En dos estudios elaborados por René Maldonado y Jeremy Harris del Banco Interamericano de Desarrollo, se hace un exhaustivo análisis sobre las remesas enviadas desde los Estados Unidos a países latinoamericanos y del caribe.
Según el primero de ellos de noviembre del 2023, “las remesas recibidas por los países de América Latina y el Caribe proyectan alcanzar un récord de US$155 mil millones en 2023 si las tendencias observadas hasta la fecha continúan. Esto representa un aumento del 9.5% en comparación con los US$142 mil millones recibidos en 2022, consolidando quince años consecutivos de crecimiento.”
Los autores destacan que en los años anteriores a la pandemia el crecimiento fue “moderado”, pero a partir del año 2021 hubo un aumento en las remesas de un 26.7%, y a partir de ese año ha habido un crecimiento “sostenido de alrededor del 10% anual durante los últimos 10 años.”
Es significativo como se incrementaron las remesas durante la pandemia, lo que refleja que las familias en los países latinoamericanos y del caribe dependen de ellas. Como los autores indican, “las familias de emigrantes de los países de América Latina y el Caribe (ALC) vienen a suplir necesidades en sus familias, que contribuyen de manera importante a reducir su pobreza, y son uno de los motivos principales de la migración internacional.”
El aumento de las remesas en el año 2023 “se explica principalmente por el crecimiento de las remesas que recibieron los países de Centroamérica (13,2%), el crecimiento de las remesas que recibió México (9,8%) y el crecimiento de las remesas que recibió América del Sur (7,9%). En el caso de los países del Caribe el crecimiento en 2023 es más moderado (2,6%).”
Ellos estimaron que la tendencia observada en el crecimiento de las remesas se mantendrá a futuro dado que es mayor el número de emigrantes de la región en los Estados Unidos y que estas son un apoyo vital para muchas familias en la región.
No obstante, en un estudio de fecha noviembre del 2024 del mismo organismo multilateral, los mismos autores exponen que si bien las operaciones continuaron en aumento, no en las mismas proporciones de los años anteriores.
Textualmente indican lo siguiente:
“En 2024, las remesas recibidas en ALC continuaron la senda de crecimiento que se observó desde hace casi dos décadas. Sin embargo, la velocidad a la que crecen ha venido disminuyendo de forma constante durante los últimos cuatro años, pronosticándose que al cierre de 2024 lleguen a crecer a una tasa del 5,0% respecto a lo observado el año previo, la cual constituye la tasa de crecimiento anual más baja de los últimos diez años, y que significará un ingreso por concepto de remesas de 160.9 mil millones de dólares para los países de América Latina y el Caribe, 7.7 mil millones de dólares más de lo que recibió un año antes.
Indican además que “Esto pareciera responder a un mercado laboral para los migrantes en el exterior con menor crecimiento que el año pasado, así como a una mejora relativa en las economías de los paises receptores, en especial de Centroamérica y de México, lo que disminuye las necesidades de los beneficiarios. Por su parte, las remesas que recibieron los paises de la región suramericana, siguieron mostrando un crecimiento mayor, motivado por la devaluación de las monedas en varios países de esta región, así como por la recuperación más lenta que experimentan sus economías1 , factores que siguieron alentando un crecimiento mayor en el flujo de remesas hacia esta parte de ALC.”