Por Luis Eduardo Cortés Riera. cronistadecarora@gmail.com
El 3 de agosto de 1917 nació en Ciudad Bolívar, hijo de prósperos inmigrantes italianos. Su padre, Antonio Lauro Ventura, era músico compositor y bautizó a su hijo con el rito masón. Lauro se traslada a Caracas en 1926. Pese a la oposición familiar recibió clases de piano en la Escuela de Música y Declamación con Salvador Narciso Llamosas. En esos años de 1930 visitan al país el legendario guitarrista paraguayo Agustín Barrios Mangoré, Regino Sainz de la Maza y Andrés Segovia, lo cual le hace interesarse por la guitarra, instrumento para el que compuso sus mejores obras.
Incursiona en un medio hasta entonces desconocido, la radio, al tiempo que inicia clases con el maestro Raúl Borges y se hace su discípulo más destacado. Forma el cuarteto Cantores del Trópico en 1935, el cual responde a una como respuesta nacional a la avalancha de música extranjera. Allí profundiza en los conocimientos de la música venezolana. “Lo popular criollo, silbidos, gritos, carcajadas y frases habladas, onomatopeyas, remedos humorísticos se notan allí, intervención de tres voces, imitaciones contrapuntísticas (Naranjas de Valencia), acertados procedimientos armónicos tradicionales, modulaciones de efectos sorprendentes (Tu Mirar), tensión rítmica (La guerra de los Vargas)”, escribe el maestro Alirio Díaz.
Poseedor de un proyecto estético personal, Lauro busca profundizar en lo autóctono, lo popular, sin dejar de lado su preparación académica. En los años 40 el trío Cantores inicia una gira continental e incorpora un repertorio latinoamericano que luego empleará Lauro en sus composiciones. El trío ejecuta a Mozart, los que serán los primeros arreglos de Lauro para guitarra. La transición del trío de lo popular a lo clásico se había realizado. Desde allí nace el Trío Clásico de la Guitarra que interpretará a Bach, Frescobaldi, Schumann, Guadalajara, Haydn, Scarlatti, Mozart, Albéniz, Sor, y al propio Lauro.
En los años 1960 Lauro formará un grupo de cámara con guitarras al cual colocará el nombre de su maestro Raúl Borges. Compuso trabajos para guitarra solista: Merengue, El marabino, Cuatro valses venezolanos, Valse número 3 o Natalia, su obra por antonomasia y que fue su inspiración estando en Guayaquil en 1940. Con el valse explora la armonía popular venezolana, lo tonal-tradicional. Enriquece de tal forma el repertorio nacional y el guitarrístico.
Estrecha vínculos con el maestro Vicente Emilio Sojo, y forma parte del Orfeón Lamas en 1933, por él dirigido. En 1947 obtiene el título de Maestro Compositor bajo la conducción y fuerte personalidad de Sojo, eje del movimiento musical venezolano del siglo XX. Escribió fugas para guitarra en donde emplea formas provenientes de la tradición clásica: la sonata, la suite, la pavana y la fuga, buscando síntesis con formas nacionales.
Compuso obras para su catalogo no guitarrístico la suite venezolana, la Marisela, Cantaclaro, Poema del nacimiento, Giros negroides. Escribió también piezas corales: Crepuscular y Occidente. Alcanza su más alto unidad estilística y compositiva con la Sonata y La suite venezolana para guitarra. En 1956 compone Concierto para guitarra y orquesta en el cual conjunciona elementos biográficos y musicales de su padre, Borges y Sojo. Se inicia entonces su etapa de madurez. Sus obras son interpretadas por el maestro internacional de la guitarra Alirio Díaz con claro éxito internacional: el Seis por derecho, Variaciones sobre un tema infantil, María Luisa, La negra, Yacambú. Angostura y La gatica.
A la ciudad del Portillo le compuso un vals venezolano llamado Carora, en 1963, y que dedicó “Al eminente caroreño Alirio Díaz. Nuestro maestro Díaz y Evencio Castellanos le dedicarán a su vez a Lauro una pieza en 1975: Homenaje.
Creó orfeones obreros, dirigió el grupo Madrigalistas de Venezuela, presidió la Orquesta Sinfónica Venezuela y la Asociación Venezolana de Autores y Compositores. Fue cantante solista en la Misa solemne, la Novena sinfonía de Beethoven, la Misa en si de Bach, el Réquien de Mozart. Y como si fuera poco, hemos de destacar su actuación política, pues sufrió duras encarcelaciones por oponerse al régimen militar que se entronizó luego del derrocamiento del presidente Gallegos en 1948. Todo un gran hombre que dio todo por exaltar lo nacional venezolano, un equivalente musical de otro hijo de inmigrantes italianos, el poeta Vicente Gerbasi.
Fuente: Alejandro Bruzual. La guitarra en Venezuela, desde sus orígenes hasta nuestros días. Banco Central de Venezuela. Caracas, 2011.
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