Por Luis Eduado Cortés Riera.

Publicado en su blog: La gallarda serpentina de El Negro Celestino “Tino” Carrasco Riera

Introducción

A cuarenta años del fallecimiento de El Negro Tino Carrasco, genuino producto del genio de los pueblos del semiárido venezolano, la Alcaldía del Municipio Torres y el Alcalde Ing.  Edgar Manuel Carrasco Páez, han querido resaltar la legendaria y maravillosa  figura de este cantautor caroreño, quien resalta por ser uno de los iniciadores de la canción de protesta o trova social en toda Latinoamérica y Venezuela. Salido de los sectores sociales más humildes, expresó como ninguno el sentir popular, las angustias y males que sufriera el pueblo irredento, así como el deseo de construir una patria más democrática en lo político y lo social.

Sea este un homenaje a la cultura popular, cultura a la que durante mucho tiempo se le negó existencia y a la que muchos prefirieron acallar y silenciar. “Todo cuanto el pueblo hace, piensa y dice, escribe Miguel Acosta Saignes criticando nuestra tozudez semifeudal, nada vale, pues no se elaboró dentro de aulas, a las cuales naturalmente no pueden acudir los obreros y campesinos”.

Con El Negro Tino irrumpe con inusitada e increíble fuerza la voz de la calle, el bramido de una poderosa tradición oral y melódica que es crisol mismo de nuestra constitución como pueblo. Lo nacional venezolano sería impensable sin el concurso del sentir popular. En el pueblo se han guardado, escribe Miguel Acosta Saignes, valores que son el fundamento de nuestras nacionalidades. Existe una cultura específica de la plaza pública y también del humor popular, afirma Mijail Bajtin. El humor, que es sabiduría del pueblo, es objeto digno de estudio desde el punto de vista cultural, histórico, folklórico o literario.

El Negro Tino es la resultante de una antigua tradición oral y musical que fue menospreciada secularmente y que debemos preservar a como dé lugar. Recordemos con don Mario Briceño Iragorry que “definir la tradición y velar por su constante progreso es deber de colectividades que aspiran a robustecer su personalidad en los cuadros de la historia universal.”

Hemos querido emplear una expresión de don Mariano Picón Salas “la gallarda serpentina del Negro Tino Carrasco” para darle título al presente ensayo y para destacar que las mentes más lúcidas y penetrantes de Venezuela se preocuparon hace ya bastante tiempo por “la aparición de lo venezolano”. Es decir, tratar de entender cómo fue nuestro proceso de constitución como pueblo es lo que permitirá, eventualmente, nuestro ascenso a la categoría de nación, como reflexionaba don Mario Briceño Iragorry.

Es nuestra misión darle en el presente continuidad a esta fecunda y exuberante reflexión de lo nacional venezolano, para enfrentar de tal manera  las fuerzas disociadoras del libre mercado que nos amenazan constantemente, porque al defender nuestra cultura estamos defendiendo la nación. La esencia de la nación está en su cultura. Perdemos la cultura, perdemos la nación.

A semejante esfuerzo político y cultural estamos convocados todos. Adelante.

Porque soy morenito

El Negro  Celestino “Tino” Carrasco nació cuando despuntaba el siglo XX, en momentos cuando las naves de guerra alemanas e inglesas se preparaban para bloquear perversa y criminalmente las costas venezolanas, defendidas en esa ocasión por el bravo pueblo venezolano bajo la conducción del presidente Cipriano Castro. Allá, en lo profundo de Venezuela, en una remota ciudad del Occidente semiárido, viene a la vida el 6 de abril de 1901 uno de los más originales y reconocidos cantautores de todos los tiempos, un verdadero iniciador y precursor de lo que más tarde habría de llamarse la “trova social” o “canción de protesta”. Sus ojos se abrieron en uno de los sectores más populares de Carora, Estado Lara, en el bullicioso, carnavalesco y festivo Barrio Nuevo, lugar de más allá del Quebradón, lugar donde vivían aquellos que no enterraban sus raíces en lo que se ha dado en llamar la “godarria caroreña” o “mantuanismo  de Carora”.

