el concepto de pertenencia, que valorara  en su más alta expresión y se vincularan con su divisa deportiva.

Esta característica tan singular, posiblemente fue creando y desarrollando una controversia muy sana y deportiva con el equipo “Torrellas” de ese barrio. Cada quien a su manera auspiciaba a su equipo _”El nuestro es el mejor”_ “Nosotros seremos campeones”_ En fin una confrontación, como dije antes, muy sana y deportiva. Es bueno acotar, que mucho antes de que se crearan estos equipos de beisbol  doble “A”, y ya existía esa rivalidad entre los jóvenes  y habitantes de esos dos barrios caroreños. Sobre todo con los estudiantes de la época. Incluso, todavía en esta era en que interactuamos, se palpa, se nota y se percibe esa rivalidad; dizque, para defender a su barrio, en todas sus  circunstancias, esto es muy peculiar en la actualidad y con el beisbol, tal vez se exagera  mucho más.

Imaginemos por un momento a cada una de las madrinas, de las dos divisas y cada una de las dos fanaticadas auspiciando, defendiendo y apoyando a sus equipos. La algarabía, el bullicio ante una jugada espectacular. Ejemplo: La atrapada de José Torres  “El Chemeco” en el Center Fil, ante un enorme batazo de un torrellero, el cual lo atrapó pegado a la pizarra y disparó hacia el Home Play, porque, otro jugador del equipo contrario hizo pise y corre desde la tercera base y el Chemeco, marcó prácticamente un strey en la mascota del cátcher, él lo toca y el umpire cantó el auo, ¡fuera!

La sentencia de una jugada que perjudicaba a cualquiera de los dos bandos o que favoreciera del mismo modo a un bando en específico. La pasión por este deporte era enorme, se exaltaba en su máxima  expresión. Bueno, eso se creó así, y así continúa y continuará por muchísimos años más.

La señora Arminda (Min) Suárez, tuvo una hermosa, extendida y unida familia y logró procrear nueve hijos: Orlando, Mary, Luis, Vicente, Noel, Iván, Frank, Rosa y Yanmina. Se puede destacar que la mayoría de ellos alcanzaron el título de profesionales. La única que heredó esa cualidad vocal, recia, expresiva, melodiosa y excepcional; de su madre fue su hija menor, Yanmina, quien incluso, heredó su afección. Una” Distonía  Laríngea”, la cual afectó a la señora Min, La  Alondra de Barrio Nuevo, por el resto de su existencia, quizá por un mal uso o abuso de su particular voz, fue muy lamentable, pero no pudo cantar más y quedó padeciendo de esa afección que le cambió totalmente su trino. En vida, Min Suárez, fue objeto de muchos reconocimientos y homenajes y el más significativo, pudo haber sido: colocarle su nombre El Centro de Diagnóstico Integral C.D.I. y La Sala de Rehabilitación Integral S.R.I. porque, otra de sus virtudes en las cuales tuvo una destacada actuación; fue la de coadyuvar con los demás que necesitaban de su mano amiga, ante cualquier dificultad o necesidad; incluyendo la más drástica: vecinos que no tenían como velar y enterrar a sus difuntos. Para ello existía la casa de beneficencia pública, o “La Benéfica”, situada en la calle Sucre, frente a la Escuela Carora de esta ciudad, sector Barrio Nuevo.  Ella estaba allí, presente, consecuente, presta y solidaria en poder contribuir con sus amigos y vecinos que la necesitaban. Este centro dispensador de salud, el cual lleva su nombre y el mismo está ubicado muy cerca de su residencial, pienso que fue muy acertada esa idea por parte de los vecinos de la comunidad y de las autoridades responsables de la ejecución.

El 04 del mes de septiembre de 2012, dejó de existir en esta ciudad y en su Barrio Nuevo a los 96 años, luego de una fructífera y ejemplar labor de su existencia, por su familia, la música, el beisbol, su equipo, su barrio y su Centro Social y Deportivo. Min nos deja un legado muy importante para las nuevas generaciones y para la  posteridad. El cual, debe ser reivindicado, exaltado y valorado como el mejor reconocimiento que le puedan  tributar  su barrio y el caroreño en forma general, como una manera de dar a conocer la obra de la señora Arminda Suárez, pionera de estas actividades, sin pretender algún beneficio personal. Cómo dijo alguien “ALONDRA, VUELA MUY ALTO PARA QUE NOS SIGAS DELEITANDO CON TU ESPECTACULAR  VOZ Y  TU HERMOSO TRINO”

Debo agradecer a la amiga Yanmina Carrasco, su hija menor, por habernos proporcionado valiosísima información para la complementación de este modesto trabajo sobre la señora Arminda Min Suárez.

Parte de POR   LOS   CAMINOS   DEL   SEMIARIDO

Carora, octubre de 2023

Foto cortesìa de Jose Vicente Domador

Edecio R. Riera M.
Nació en San Francisco Parroquia Montes de Oca, del municipio G/D. Pedro León Torres del estado Lara Venezuela. Luego de obtener el título de Maestro de Educación Primaria, y posteriormente de Título de Profesor de Educación Integral ejerció la docencia por más de 30 años en el municipio Torres. En el año 2019, la Editorial “El Perro y la Rana del Ministerio de la Cultura, editó su Libro “Se Soltó el Diablo en Carora”, Versión Digital. Creador del “Método Activo de Lectura” para enseñar a leer y escribir a los niños a temprana edad a través de la estrategia metodología ludodidáctica. Aprender jugando. Primera versión (Manual Artesanal) ahora Tecnológica Digital), año 1983. Trabajo Lúdico. Pintor, Caricaturista, Publicista, Artesano de la Técnica “Repujado sobre Metal” Músico, Compositor. Autor de 55 Artículos narrativos (hasta ahora) de Historiografía Local, de personajes, hechos, sucesos, vivencias, de este municipio, los cuales están en espera; a objeto de que puedan ser editados en un nuevo libro. Desde el año 2008, fue contratado por el Ministerio del Poder Popular para la Cultura, como Operador Cultural en el municipio Torres, hasta la fecha.