Por Autor: Edecio R. Riera M.
Siempre se ha comentado con gran conocimiento de causa y con un buen grado de aceptación que estos dos grandes Artistas Plásticos, de origen europeo: Leonardo Da Vinci y Miguel Ángel Buonarroti hayan sido ellos dos, los más encumbrados como verdaderos artistas de esa disciplina. Esta aseveración tiene su lógica y su sentido, por cuanto, estos dos pintores tuvieron una destacadísima actuación en ese ámbito pictórico, además incursionaron en otras especialidades de ese mundo de las Bellas Artes, como fue la escultura, y de igual modo, se destacaron y tuvieron una magnifica, impresionante y esplendorosa demostración de grandeza por la exaltación de sus trabajos artísticos y por su monumentalidad y perfección lograda en sus obras.
“En la Edad Media Europa fue casi exclusivamente religiosa y pervivió a pesar de del tiempo y las dificultades”.
(Diccionario Océano Uno Color)
“Estos excepcionales maestros del arte pictórico, frecuentemente fueron descritos como arquetipos y símbolo del hombre del Renacimiento, como genio universal. En el caso de Leonardo Da Vinci es considerado uno de los más grandes pintores de todos los tiempos y probablemente, la persona con mayor número de talentos en múltiples disciplinas que jamás ha existido”.
(Wikipedia. La Enciclopedia Libre).
“Miguel Ángel, fue arquitecto, escultor y pintor, también considerado uno de los más grandes artistas de la historia, tanto por sus esculturas como por sus pinturas y obras arquitectónicas. Desarrolló su labor artística a lo largo de más de setenta años. Triunfo en todas las artes en las que trabajó; caracterizándose por su perfeccionismo. La escultura era su predilecta y casi como una imposición por parte del Papa Julio II y que se concretó en una obra excepcional. La Bóveda de la Capilla Sixtina”.
(Wikipedia. La Enciclopedia Libre)
Nos hemos propuesto en tratar de aproximar de una manera significativa, el pensamiento y la reflexión de estos dos grandes genios del arte pictórico universal, y en oras áreas como la escultura, en cuanto a sus ideales sobre su futuro inmediato, mediato y posteriormente su consolidación como artistas plásticos.
Es posible que estos seres excepcionales tuvieran esa visión. Cuando nace Miguel Ángel, Leonardo Da Vinci, tenía 23 años de edad y para esa fecha, él ya se destacaba como un excelente pintor. Años más tarde Miguel Ángel, pudo visualizar la proyección ascendente de este insigne genio de la pintura y de la inmensa cualidad intelectual de este arquetipo, capaz de ejecutar múltiples saberes que había adquirido a través del tiempo, como una manera de demostrar, que el hombre si se empeña, se esfuerza y cree en lo que hace, piensa, dice y lo ejecuta, se puede lograr a entera satisfacción, el propósito, objetivo o meta que se ha planteado.
Miguel Ángel, por ser más joven que Da Vinci, pudo haber tenido una ligera, moderada o amplia influencia de Leonardo y por supuesto de otros grandes pintores de la época. De igual modo Da Vinci fue influenciado por las cualidades artísticas de otros excelentes pintores mayores que él.
“Juan de Jesús Espinoza Ballestero, nació en Río Tocuyo el 24 de noviembre de 1919. Apenas culminó el tercer grado, ingresó en el Seminario Divina Pastora de Barquisimeto, donde termina la educación primaria y estudia la secundaria, pasando luego al Seminario Interdiocesano de Caracas.
En 1942, ingresó a la Escuela de Bellas Artes, hoy Escuela de Artes Plásticas “Cristóbal Rojas”, donde estudió arte puro: pintura, escultura, dibujo analítico, lineal y técnico. Historia del Arte, paisaje, cerámica, vitrales y pintura mural.
Juan de Jesús Espinoza, le fue otorgado el título, mediante un acto muy significativo, el cual estuvo organizado por los graduandos del año 1946.
En la escuela de artes plásticas Cristóbal Rojas perfeccionó sus estudios en el área de la escultura.
