Autor: Edecio R. Riera M.

Sin imaginar lo que más adelante acontecería en el hogar de la señora Bolivia, a lo mejor hubiese tomado alguna precaución o simplemente pudo buscar una forma para evitar los daños que esta situación le causaría tanto espiritual como físicamente, o haber evitado por todos los medios o de algún modo, la terrible problemática vivida por esa señora. Era inaceptable, empero, la estaba experimentando en su persona. Fueron momentos de incertidumbre, de zozobra, de temor, de mucho miedo y terror. Un gran pánico, el daño causado tanto físico como psicológico que sufrió esa familia, por el efecto y consecuencias de esa práctica de la maldad. De hacer daño como forma de venganza, sin importarles cuan perjudicial pudiera ser la acción ejercida, utilizando lo que se conoce como la Magia Negra, en este caso a través de los Seretones o Duendes; colocados o puestos a la señora Bolivia Sierra.

Procedente de los Llanos venezolanos llegó al pueblo de San Francisco un señor de nombre Luis Andrés, quien venía a trabajar en el Juzgado de ese pueblo como Alguacil. Buscó en el lugar una posada donde le permitiera estar por un tiempo, mientras cumplía una misión de servir al estado venezolano, ya que había sido trasladado a ese sitio a fin de que con ese trabajo cumpliera o pagara como un castigo. Enmendar o indemnizar un error personal en su trabajo anterior en el estado Portuguesa. Se hospedó en la Posada del señor Adelis Leal, una posada de mucho prestigio, donde era el sitio ideal que frecuentaban los visitantes a dicho pueblo.

Al poco tiempo conoció una joven vecina a la posada y el señor Luis Andrés, Alguacil del juzgado y sólo en un pueblo desconocido para él, se enamoró de la joven vecina, de nombre Jacinta. Como Cinta la conocían en dicho lugar.

Comenzó una relación de pareja donde convivió por dos años en la casa de la joven. El Aguacil, Más adelante conoce a la señora Bolivia, también una joven y atractiva dama. Ella tenía un niño de seis años, producto, de esa relación inestable, quien frecuentó en varias oportunidades el Tribunal, a objeto de plantear la necesidad de que el padre de su hijo asumiera la responsabilidad y el compromiso de ser padre. Esta ocasión fue aprovechada por el señor Luis Andrés y él como todo hombre fue atraído por la señora Bolivia e igualmente ella también mostró algún interés y como los polos se atraen. Ellos constituyeron una nueva pareja. El funcionario público, sin más explicaciones que dar cambió de residencia y se fue a vivir con su nueva pareja.

La actitud asumida por este señor, hizo molestar a la vecina de la posada, ella se sentía ofendida por esa burla. En varias ocasiones le formuló el reclamo pertinente y el señor Luis Andrés, hizo caso omiso, de igual modo la madre de Jacinta, muy molesta, llena de rabia, rencor,  con mucha fuerza le reclamaba y le insinuó que pagaría muy caro por lo sucedido con su hija al dejarla abandonada. Usando un tono de voz muy alto le expresó:    ¡Guarden risas para la llora. ¡

Al poco tiempo en el hogar de la señora Bolivia, comenzó a observarse una situación un poco extraña, poco común. Al principio no había hecho ningún comentario, ni a sus familiares que vivían muy cerca de su residencia, mucho menos a su pareja. La problemática se iba acrecentando y se hacía insoportable. Ella se decidió a contar en primer lugar al servidor público; las cosas que le estaban molestando, que les estaban causando daño. Nadie podía imaginar lo que le sucedía a esa familia; era el producto de una práctica de la Magia Negra.

Bolivia, cuenta que cuando ella cocina alguien le tira basura a la comida, le voltean las ollas y botan los alimentos; al planchar la ropa se la tiran al piso y la arrugan. Su casa está llena de hollín por todas partes, los platos y utensilios de la cocina flotaban en el espacio de la casa, el agua era derramada._ Agrega la señora_ Que hasta porquerías le echaban a la comida. Lo raro es que so se ve a nadie, no se percibe a ningún ser.

Esta dramática situación le estaba causando un gran daño, moral y espiritual, en particular desde el punto de vista psicológico. Se estaba volviendo loca_ Concluyó.

Varios vecinos al enterarse de lo que le acontecía a esta señora, solían visitarla y acompañarla. En varios momentos observaron algunos hechos de esa tragedia que ella estaba padeciendo. El propósito significaba darle compañía, ya que solamente convivía con su hijo menor y su esposo pasaba la mayor parte de las horas en su trabajo.

Muchos de ellos comenzaron a hacer planteamientos, inferencias: uno, que el señor Alguacil, quien portaba un arma, le hiciera una cruz a las balas; porque si veía algo extraño le disparara y si es  algo diabólico pudiera dar en el blanco. Otra persona, que fueran a la iglesia y se confesaran con el sacerdote, y que les solicitaran agua bendita para rociarla por toda la casa. Otros que visitaran a un brujo porque, al parecer, eso tenía que ver con una brujería.

