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Según la definición de humor, es una cualidad consistente en saber descubrir y mostrar los aspectos cómicos y ridículos de personas o situaciones. También se puede afirmar que es una aptitud para ver las cosas por su lado gracioso o ridículo. Es una buena disposición para el ánimo. Disposición del espíritu o del carácter. En cambio, humorismo es un estilo literario de larga tradición presente tanto en la poesía como en la comedia, novela, etc. Doctrina de los humoristas. Estilo literario humorístico. Diccionario (Océano uno color).
Analizando estas definiciones se pueden considerar que es una cualidad o aptitud que poseen las personas de poder mantener un estado de ánimo habitual o pasajero.
Venezuela es un país donde el género literario humorístico ha tenido una destacadísima e interesante y relevante participación en todos estos aspectos: poesía, novela, comedia, prosa, ensayo, dramaturgia, dibujo, pintura y caricaturas. Los guiones para los programas de radio en esa época trataban con mucho interés y bastante abundancia ese aspecto humorístico y posteriormente, la televisión da un paso adelante y se incorpora con una programación diseñada a reflejar ese aspecto con mucha genialidad, creatividad y con el propósito fundamental de fomentar el entretenimiento, la crítica sana y constructiva. “Esto se puede afirmar categóricamente, por cuanto, a partir del año 1939 ya estaba en circulación el semanario “Fantoches” y catorce años más tarde, en 1953, se pone en circulación “El Gallo Pelón”, órganos periodísticos especializados el tema de buen humor y la sátira” (Wikipedia en español. Internet.)
Quizá estos órganos informativos, formativos y de entretenimientos son los primeros en esos géneros que se hayan publicado en el país. Del mismo modo poetas como Andrés Eloy Blanco, Leoncio Martínez Leo, entre otros, habían escrito algunos poemas donde se expresaba la cualidad humorística y la sátira de esos poetas. También otros géneros literarios escritos por venezolanos, resaltaban en sus obras el tema del humor, como una forma de criticar y ridiculizar ciertos personajes y situaciones que se visualizan en esos trabajos.
“Son muchísimos los humoristas venezolanos que han incursionado en ese ámbito y que han tenido una gran trayectoria y aceptación por sus posturas ante las diversas situaciones en las que les ha tocado realizar algunas inferencias. En este sentido debemos mencionar: Amador Bendayan, Cayito Aponte, José Rafael Briseño, Luis Chataing, Perucho Conde, Joselo, Carlos Donoso, El Conde del Guácharo, Virgilio Galindo, Graterolacho, Miguel Ángel Landa, Pepeto López, Emilio Lovera, Laureano Márquez, Leoncio Martínez Leo, Aníbal Nazoa, Aquiles Nazoa, Marta Olivo, Irma Palmieri, Job Pin, Nelly Pujol, Benjamín Rausseo, Jorge Tuero, Orlando Urdaneta, Pedro León Zapata, entre otros, siendo los más conocidos y destacados por su labor humorística”. (Wikipedia en español. Internet.)
Es importante hacer referencia a México como un país con gran talento humorístico y de gran trascendencia en ese aspecto, por cuanto, ese país ha dado un sin número de artistas de excelente cualidad humorística tales como: Cantinflas, Tìn Tan, Clavillazo. Se puede establecer una comparación entre los dos países en ese particular y se puede inferir o llegar a una conclusión que México y Venezuela son pilares fundamentales en ese género literario, por ello esta actividad es consecuencia de un pensamiento de avanzada, libre, progresista y soberana, por medio del cual, el humorista se expresa a través de sus diversos medios y formas para emitir un mensaje a la audiencia en forma indirecta y subliminal o muchas veces con algún grado de subterfugio o enmarañado, a fin de encubrir en parte el contenido a objeto de que no pueda ser percibido directamente o visiblemente, ya que, a la gran mayoría de estos comunicadores fueron y es posible que sigan siendo objeto de censuras y persecuciones.
(Agradecido por la información relevante que nos proporcionó algunos de sus familiares y amigos de este simpático y popular personaje).