Sector habitado secularmente por el pardaje y la negritud que vienen directamente de la Venezuela preindependentista, los barrionovenses se constituían sin embargo en el lado melódico, carnavalesco y festivo de aquella sociedad firmemente anclada en el pasado colonial. Pulperos y matarifes, albañiles, herreros y fabricantes de chimó, así como “concertados” en las casas de los “mantuanos caroreños”, eran los herederos de largos siglos de vasallaje social. Pero una ley sociológica podrá entreverse allí entre los marginados de la sociedad de clases, esto es, el ser poseedores de una creatividad sin parangón en la música, la arquitectura, la gastronomía,  el baile y la danza, así como la tradición oral y un humorismo extremadamente creativo y original. Una cosmovisión cómica y carnavalesca.

Si en la Nueva Orleans de la Lousiana estadounidense nacería el mundialmente famoso ritmo del jazz entre los descendientes de los negros abrumados por el trabajo en las siembras algodoneras del “Deep Sur”, en tierras venezolanas dedicadas a la caña de azúcar nacerán, derivados del concepto musical afroamericano, indígena y español, nacido en las abyectas esclavitudes negras, el Golpe Tocuyano, el Golpe Curarigüeño, así como el Tamunangue Larense, la manifestación folklórica  “más rica y hermosa de Venezuela, si ya no lo es de la América toda”, como afirma el sabio larense Francisco Tamayo.

Tanto el jazz como el Golpe larense tienen un rasgo distintivo: la enorme capacidad de improvisación de ambos géneros musicales, los que estando separados por el mar y la historia, conservan ese hilo ancestral que los entronca con el continente que es cuna de la humanidad: el África negra. Pero no se podrán entender cabalmente tales manifestaciones folklóricas sin el agregado cultural hispano: la lengua castellana y el catolicismo de la Contrarreforma. La presencia aborigen solo se expresa insinuada en cierta melancolía melódica.

En cuanto al Golpe Tocuyano, es como lo señala Francisco Tamayo, “… la especie musical más usada en los términos de El Tocuyo, como expresión de regocijo…”. Para este sabio larense, así como el Tamunangue es expresión fundamentalmente africana, originada en las plantaciones de los valles tocuyanos y curarigüeños, el Golpe, por el contrario, es para Tamayo una manifestación del componente étnico indígena, presente sobre todo en las serranías. Su contenido está relacionado a los animales, a las actividades cotidianas como la cacería, a la protesta, a la situación de los campesinos como legítimos herederos de los aborígenes de la región.

El Golpe larense no es otra cosa que una derivación del joropo venezolano-colombiano en tierras del semiárido larense. Es un canto al compás de vals, se toca al ritmo de 6/8. Se acompaña de instrumentos venidos de tres continentes: el Cuatro y el Quinto europeos, los tambores africanos y las maracas aborígenes. Se interpreta a dos voces y se le conoce como una canta a dúo.

El golpe larense no es exclusivo del estado Lara, como mal podrá creerse. El folklorista Luis Felipe Ramón y Rivera nos dice que es una especie musical del género bailable y lo clasifica como “la segunda de las piezas con las que se baila el joropo.” La diversidad de Golpes en Venezuela es muy grande. Este investigador tachirense lo explica por la naturaleza bailable, pero también porque “los músicos y cantores los designan con nombres propios que una veces entresacan del estribillo, otras, de una de las coplas, otras responden simplemente al capricho popular o a homenaje a mujeres, recordación de hechos y cosas, etc.” Esto explica, por ejemplo, Golpes como “La Mala Rucia”, “La Perica”, “El Papelón”, “La Chiricoca”, “Amalia Rosa”, cuyo autor es El Negro Tino Carrasco,  “El Camaleón”, “Los Barbanches”.