Es profesor de Educación Secundaria y Normal, mención Educación Artística y Manualidades. Se desempeñó como docente en la escuela Normal “Miguel Antonio Caro” IUPM, en varios liceos de Caracas y en la Escuela Militar de la E.F.O.F.A.C. Fue director de la Escuela de Bellas Artes, profesor del Instituto Universitario de la Policía Metropolitana y fundador y director de la Casa Municipal de la Juventud, articulista de los periódicos: Diario de Carora. El Impulso de Barquisimeto, El Nacional, El Universal y la Revista de la Guardia Nacional.
Ha realizado más de 60 vitrales, entre los que se encuentran los alusivos al milagro de la Chiquinquirà de Aregue en su templo.
Excelente escultor, tiene numerosos trabajos: el primer busto del Libertador que se erigió en la Plaza Bolívar de Río Tocuyo, el busto del Coronel José María Camacaro y nuestra Señora de Río Tocuyo (Iglesia Santiago y Santa Ana) y el busto del Libertador en la placita del caserío Las Peñitas (Río Tocuyo)
Ha recibido innumerables reconocimientos de diversas instituciones por su fructífera labor.
Ha viajado por toda América y parte de Europa y al regresar a su pueblo natal después de 60 años de ausencia. Instaló el taller en su casa Nazaret, en la calle Santiago Apóstol, enriqueciendo al pueblo de conocimientos sobre Arte Universal. Con la colección de la Profesora Carmen Elena de Espinoza, en homenaje a su amada esposa, quien fue una enamorada de ese pueblo y no pudo realizar el sueño de vivir y trabajar con él, su esposo.
Este hombre menudo y frágil, a sus 88 años continúa su labor creativa y poniendo en alto el gentilicio Riotocuyano”.
(Soy Riotocuyano. Facebook. Internet)
Esta es una apretada síntesis de la inmensa y abultada hoja curricular del maestro Juan de Jesús Espinoza, tomada de ese Blogger, en Internet.
Juan de Jesús Espinoza Ballestero, como estudioso de la Historia del Arte, conoció y estudio estos dos genios del arte. Pudo observar como fue el crecimiento y progreso de ambos. ¿Qué dificultades tuvieron en el inicio de su carrera y luego como artistas consagrados? ¿Qué los conllevó a realizar esas monumentales obras? ¿Por qué Miguel Ángel, en su atracción por la escultura, la consideraba su afición preferida? ¿Por qué el Papa Julio II lo convence y le solicita que se dedique a la pintura? Por qué ese empeño de los dos personajes en logra el perfeccionismo en sus obras?
Se puede considerar que este humilde, menudo, frágil y visionario del acontecer pictórico, tuvo una gran influencia del tema religioso, en este caso que propugnaron y proyectaron Leonardo y Miguel Ángel. Se infiere que, su primera infancia la convivió en dos Seminarios Religiosos. Segundo al estudiar la Historia del Arte, también pudo ser influenciado por el tema religioso, el cual fue exaltado en su máxima expresión por estos grandes de la pintura.
El arte vitral, es una manifestación que data de muchísimos años y normalmente los artista que se dedicaron a esta disciplina de las artes plásticas, el tema predilecto fue siempre el que tiene que ver con la religión y a la vez la fe puesta en la obra de nuestro Señor Jesucristo. Esa fue la propuesta favorita “Los Vitrales” como una especialidad y el tema religioso.
Nuestro Personaje, pudo haber sido de algún modo impactado o inspirado en esa grandiosa obra que realizaron estos grandes virtuosos del arte pictórico. Se puede hacer esta afirmación en virtud de que, muy pocos pintores venezolanos han estudiado arte puro y en consecuencia con esa idea, es posible que pensara en Da Vinci y Miguel Ángel como símbolos universales. Reconociendo sus talentos y que difícilmente otras personas puedan superarlos, o tratar de hacer algo similar.