Honorio Torrealba, nació en la ciudad de Carora, el 29 de junio de 1950 en la Maternidad Juana Francisca Arriechi, estudió su educación primaria en la Escuela “José Herrera Oropeza” Conocimos a Honorio en el año 1960, él tenía 10 años de edad, tenía su residencia en la calle Chiquinquirà con la calle Dr. Ignacio Zubillaga del Barrio Pueblo Aparte. Este sector siempre se caracterizó en primer instante por contar con una gran cantidad de muchachos, ya que ese espacio era el parque, la cancha; el lugar donde el grupo de jóvenes jugaba, intercambiaba y compartía en forma amistosa. En ese espacio se realizaban competencias para los juegos de trompos, metras, perinolas, sun sun o garrufio. También los jóvenes se reunían para confeccionar los papagayos y de ahí, se salía a volarlos en el Cerro de la Cruz. En la tarde noche se solía jugar y hacer otros tipos de juegos, como: Guataco, La correa escondida, El Zorro y las Gallinas, en fin un área muy activa para la realización de esas actividades lúdicas Además se realizaban las tareas escolares, cuando alguno no sabía o no entendía un tema o ejercicio cualquier otro que tuviera el dominio o conocimiento lo explicaba a los demás compañeros y entre todos se ayudaban.
También se puede destacar la fundación de dos equipos de Beisbol “Los Aspirantes de Pueblo Aparte y “Las Estrellas Rojas” y posteriormente surge un equipo de softbol femenino “Las Alondras” En la gran mayoría de esas actividades la participación de Honorio fue muy activa, porque se destacó en la confección de papagayos por su colorido y las diversas formas que le imprimía, las colas eran multicolores, porque su mamá era costurera y tenía la posibilidad de obtener muchos retazos de telas y de una gran gama de colores impresionantes. Se puede destacar que a pesar de que la mayoría de las actividades lúdicas, se efectuaban en forma de competencia, no obstante, el trueque estaba presente, el intercambio era una norma y el que tenía un objeto que no lo necesitaba lo intercambiaba con otro que lo requería: Perinolas por trompos, Metras por Garrufios, Papagayos por trompos, Metras por Perinolas.
La solidaridad en todo caso era una regla que se practicaba consecuentemente, al final del juego, sobre todo en el caso de las metras a los perdedores se les reunía una cantidad suficiente a fin de que no se sintieran mal. Honorio era uno de los menores del grupo y una vez perdió todas las metras, comenzó a llorar y no quería irse a su casa porque dizque los padres le iban a pegar. Eso sirvió de ejemplo para que posteriormente se estableciera esa norma y entre todos se les otorgaba una parte a objeto de que no se viera el juego como una línea de acción imponente (Sálvese quien pueda), sino, más humano, mas social, más cordial. El propósito era divertirse sanamente. Honorio se destacó en el juego de perinolas, difícilmente él perdía o que otro le ganara, no había forma era todo un experto, campeón en este juego; si él iniciaba el contendor no tenía ningún chance.
Los perdedores con el juego de los trompos, sí el trompo era abierto en dos pedazos, de igual modo se le otorgaba otro, ya que los muchachos mayores los construían con la madera del Yabo. Asimismo el juego con el Sun Sun, agradaba mucho esas competencias, a pesar de lo peligroso que se podía percibir, pues, se hacían con las tapas de los Diablitos. Se afilaban lo suficiente como una hojilla de afeitar, el perdedor no podía recuperar el suyo, sin embargo, se le otorgaba otro y el que no tenía hilo pábilo se le suministraba.
En todo casa la actividad se realizaba con mucha camarería, de una singular cordialidad. El compartir de caramelos, panes, cucas u otras golosinas fue siempre una característica de ese grupo de jovencitos. “Muy buen sentimiento” a lo mejor estas prácticas las adquirieron de algunos de los padres de esos muchachos, muy sociales. Y porqué no comentar lo que se hacía en tiempos de navidad: el compartir de las tradicionales hallacas, o en Semana Santa, La Mazamorra. Todos aportaban para el buen desarrollo de esa convivencia.
