Por Luis Eduardo Cortés Riera. cronistadecarora@gmail.com
Si el historiador Eric Hobsbawm nos habló de los bandidos premodernos, con el joven argelino Hamza Bendelladj habrá que crear una categoría nueva para incluir este hacker extraordinario. Será un bandido posmoderno. Se le ha llamado con saña cibercriminal, pero pocos medios noticiosos dicen que el producto de sus audaces fechorías cibernéticas las reparte entre los pobres, un Robín Hood del tercer milenio.
Hasta en las situaciones más difíciles, tales como en su captura en Tailandia, muestra un rostro feliz, por lo que se le ha llamado el “hacker sonriente” o dicho en inglés Smiling hacker. Su arma más efectiva es su condición políglota, pues habla con fluidez cinco lenguas modernas. A la Interpol le costó cinco años dar con su paradero y atraparlo en Bangkok. Logró con suprema astucia extraer dinero de unas 200 instituciones financieras de ambos lados del Atlántico valiéndose de un virus llamado SpyEyes Bot Net con el cual viralizó, se calcula, 60 millones de computadoras en todo el planeta.
En su informe, el Departamento de Justicia de los Estados Unidos, país al cual fue deportado el hacker en el año 2013, estimó que el virus «SpyEye» había robado aproximadamente mil millones de dólares. Entre 2010 y 2012, los bancos afectados repararon los daños causados por este malware (software malicioso). El abogado de Bendelladj anunció que tenía la intención de apelar contra la decisión del tribunal.
La página del FBI, mayo de 2013, nos dice que Bendelladj, de 24 años, fue acusado por un gran jurado federal en Atlanta, Georgia, el 20 de diciembre de 2011. La acusación de 23 cargos lo acusa de un cargo de conspiración para cometer fraude electrónico y bancario, 10 cargos de fraude electrónico, un cargo de conspiración para cometer fraude informático y 11 cargos de fraude informático. Bendelladj fue detenido en el aeropuerto de Suvarnabhumi en Bangkok, Tailandia, el 5 de enero de 2013, mientras estaba en tránsito de Malasia a Egipto. La acusación fue revelada el 1 de mayo de 2013. Bendelladj fue extraditado de Tailandia a los Estados Unidos el 2 de mayo de 2013, y fue procesado en el Tribunal de Distrito de los Estados Unidos ante la Jueza Magistrada de los Estados Unidos Janet F. King. No fue condenado a muerte.
El Robin Hood del tercer milenio.
Aunque existe todavía gran confusión sobre este asunto, mitad ficción, mitad verdad, diversas fuentes online aseguran que Bendelladj utilizó su dinero para dar soporte a diversas organizaciones palestinas, la Organización de Liberación Palestina (OLP) incluso, lo que pudo encender la semilla de la leyenda del Robin Hood posmoderno. La red le atribuye los más diversos “méritos”: el traspaso de información de webs gubernamentales israelíes a la resistencia palestina (se habla incluso de una supuesta oferta del gobierno israelí de revocar su condena a cambio de sus servicios), la concesión de visados a jóvenes argelinos a través del hackeo de webs de los ministerios de países europeos y otras muchas hazañas que, si bien pudieran tener algún resquicio de verdad, resultan difíciles de creer tras la propagación de su falsa ejecución, una broma pesada magnificada por internautas románticos de todo el mundo. Se corrió una foto del hacker sonriente con una soga al cuello, a punto de ser ejecutado. Se trataba en realidad de otra persona, un iraní que sí fue ahorcado en la Republica Islámica de Irán por cometer asesinato.
No es un delincuente cualquiera, pues ha egresado como Licenciado en Ciencia y Tecnología por la Universidad de Sutton, Inglaterra, y la Universidad de Bab Ezzouar de Argelia. algunos de sus partidarios de Argelia y el mundo de Hacking alrededor, hackearon los sitios web de la aerolínea Air France y la Universidad de Virginia de Estados Unidos, para mostrar su apoyo y exigieron su liberación. #FreePalestine, #FreeHamzaBendellaj hashtags fueron tendencia en las redes sociales en su apoyo.
Se trata del retorno de los mitos, retorno de lo imaginario en nuestra sociedad posmoderna de los cuales habló con maestría el antropólogo y filósofo francés Gilbert Durand (1921-2012) siguiéndole los pasos a la psicología de los arquetipos de Carl Gustav Jung, Mircea Eliade, Herbert Read. A pesar de los inmensos avances científicos y tecnológicos y la aparente secularización social, los mitos y leyendas atacan de nuevo: el reencantamiento del mundo.