Texto y foto: Nelson Ures Villegas.

Aquí estoy
en ésta curva de espacio acontecido
en éste humano devenir de polvo y agua
en ésta luz acurrucada en lo imposible
en la incompleta maravilla de estar vivo
en la efímera metáfora del fuego.
Estoy de paso
al borde de un adiós
en el costado herido de este mundo
tratando de que sea la paz y no la guerra
el paisaje vivo, vivible, respirable
cual germinación testaruda de los sueños
como la canción resguardada por las aves
destilando en mi memoria sus pétalos de estrellas.
Aquí estoy
donde están quienes
prefieren el arte ante lo infame
donde es mejor estar para un abrazo
aquí, cerca, cerquita, afortunadamente
donde la poesía es cicatriz y beso
donde, pese a todo derrumbe, sus escombros
serán el transparente monumento que recuerda
hasta en la voracidad del ruin de los olvidos
recuerda
la más mínima palpitación de una caricia
porque hemos de saber quiénes amamos
que la voz de los poetas sobrevive
incluso en la muda madera que fue flor
y en la música de una brisa soplando alma adentro
cantándole a cada fibra de la vida.
Aquí estoy
donde quedamos en vernos en caso de emergencia
o también en el trozo de azar como horizonte
donde y cuando la vida nos permita
cruzar la misma calle, el mismo cielo
la misma soledad en una de sus tantas coincidencias.
Aquí estoy
al alcance de la palabra y el destino.

Barquisimeto, Venezuela.
noviembre 2024.