Agrega Ramón y Rivera  que “existe  en el Golpe un conjunto de piezas que deben ser ejecutadas dentro de una sucesión de armonía características. Algunas, como La Chipola, son bimodales, y todas tienen una armonía con modulaciones breves y tonalidades vecinas. Los cantores conocen patrones melódicos y cadenciales fijos para cada una de las piezas, y sobre dichos patrones improvisan.”

Los instrumentos cantantes para la ejecución del Golpe, según la zona de Venezuela, son el arpa andaluza, la bandola llanera, la bandolina (con la que se distinguió de forma excepcional El Negro Tino Carrasco), como instrumentos acompañantes el Cuatro, las maracas, el tiple, la guitarra y la tambora. Como regla general se acepta que la voz humana es el principal instrumento y que el arpa, la bandola o la bandolina ayuden “haciendo contracantos.”

Estructuralmente, el Golpe constituye una melodía muy sencilla, “de ocho a dieciséis compases, la cual se repite con mínimas variante o sin ellas.

En el Golpe Larense o Golpe Tocuyano—forma del joropo arraigado en Lara y en los pueblos vecinos del estado Yaracuy, Trujillo y Portuguesa–,además del uso del estribillo, es el único en Venezuela que se canta a dos voces, dúo del que Ramón y Rivera escribe que además de ser “en su mayor parte en terceras paralelas, es común sobre todo en los estribillos, pero pueden aparecer también en las estrofas iniciales correspondientes musicalmente a la primera—o primera y segunda—parte melódica”, con una armonía que como en la mayoría de los golpes se reduce a un circulo de Tónica—Subdominante—Dominante—Tónica, “empleándose un compás de tres tiempos para cada acorde, menos para el de la dominante que lleva siempre dos”. Un ejemplo bien conocido del golpe larense es “La chiricoca”.

Los folkloristas larenses José Nemesio Godoy y Martín Díaz Peraza apuntan que el golpe en el estado Lara es un canto al compás del vals, menos movido que el joropo, pero más ligero que el vals. Los cantores van entonando los cuartetos a dos voces—primera y tercera—y al terminar cantan el estribillo, de acuerdo con el nombre de la pieza, que es coreado por el conjunto.

Los instrumentos usados por el conjunto son: el cuatro, el cinco, el tambor colgante, y las maracas. El baile del golpe es muy diferente al del joropo: el hombre siempre hace gracias a la pareja, con las manos en continuo movimiento. En ocasiones se descubre para ponerle el sombrero a la dama y con los pies hace figuras y zapateos. Para más lucimiento, cuando los cantores entonan algunos versos  a las parejas, ellos se acercan a éstos y dan un saludo de cortesía.

Otras formas del Golpe en Venezuela:

En Guayana se conoce como Golpe o joropo con estribillo, del que la pieza “El Papelón” es muy conocido ejemplo. Es prácticamente característico del oriente venezolano. La melodía es fija y el estribillo improvisado. Otro Golpe oriental es el Golpe de Arpa, que son los golpes llaneros interpretados en los estados Anzoátegui y Monagas. Como todo Golpe también improvisa sobre la base de repercusiones, las cuales están destinadas específicamente para el baile.

Escenario distinto son los Valles del Tuy en los estados Aragua, Carabobo y Guárico,  donde tenemos el joropo central o Golpe Tuyero. En el baile las parejas van muy unidas. Son los descendientes de los negros quienes aprendieron a tocar el arpa en este valle y no los indios, como sucedió en el llano. Los instrumentos empleados son el arpa y las maracas y el “buche” o voz. No emplea el Cuatro.

