Por Maria Dolores Ara
La palabra apertura es un sustantivo femenino y se usa solo en singular, es difícil pensar una frase donde se exprese alguna idea que incluya más de una “apertura”. ¿Por qué? Porque “apertura” significa inauguración, inicio de algo, amplitud de mente, y en todos estos casos implica la idea de abrir en sentidos más sugerentes que el verbo literal.
Podemos asistir a la apertura de un evento de cualquier tipo, a la apertura de un documento relevante, podemos decir que en una época de la historia se dio una significativa apertura cultural, social, política…pero no podemos APERTURAR NADA!
En el diccionario no está el verbo APERTURAR…porque no existe. No todos los sustantivos traen un verbo aparejado. Hay algunos que sí: de violencia se deriva violentar. Pero de apertura no se deriva aperturar porque ya existe un verbo corto, sencillo, útil y simple para designar la misma acción: abrir.
No sabemos cuándo, dónde, ni cómo se produjo este ataque a la cotidianidad del lenguaje común que consideró que sustituir abrir por aperturar le daba al idioma más elegancia, o más nivel, o se escuchaba mucho más sonoro. Desde luego que sí porque apertura es una palabra fuerte que casi nos dispara una bala en el oído, si la comparamos con la humildad de abrir.
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De esta forma se vienen oyendo, desde hace un tiempo no tan corto, expresiones como: “su cuenta ya esta aperturada” , “se va a proceder a aperturar su libreta” , “”vengo a que me aperturen el proceso”, “el archivo se aperturó satisfactoriamente”, y otras por el estilo.
Se pasa entonces a inventar un verbo que sobra en el idioma y a conjugarlo con total ligereza, como si existiera y fuera legítimo. ¡Con lo fácil y bonito que resulta decir que las cuentas se abrieron, las libretas se abrirán y lo archivos se abrirían si no fuera por ….!
Dejemos vivo y operativo al verbo abrir que no nos ha hecho nada, y mantengamos en sus límites a la apertura que tiene su reducido espacio funcional muy bien descrito en el Diccionario de la Real Academia. El español es flexible y dinámico…pero no tanto!!
Fuente: Edición 14 Aldea Magazine