Esta aseveración es casi imposible para no decir imposible solamente, porque partiendo del hecho de haber pasado tanto tiempo en que fue realizada la monumental obra de estos dos grandes y excepcionales artistas plásticos de origen europeo; hasta ahora no se vislumbra en el mundo a alguien que pueda imitarlos.
Digo que el maestro Espinoza pensó en ellos, en cuanto al tema religioso, porque su primera formación escolar transcurrió en instituciones eclesiásticas y como ya conocía ese tema a grandes rasgos y con bastante profundidad, ya que él era un futuro candidato a ser sacerdote y luego opta por dedicarse con más empeño y ahínco a las artes plásticas y en particular a la pintura vitral.
Es posible que el estudio que realizó del Arte Puro, lo condujera a reflexionar en hacer algo grande, en tratar de producir diversas obras en diferentes áreas o disciplinas del quehacer plástico.
Sería exagerado, muy exagerado en tratar de aproximar el pensamiento de de Juan de Jesús Espinoza como una forma de querer o pretender imitar la obra de estos grandes artistas. Lo que sí está muy claro fue la valoración que le dio al tema religioso y en especial, al que efectuaron los dos personajes a los cuales nos hemos referido. Es por consiguiente, que en todos esos vitrales que engalanan muchas de las Iglesias y Catedrales del país, es frecuente ver u observar ese tema a que nos hemos referido.
Conocimos al maestro Juan de Jesús Espinoza personalmente en su pueblo de Río Tocuyo, luego de su regreso triunfal por más de 60 años que estuvo fuera de su suelo natal, transcurría el año 2011, y el maestro Espinoza a sus 92 años continuaba realizando su trabajo artístico instalado en su taller. Personal del Ministerio del Poder Popular para la Cultura estuvo en dos oportunidades en su casa taller: con motivo de conocerlo y saludarlo. Otro propósito de esa visita consistía en tratar de lograr una entrevista no formal, porque, existen muchos personajes que no les agrada dar entrevistas con el protocolo característico de esos actos.
No obstante, a pesar de que se caracterizaba por su humildad, su sinceridad y por ser un hombre muy amable. No dudó en conversar sobre su trayectoria como artista plástico. Toda esa trayectoria la realizó como una manera de satisfacción personal, en primera instancia, luego fue su manera de vivir, su forma de subsistir, con el objeto de levantar a su familia. Dio gracias a sus estudios que realizó en el campo de las Bellas Artes, tuvo grandes y muchos privilegios, que lo conllevaron realizarse como un artista consagrado y en particular en el área de la pintura vitral.
Conversó sobre infinidad de temas que tienen que ver con las artes en forma general. Su trabajo realizado en la Escuela Normal “Miguel Antonio Caro”. Este trabajo en esa escuela tenía para él un propósito muy especial y significativo, ya que, esta institución era la rectoría de la formación de los maestros del país.
El consideraba que esa casa de estudios de los futuros docentes, era fundamental con el objeto de promover una buena motivación en ellos, en el ámbito de las Artes Plásticas, pues bien, este planteamiento incidiría notablemente en la espiritualidad y ayudaría en hacer de las personas que sean más sensibles. Con esa idea que manejaba creía que los docentes, una vez y al estar o tener al frente a los niños y jóvenes de la patria, de una u otra manera, el docente pudiera incidir en la conducta de los estudiantes y se imaginaba que de ahí saldrían miles de personas motivadas, entusiasmadas a inclinarse por alguna de las disciplinas de esta carrera tan especial.
Por otro lado mantuvo una idea fija, muy similar a la que sostuvo en la Escuela Normal. Él pensaba que su labor en la Escuela de Formación de Oficiales de las Fuerzas Armadas de Cooperación. E.F.O.F.A.C., creía firmemente que en esta institución castrense se podría presentar la misma propuesta que se propuso en la Escuela Normal. Él afirmaba que ese contingente de militares jóvenes, tenían todo un potencial, y por considerar que la formación de los militares está basada en una disciplina férrea, muy fuerte y de mucha exigencia. Se podría predecir que el área de Educación Artística en la Formación de los Militares Venezolanos, es posible que pudiera contribuir de algún modo en lograr esa sensibilidad en ellos. Sería ideal para bajar un poco esa presión que sienten al estar en las prácticas y ejercicios físicos.