El Golpe tocuyano y el Golpe curarigüeño

Ambos golpes son derivados del Tamunangue o Sones de Negro que tuvieron origen en El Tocuyo de los siglos XVII y XVIII. Existen algunas diferencias entre el Golpe de la “Ciudad Madre de Venezuela”, El Tocuyo, y el Golpe curarigüeño, nos dice Juan José Colmenárez. El Golpe tocuyano se ajusta un poco más a la métrica musical, es más lineal. El Golpe curaricüeño es más caprichoso, comienza lento y va apurando a manera que se va desarrollando el argumento. Y termina de igual manera, muy a capricho, un instrumento primero que otro, como queriendo dar la “despedida”. El que se interpreta en la tierra de don Pío Alvarado es más lento y guarda cierta semejanza al Golpe de los caseríos morandinos de Los Boros. Su rasgueo o golpe de mano es distinto, así como también las voces y las letras.

El Golpe tocuyano es ágil y vivaz, rítmicamente rápido. El Golpe tocuyano más antiguo lleva por nombre La flor del cacao.

Este ritmo de fuerte carga negroide fue rechazado por las capas sociales instruidas, pues era interpretado por  el pueblo analfabeta, los descendientes de los negros esclavos que hacían trabajos agotadores en los cañamelares ubicados entre Curarigua y El Tocuyo.

Una síntesis biográfica de El Negro  Celestino Tino Carrasco

Antes de referirnos a la durísima y a la vez simpática vida del cantautor caroreño, larense y venezolano, veamos algunas expresiones del historiador de la cultura Mariano Picón Salas sobre nuestro personaje. El extraordinario historiador y ensayista merideño, quien se convirtió  junto a su esposa, doña Beatriz, en el padre adoptivo de El Negro Tino escribió que “Tino improvisaba las más intencionadas coplas. Darle al Negro Tino un pie forzado y ya lo estará desarrollando y devolviéndolo como una gallarda serpentina. Dice Picón salas que en la árida y recia Carora tiene El Negro Tino el prestigio y la solidez de una simpática institución. En su cédula electoral se llama Celestino Carrasco, pero con el cuatro y la bandolina en la mano y ya en trance de improvisar, nadie lo nombra sino El Negro Tino.

Mariano Picón Salas escribió: “Es Tino parte de una inmensa tradición rapsódica venezolana que remonta a las viejas canciones coloniales, a los cantares de gesta de la Independencia y la Federación y a todas las peripecias contemporáneas que pule y elabora su inventiva de artista, se pone al hablar con su garganta”. “En su Corrido de las Cien mujeres, agrega Don Mariano, que por la fluencia de la versificación y la agilidad de los retruécanos parece la obra de un Lope de Vega selvático y mestizo que no tuviera otro maestro que la más alegre y desenfadada Naturaleza… Es en la invención  de nuestra música popular, el curioso e inspirado equivalente de Feliciano Carvallo en nuestra pintura”.

Obras maestras suyas son: “El Corrido de El Tocuyo”, “Fuego en la Pelea”, “Historia de Juan Bimba”, y sobre todo, su Corrido de las Cien Mujeres. En 1985 salió a la calle el disco larga duración o LP de José Luis Rodríguez El Puma, contentivo de la pieza Amalia Rosa. El popular cantante declaró que las ganancias de esta pieza serían destinadas a la viuda del compositor, Juana Bastidas de Carrasco y que él proseguiría con sus grabaciones de versiones folklóricas, con la intención de rescatarlas.

Al Negro Tino se le conoce también como “El Roble Caroreño”. Nació como ya dijimos, el 6 de abril de 1901 en la antigua ciudad de Carora, Estado Lara y falleció en Barquisimeto el 8 de febrero de 1975. En el aniversario de su muerte, las emisoras radiales del estado Lara emiten sus hermosas y populares canciones, entre las que se cuentan “Golpe Tocuyano”, “La Guerra de los Vargas”, “Amalia Rosa”, entre otras 150 piezas compuestas por este genio popular venezolano, según refiere su sobrina, la investigadora Violeta Castillo.