La actitud de este grupo de muchachos se perfilaba con una proyección muy interesante, en ese aspecto social. La solidaridad se practicaba sin ninguna mezquindad, del mismo modo el concepto de la unión. Proporcionar ayuda al más débil. Compartir de lo que tenían, no de lo que les sobraba. En verdad esta actitud de este grupo de jóvenes, se puede decir que era muy rara, extraña tal vez, ya que, tiene que haber habido una enseñanza que logró calar en los muchachos. ¿Pero quién les enseñó eso? Sé pudiera predecir que en ese conglomerado pudo haber surgido un buen grupo de dirigentes sociales por su humanidad, por su forma de ser y actuar.
A temprana edad tuvo que emigrar a la Capital de la República, en busca de nuevas posibilidades, porque en esta ciudad no ha tenido esas fuentes de trabajo que le proporcionen al ciudadano estabilidad para evitar ese éxodo que en esta ciudad ha sido siempre y de manera constante muy marcado y muchísimos jóvenes se ven en la necesidad de salir de su terruño en busca de nuevos horizontes.
Antes de marcharse a la ciudad de Caracas. Honorio tuvo la gentileza de despedirse de los muchachos del grupo y les comentó que sus padres se iban hasta esa ciudad con el propósito de trabajar y para que los hijos estudiaran. Todos los amigos se reunieron y decidieron hacerle una piñata, como una manera de compartir gratos momentos y al mismo tiempo despedirlo, recordarlo y que él recordara estos espacios y al grupo de amigos que dejaba, en señal de que la amistad constituida por todos ellos no fue vano.
Establecida la familia Torrealba en Caracas, no pasó mucho tiempo y este joven, andaba en esa búsqueda de algo que le pudiera servir económicamente a su familia con el objeto de contribuir o ayudar para el sostenimiento de ese grupo familiar. Quizá fue la suerte o la certeza de considerarse siempre muy positivo. Lee un aviso que se había publicado en un periódico. Se presenta en el sitio que señalaba dicho aviso y con mucha firmeza solicita ser atendido y le hacen una prueba y con el resultado de la evaluación, es llamado para que se inscriba en un concurso que se estaba patrocinando, gracias a unos anunciantes, que promovían ese tipo de espectáculo.
Honorio Torrealba se inicia en la televisión concretamente en Radio Caracas Televisión, (RCTV), donde concursó en un programa de imitación y en él, al cantante Rolando La Serie. En ese concurso resultó favorecido, pues, la canción que interpretó, fue tan similar al timbre del artista. Es en esa oportunidad, que este caroreño evaluó esa gran posibilidad de convertirse en actor a través de la imitación de políticos, cantantes y artistas de mucho renombre en ese tiempo. Empero, hay que destacar que la imitación del Musiù La Cavaleriè, le valió el desarrollo de una iniciativa que lo convirtió en uno de esos baluartes del humorismo venezolano y esta vez poniendo su cara y su cuerpo físico como actor. Indiscutiblemente, él pensaba que este trabajo era mucho más difícil que el trabajo que realizaban otros humoristas en el campo de la escritura, el dibujo, la caricatura u otras formas de expresarse a través del género humorístico; como una manera de asirse de una labor o profesión, que no contaba con ninguna experiencia, pero, que él la podía desarrollar y se sentía con esa capacidad de realizarla.
Esta oportunidad la consideró única, que no se repetiría, pues tenía en su mente todo un registro positivo que lo podía hacer asumiendo así cualquier dificultad que se le pudiera presentar en adelante y era el momento para satisfacer esa gran necesidad económica por la cual estaba pasando su familia, ya que esa manera de trabajar de ese modo, le proporcionaría algunos recursos económicos para cubrir sus necesidades fundamentales.
Durante su paso por “Radio Rochela”, imitó con gran éxito a cantantes de la talla del venezolano y maracucho Felipe Pirela y del cantante de Puerto Rico José Feliciano, quien por su extraordinario talento, pidió conocerlo en persona.
También imitó a políticos importantes de la época, personificó a Luis Piñerùa, Carlos Andrés Pérez y Gonzalo Barrios, entre otros.