Por otra parte manifestaba que el desarrollo de esta asignatura, era lo ideal para estimular de alguna manera o causar un impacto positivo en el ánimo, o en la inspiración de muchos de estos soldados, con miras a convertirse en creadores o por lo menos adquirir los conocimientos mínimos que les pudieran servir como entretenimiento, para un relax o en todo caso un hobby.
Al parecer, el profesor Espinoza, se había propuesto una meta, tenía puesta en su mira, esa idea de aprovechar todas esas instituciones donde trabajó a fin de motivar, estimular y orientar a todo ese conglomerado de jóvenes, ya que, esa materia se considera como muy humana, donde el factor talento sobresalía a flote, y nada más indicado que muchos de ellos pudieran, si así fuere su pensamiento, incursionar en el ámbito de las Bellas Artes.
De igual modo estaba empeñado en fomentar esta propuesta en las demás instituciones donde interactuó como docente y como director: El Instituto Universitario de la Policía Metropolitana, La Casa Municipal de la Juventud y en los diferentes Liceos de Caracas, en los cuales laboró.
Imaginemos entonces: ¿Cuánta juventud pasó por sus manos directa e indirectamente? ¿Cómo pudo influir en sus educandos, en sus estudiantes, en sus discípulos? ¿Será que pudo dejar algún grupo de discípulos, que pudieran haber tomado esa iniciativa como una propuesta válida?
En verdad no se puede afirmar. Empero, en virtud de que durante tanto tiempo estuvo presente en la formación de un inmenso caudal de juventudes, se pudiera inferir que su fruto fue sembrado en tierra fértil. Quizá, cuando se comience a hablar de este insigne artista plástico, de este maestro de la pintura vitral, de sus trabajos como escultor, como muralista y como pintor en forma general, aparecerán desde su lugar de enconchamiento y comentarán que su primer contacto con las artes visuales, lo tuvieron con el Maestro Espinoza o que de alguna manera el profesor Juan de Jesús, incidió en varios de ellos y hoy son reconocidos como pintores, escultores, artistas plásticos, fotógrafos, vitalistas, diseñadores gráficos, en fin, la motivación surtió efecto, no fue en vano el trabajo realizado.
Sabemos que Juan de Jesús Espinoza se paseó por casi todas las áreas de las Artes Plásticas, como una manera de demostrar que sus estudios y los conocimientos logrados en ese proceso habían dado sus frutos y de algún modo deseaba demostrarlo; que sí poseía los conocimientos indispensables para ejecutar con propiedad cualquier manifestación que tuviera que ver con algunas de las tantas materias, asignaturas o componentes del currículo del Arte Puro.
El maestro posee en su haber, varios cuadros pintados al óleo, de igual modo experimentaron con pintura acrílica y también logró realizar diversos cuadros con esta técnica. Trabajó la técnica de la acuarela; realizando varios paisajes de su pueblo y de otros lugares del país. Hay que significar que en el área de la escultura, tuvo muy buena aceptación, porque en esta disciplina ejecutó a través de sus obras, el motivo patriótico. Entre sus escultura más conocidas están las del Libertador Simón Bolívar y la del Coronel José María Camacaro. Igualmente incursionó en otras ramas o componentes de esta importante, interesante y acogedora carrera del mundo de la espiritualidad.
Su predilecta a la cual se dedicó con el mayor entusiasmo, con el mejor de los ánimos y con un gran empeño en lograr su objetivo, fue el arte vitral en forma exclusiva, tal vez, por la afirmación que hemos hecho antes, en cuanto al simbolismo de los pasajes bíblicos y sus personajes, el cual lo llenó, lo satisfizo, lo cautivó, en un verdadero acto de embeleso.
