Hay silencios que se hacen sentir cuando enmudecen silencios tormentosos
este es uno de ellos.
Este otro silencio es tan dulce que sus pétalos azules humedecen la calma en éxtasis de otoñal
paciencia
es libre en su esencia el silencio que susurra al otro lado del final
donde todo vuelve de nuevo a ser origen
donde pasos cautelosos vuelven por sus huellas y la luz reposa desnuda
en el corazón de alguna estrella.
Este silencio existe por encima de toda verdad
purifica el sentido de la vida en su sinfonía de virginal entrega
eleva el ritmo del amor al infinito
y el que la lengua de los hombres muertas y vivas
pronunciarán
cual yaraví único y definitivo en las alturas.
Este otro silencio, susurrante en versículos no dichos hasta ahora
posee en su etérea eternidad los secretos más íntimos del cielo;
aquellos que se hacen raíces de la lluvia para cantar también en el sueño de las hojas.
Silencio primogénito
ausencia inicial de todo aleteo de dioses
génesis de la primera pausa en el verso de los ángeles
edicto infalible más allá de la muerte.
No es silencio de miedo, ni de lástima ni de misericordia
por eso precede al elevado placer de la fecundación
cuando todo el universo cesa en su palpitar
y una grieta en el tiempo devora la anchura del acontecer.
Tiempo para decir estas verdades que vinieron a las coordenadas de mi edad
solicitando su eco en mi delirio profanador sin el permiso de nadie
sin la anuencia de mí mismo.
Como un cáliz está este silencio ante mí
para que anuncie su próximo sonido, que quizá sea tan profundo
que pocos escucharan, ebrios de tanta mentira circundante en su pobre soledad.
pero será preciso oír el reverso de lo dicho
por quienes han pretendido ensordecernos con los mudos acordes de un fanatismo absurdo;
chillonas melodías para una esclavitud de almas.
Será preciso que cada ser viviente oiga, en ese otro silencio albergado en la parte vacía de su
tiempo
los nuevos colores con las que la luz canta su gloriosa gravidez ante el nuevo día.
Un hombre crucificado no es un hombre muerto;
podemos
comenzar por este silencio más reciente.