Su larga trayectoria por la Universidad del Humor, Radio Rochela, hizo del actor un humorista integral. Así mismo imitaba casi a la perfección al comentarista Carlitos González. No sólo participó en Radio Rochela, también participó en la serie de comedias “Federrico”, junto con Carlos Villagral. Aquí interpretaba el papel Yoyo, el niño vagabundo y pobre que emulaba al famoso Chavo del ocho.
En 1988 llega a Venevisiòn a petición de Joselo para que lo acompañe en su programa “El Show de Joselo”. Más adelante en 1992, pasa a formar parte del personal del programa humorístico “Cheverìsimo” donde interpretaba varios personajes tales como “Bolsa no hay”, “Pa qué mas” y “Gregorita”, siendo este último personaje el más recordado con su famosa frase “Rosendo sube, te monto la arepa”.
“Gregorita es sin duda uno de los personajes que más marcó la carrera artística de Torrealba, Gregorita es una mujer amargada, peleadora, eufórica y depresiva, aunque pese a todo esto es una persona de buen corazón, amigable y de sentimientos: Gregorita tiene una manera de hablar muy tosca que hace resaltar su falta de educación y marginalidad pronunciando la letra “L” en lugar de la “R” en sus oraciones pronunciadas, a esto se le suma el hecho de que constantemente se queja de las bajas condiciones en que vive por lo que discute con su marido Rosendo, el cual es alcohólico y mujeriego , Gregorita siempre discute con él por las infidelidades y malas acciones que este comete.
“Honor al que honor merece”, Honorio Torrealba en realidad se caracterizó por ser un excelente actor y un magnifico humorista, los diversos roles que le tocó desempeñar o representar, lo hizo siempre con excelencia, pues, se cree que todos esos personajes que él emuló los pegó, como se dice en criollo. Muy bien, todos sus personajes los caracterizó como se los indicaba el director del programa, de la obra o sketch, y en ese sentido eran grabados para su posterior proyección.
Carora siempre tuvo un sin número de personajes muy populares, pero se considera que este singular actor caroreño no influyó en los directores o guionistas de esos programas donde intervino con gran éxito, no tuvo la oportunidad de emular por lo menos a uno de su terruño.
En 1991 y 1992, también actuó en los unitarios humorísticos del espacio Noche de Comedia junto con Benjamín Rausseo, El Conde del Guácharo.
En 1994 estando en Cheverìsimo imitaba al periodista deportivo Gonzalo López Silvero, en el marco del Mundial de Futbol de ese año. Se inició en la radio mediante consejo del humorista Joselo y su hermano, el cantante, músico Simón Díaz como narrador Hípico en Radio Rumbos.
Según Honorio Torrealba hijo, quien nos proporcionó parte de esta valiosa e importante información sobre su padre en el campo de la actuación, y como destacadísimo humorista venezolano, cuenta que deja un gran vacío en estas lides y que pasarán algunos años para que surjan otros actores en ese campo del humorismo y que los mismos puedan realizar alguna actividad de transcendencia similar o parecida a la que realizó su progenitor. Esa sería una gran acción muy especial de mucha importancia y a la vez que se lograra la meta u objetivo por la cual su padre siempre se había propuesto alcanzar, la cual era que se constituyeran muchísimos actores de este género y que él, en particular siempre estuvo presto a coadyuvar con el objeto de lograr la formación, en especial de un buen grupo de jóvenes en la actuación como humoristas, ya que, en los últimos años estos espacios tanto en la radio como en la televisión, se han venido a menos y es importante que surjan muchos más para el disfrute, el esparcimiento y la crítica sana, por cuanto, esas posturas que son reflejadas en esos sketch son verdaderas cátedras que contribuyen en la solución de un problema latente o alertar sobre cualquier acontecimiento y por ese hecho son muy importante y fundamentales.
Más adelante informa que Honorio Torrealba padre, falleció en la media noche del 17 de agosto del año 2010, en el Hospital Militar de Caracas, después de una larga batalla contra la Diabetes, con la cual venía luchando durante varios años y pudo superar esta situación lamentable. “Vuela alto amigo y no te detengas en tu andar”
Al momento de su desaparición física, este magnífico actor humorista caroreño contaba con sesenta años de edad, de los cuales prácticamente, más de cuarenta años, casi toda su vida se la dedicó a la actuación en el aspecto humorístico.
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