No conforme con su gran ejecución en ese sentido, tomó en sus manos la pluma y en paralelo se inició escribiendo una serie de artículos; asignándole la importancia que significaba el arte pictórico como una manifestación espiritual. Se propuso un gran propósito, el mismo lo tenía presente en su mente y en su praxis, de tratar por todas las formas posibles: Impresionar, Impactar, Motivar y en el mejor de los casos lograr entusiasmar a miles de esa juventud emprendedora que solía atender en las diversas instituciones, con el objeto de que se dedicaran a esta actividad específica.
Estos artículos los publicaron en algunos periódicos de Caracas, pero, también mantenía el empeño para que la juventud larense y torrense participara y estuviera informada del acontecer plástico y lo hizo a través de las páginas de El Diario de Carora y El Impulso de Barquisimeto. Por medio de esos periódicos trataba en forma constante, el tema como crítico de arte.
Así mismo tuvo una oportunidad grandiosa de poder viajar por casi todos los países de nuestra América, empero, esos viajes era de trabajo y en ellos dictaba conferencias, promovía conversatorios, dictaba charlas y efectuaba diversos talleres a la juventud estudiosa de liceos y universidades, de esos lugares. Su afán fue ese, promover el estudio e investigación del arte pictórico.
De nuevo se visitó su taller. Esta vez con un pequeño grupo de servidores públicos del MPPC. En esta oportunidad se organizó una visita guiada, donde mostró a los visitantes parte de su gran obra, incluso por medio de fotografías. Se pudo observar algunas obras de Carlos Cruz Diez, de Jesús Soto entre otros quienes fueron condiscípulos en la época de estudiantes. De ese recorrido que se realizó, mostró parte de la colección de su esposa la Profesora Carmen Elena de Espinoza, quien también era pintora.
Subió al taller que estaba en un segundo piso, donde estaba su caballete, su mes de trabajo, las herramientas, pinturas, pinceles, varillas de plomo, algunos pequeños cuadros, entre otras cosas de importancia para él. Desde allí se podía divisar el poblado de Río Tocuyo y comunidades cercanas.
Fue muy amable y a cada cosa que mostraba hacía el comentario pertinente, a objeto de que se obtuviera la información precisa de ese objeto y por qué lo conservaba ahí.
Posteriormente de su fallecimiento el 1ro de enero de 2013, una comisión de trabajadores del Ministerio de Cultura visita de nuevo su casa taller con el propósito de comentarle y plantearle formalmente a una de sus hijas, que el ente rector de la cultura en nuestro país, estaba interesado en convertir ese espacio en un museo, a fin de que se conservaran las cosas y objetos del maestro y que se pudiera abrir al público con esa intensión, para que las nuevas generaciones conocieran y estudiaran la obra extraordinaria del pintor Juan de Jesús Espinoza.
Al principio hubo una buena receptividad, pero los amigos que estaban al frente del Gabinete de Cultura Lara, se descuidaron un poco en efectuar la propuesta a las altas autoridades del ministerio en Caracas y no se pudo concretar en ese año , el logro del objetivo planteado.
Su hija optó por radicarse en la ciudad de Barquisimeto y se llevó todas las pertenencias y obras de su padre. Se comentó que ella organizó el taller en la ciudad crepuscular del estado Lara y continúa realizando los vitrales como una forma de no dejar fenecer la idea y seguir del alguna manera sus pasos.
Lamentablemente el objetivo que se había propuesto no se pudo lograr. Lo ideal hubiese sido que el museo se montara en su propia casa-taller Nazaret. Dicha casa está allí, aún no se ha vendido y sería interesante retomar esta idea con el objeto de que este excelente artista plástico, pudiera ser conocido, tanto él como persona y como baluarte importantísimo de esta carrera tan brillante que ejecutó a lo largo de muchos años, de la misma manera para que se dé a conocer su obra, para que siga latente y gravitando en el pueblo de Río Tocuyo; y de manera especial para las nuevas camadas de jóvenes de ese pueblo y comunidades circunvecinas a objeto de que valoren su obra, la estudien, la internalicen y la difundan.
Cuentos De La Provincia Torrense Nro. 11.-
Fotos cortesía del autor