Por Alberto Castillo Dervis.

Uno de repente se sienta a conversar con alguien y entre cuentos salen historias que han trascendido en el tiempo, En el camino que viene desde el cerro y el cementerio viejo bordeando la casa de los Alvarados y la casa De la sra Riquirda ese camino atraviesa la calle Monagas rumbo al zanjón que bordea la cancha que está detrás del liceo y llega al buco, Cuenta la leyenda que en tiempos pasados cuando ya la oscuridad cubria con su manto de misterio las pedregosas calles del pueblo porque la señal del apagado de la planta ya había sonado , en ese camino salía desde el cementerio viejo, una mujer y que por su caminar era joven aunque nadie le había visto el rostro porque lo cubria con algo parecido a una pañoleta , ella siempre traía entre sus brazos una Tinaja , caminando muy lentamente atravesando la calle hacia el zanjón, hay quienes dicen que iba cantando muy suavemente otro dicen que caminaba en silencio,  se dirigían hacia el buco, varios la intentaron  seguir pero nunca la alcanzaron,  eso si cuando iban llegando al buco se escuchaba claramente el agua cuando estába llenando la Tinaja,  al llegar allí no había nadie, eso valiente no le quedaba más remedio que hacerce la señal de la cruz, y con las piernas medio temblorosa salir corriendo espantados ,ya sabe si por algún motivo tienen que pasar por allí y se ha ido la luz apresuren el paso , yo… por las dudas ni para los lados voy mirar no vaya ser que me pida ayuda para cargar la Tinaja…

Esta me la recordó mi compadre Miguel Angel. EL recopilar historia, tradiciones, leyenda es algo interesante.

Gracias por leerme y un like es mi recompensa Alberto Castillo Dervis..

fotos Martita González

Composición gráfica Alberto Castillo Dervis.

Nació en la Antigua Angostura, hoy Ciudad Bolívar un 1 de Septiembre de 1957 estudió primaria y secundaria en Ciudad Bolívar, de allí en adelante puros estudios técnicos muchos de electricidad automotriz, radio televisión en la Academia Fénix, fotografía en el Ateneo de Caracas, taller fotografía patrimonial, CENAF, pero su modo de vida siempre ha sido el de técnico, pero en el principio de los años 2000 sentado leyendo una novela, en la plaza Bolívar de Curarigua, mirando a la gente ir y venir en sus quehaceres, se imaginaba como fue el pasado allí en el pueblo, si sería un pequeño Macondo , y se preguntó cómo podría ayudar y quien sabría más de su historia, y comenzó a hacerse amigo del actual Cronista Profesor Bernardo Yepez, luego descubrió las redes sociales y desde ese momento se empeñó en divulgar, dar a conocer la vida, historias, leyendas, personajes, folklore, costumbres, geografía, sueños y alegría de los Curarigueños. En la medida que ha ido avanzando ha descubierto una gran historia, en cada una de las personas que allí tienen sus raíces, hoy día pasado el tiempo, también ha encontrado una faceta suya la cual ignoraba que es la de contar pequeñas historias de otras personas y darles un toque personal y adornarlas y porque no, hacerlas divertidas, y también escribir sus propias vivencias quizás más novelesca. Ha escrito unos cuantos pequeños ensayos tal vez algún día si el padre tiempo se extiende, culmine en un pequeño libro aunque sea Digital. Hoy día agradece a Dios y a Curarigua la oportunidad de poder conocer la vida de sus habitantes, así como el santo de la ciudad, San Antonio y por supuesto a los Curarigueños qué le han hecho sentir ser parte de ellos mostrándole un gran respaldo y respeto.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí