Por Beatriz Lopez Garcia
Hablar inglés sigue siendo una de las herramientas más útiles que puede tener una persona, ya que cada día el idioma de la globalización, el inglés, toca aún más aspectos de nuestras vidas de manera evidente.
Sabiendo esto, millones de personas tienen como meta ser parte la comunidad de quienes hablan inglés utilizando diversos medios para aprender el mismo.

Hoy en día, aprender inglés es más fácil de lo que piensas ya que existen una variedad de opciones desde metodologías nuevas, hasta una diversidad de tipos de cursos desde la inmersión total en países angloparlantes, hasta cursos personalizados en línea.
Según mi experiencia como consultora y “coach” de inglés, al darse cuenta de la cantidad de consideraciones para seleccionar su curso, lo más común entre los estudiantes a la hora de escoger, es que se dejan llevar por aspectos relacionados a la ubicación, horario y costo del mismo.
Antes de embarcar en la aventura de seleccionar su curso de inglés, y aunque suene repetitivo, quisiera brindarle un par de consejos sencillos que puede tomar en cuenta para definir de manera más clara el camino que debe tomar, viendo un poco más allá que la accesibilidad y costo.
En primer lugar, el estudiante debe tener claro cual es la meta o razón por aprender inglés. Al tener claro el propósito por el cual desea aprender un nuevo idioma, sea por motivos de estudios adicionales, desarrollo profesional, de turismo u otros, será más fácil definir la metodología que mejor se adapta a uno. Por ejemplo, un curso destinado a la gramática quizás no sea el más adecuado para alguien que sólo desea aprender inglés para comunicarse en sus viajes, tanto como uno de conversación sería incompleto para alguien que desea realizar estudios en el extranjero.
Y segundo, el estudiante debe ser constante con los estudios. Independientemente del curso que haya seleccionado, los mejores resultados se han visto en quienes se dedican a estudiar al menos 3 horas a la semana por una extensión de 6 a 8 meses. Este tiempo permite al profesor impartir suficiente material, así como hacer que el estudiante ponga en práctica los conocimientos adquiridos a lo largo del curso.
Así que para garantizar su éxito recuerde hacer nota de la duración y horas semanales del curso, y buscar el programa que mejor cumpla con su meta por aprender el idioma.