En varias oportunidades, ella como algunos vecinos llegaron a ver u observar un personaje muy pequeño que corría velozmente al cometer sus fechorías. Los que lograron verlo, lo describían como un viejito muy pequeño de unos 70 u 80 cm de estatura, con un gran sombrero, de bigotes grandes y blancos, con una barba larga de nieve. La vestimenta la asociaban al color de la tierra, color ocre, La camisa de mangas largas y del mismo color. Desaparecía en forma inmediata, como por arte de magia, a lo mejor se oculta en algún lugar decían otras personas. Por ello comentaban que eso era algo maligno y si el señor Luis logra verlo, le puede disparar y si la bala tiene una cruz, lo va a herir, ya que esto es cosa del Diablo, algo maligno.

En otro momento y delante de varios vecinos fue a bajar una gran y hermosa hamaca blanca y con traperas muy bien tejidas; que permanecía colgada en la sala de la casa. El fin fue  bajarla para acostarse y descansar un poco. Se sentía cansada, muy triste, con grandes ojeras producto del trasnocho y de haber llorado muy seguido por los acontecimientos que la estaban perjudicando por esa situación tan extraña. La hamaca había sido cortada por la mitad. Fue tanto la sorpresa que todos atónitos observaron lo sucedido. No se pudo acostar. Todos quedaron muy sorprendidos, estupefactos.

Toda esa intranquilidad hizo que la pareja cambiaran de residencia; esta vez fue muy cerca del Juzgado, con el objetivo de observar que si cambiando de lugar se terminaría con ese trauma, con esa pesadilla, con esa inquietud y por otra parte cualquier hecho; inmediatamente podía ser informado y conocido por el Alguacil, ya que permanecía muy cercano de su nueva habitación.

Nada cambió para bien, el primer día en la nueva sede del hogar de la pareja mencionada. Los platos, tenedores, cuchillos y cucharas, sobre todo ella los veía flotar en el espacio del corredor, en la cocina. Los gritos y golpes continuaron. La comida era objeto de suciedad con la basura. El agua la derramaban en el piso de la casa. La ropa lavada la tiraban al suelo, el piso todo lleno de hollín.

Bueno, pudo haber sido una estratagema de crear en ellos un pánico tremendo; aterrorizar a la familia en una gran proporción. En todo caso hacerles algún daño, y en esta situación en particular, hacerles pagar como una forma de venganza o buscar un propósito específico de conseguir la separación o destrucción total de esa familia; por el sólo hecho de que el señor Luis Andrés había cambiado de pareja y esa actitud enojó muchísimo a la familia de la madre de Cinta. Ese era el comentario cotidiano que corría por todos los cuatro puntos cardinales; que la familia de Jacinta era la responsable de esos actos inhumanos.

Los vecinos continuaban apoyando a la señora Bolivia, haciendo vigilia en los alrededores de su vivienda y dándole las palabras de aliento para que no se dejara vencer por esa problemática. De cualquier modo para que no se sintiera sola. En verdad fue muy fuerte, con nervios de acero del mayos temple.

Los curiosos, tampoco se despegaban de los espacios cercanos a la familia y el objeto más significativo lo constituía, formular las críticas de mayor contenido destructivo.

Al poco tiempo se notó que la presión por causa de esas maldades comenzó a bajar de intensidad y la señora se sentía un poco mejor. Faltó muy poco para volverme loca. _Comentó.  A sus amistades que siempre la apoyaron.

Una tarde se conoció que el servidor público había sido trasladado a la ciudad de Barquisimeto e inmediatamente se preparó el viaje y se marcharon a su nueva residencia, dejando atrás una gran estela de incertidumbre, de angustia, de temor, de rabia, de pena…

No se supo más nada de la familia aludida, se preguntaban los vecinos. ¿Que había pasado con ellos? ¿Lograrían erradicar ese mal impuesto? ¿Será que hay personas capaces de hacer y practicar la maldad? Preguntas que quedaron en el vacío, sin respuestas.

El desenlace de este caso quedó en el olvido y no fue posible obtener información que detallara como concluyó este drama tan cruel que perjudica notablemente al ser humano, que lo enloquece, le baja la autoestima, lo entristece y lo hace dependiente hasta lograr el propósito que el enemigo se ha propuesto.

CUENTOS DE MI COMARCA SAN FRANCISCO Nº3. 

Foto cortesia de Luis E Cortés Riera

 

Edecio R. Riera M.
Nació en San Francisco Parroquia Montes de Oca, del municipio G/D. Pedro León Torres del estado Lara Venezuela. Luego de obtener el título de Maestro de Educación Primaria, y posteriormente de Título de Profesor de Educación Integral ejerció la docencia por más de 30 años en el municipio Torres. En el año 2019, la Editorial “El Perro y la Rana del Ministerio de la Cultura, editó su Libro “Se Soltó el Diablo en Carora”, Versión Digital. Creador del “Método Activo de Lectura” para enseñar a leer y escribir a los niños a temprana edad a través de la estrategia metodología ludodidáctica. Aprender jugando. Primera versión (Manual Artesanal) ahora Tecnológica Digital), año 1983. Trabajo Lúdico. Pintor, Caricaturista, Publicista, Artesano de la Técnica “Repujado sobre Metal” Músico, Compositor. Autor de 55 Artículos narrativos (hasta ahora) de Historiografía Local, de personajes, hechos, sucesos, vivencias, de este municipio, los cuales están en espera; a objeto de que puedan ser editados en un nuevo libro. Desde el año 2008, fue contratado por el Ministerio del Poder Popular para la Cultura, como Operador Cultural en el municipio Torres, hasta la fecha.