La profesora en castellano y literatura Violeta Castillo, nos refiere que su tío fue hijo de Quintina Riera y Alejandro Carrasco. Fue  el mayor de ocho hermanos: Esteban Torrealba, Fortunato, Alejandrito, Ramón, Amelia, Margarita y Carmela. Sus hermanas Amelia, Margarita y Carmela se destacaron como artistas de teatro y comedia y como tal se presentaron en muchas ocasiones en cines de Barquisimeto y Carora.

Comenzó a los ocho años a afinar la bandolina, tratando de improvisar de todo y con mucha humildad se inspiró no solamente en la naturaleza y en el amor, sino también en las injusticias sociales. En este sentido es el precursor de la llamada trova social o canción de protesta e Venezuela y Latinoamérica, lo que es justo resaltar, y que en Latinoamérica tiene como exponentes connotados a Facundo Cabral, Atahualpa Yupanqui, Alberto Cortez, Mercedes Sosa, Violeta Parra, Víctor Jara, Daniel Viglietti, Alfredo Zitarrosa, Carlos Mejías Godoy, Pablo Milanés, Chico Buarque, Carlos Puebla, Silvio Rodríguez, Piero, Rubén Blades, Soledad Bravo, Gloria Martín, Alí Primera, el catalán Joan Manuel Serrat, entre otros.

¿De dónde le viene a este inspirado cantor popular ese genuino y sin igual sentido de protesta y por la justicia social? En 1921 sufrió un hecho dolorosísimo El Negro Tino siendo muy joven. Sucedió que su padre, Alejandro Carrasco, era alguacil carcelero de Carora y se le comisionó trasladar un reo de alta peligrosidad a la cárcel de Las Tres Torres de Barquisimeto, y se hizo acompañar de Tino. Durante el trayecto a lomo de bestias, el delincuente logró darse a la fuga. El brutal y despiadado gobierno gomecista al enterarse de aquello pidió a Alejandro entregase a su hijo para que cumpliera la condena que le tocaba al criminal escapado. Tras las rejas permaneció nueve años el joven caroreño cumpliendo tan injusta sentencia. En la cárcel retomó sus estudios e incluso aspiró a graduarse de sargento técnico, sin abandonar la composición de canciones populares y de protesta ante la retrógrada dictadura del general Juan Vicente Gómez.

Durante los años de la Gran Depresión que sufre el capitalismo, en 1929, sale finalmente liberado de prisión gracias a las diligencias adelantadas por su padre y otros familiares. Regresa a Carora donde conoce a Juana Paula Bastidas, con quien contrae matrimonio y de esta unión nacerán nueve hijos: Ricardo, Pablo, Alejandro, Aura, Marina, Héctor, Carmen, Gloria, Rosa, y Blanca.

Es de destacar que gran parte de la obra poético musical de Tino Carrasco se desarrolla durante la cruel  y bárbara dictadura del general Juan Vicente Gómez, el breve periodo democrático de 1936 a 1948, la dictadura del general Marcos Pérez Jiménez entre 1948 y 1958, y finalmente el periodo de la llamada cuarta republica, es decir desde 1958 hasta 1975, año del fallecimiento del rapsoda caroreño.

A partir de 1939 el Negro Tino se abre camino en las actividades culturales de su Barrio Nuevo, en Carora. Recorre sus calles acompañado de extraordinarios músicos barrionovenses, tales como Ángel Álvarez, el Chingo Álvarez, Candelario Leal, “Vale Cayayo”, Fernando Riera, “Nando Riera”, el destacado guitarrista Rodrigo Riera y el no menos famoso Alirio Díaz. Las serenatas y la bohemia fueron consolidando su prestigio como cantor popular.

Poco a poco su imagen se crecía, por lo que se vio impulsado a viajar por los estados Zulia, Trujillo, Falcón, Portuguesa. En 1952 triunfa en Caracas al hacer presentaciones radiales, la prensa y la televisión, estimulado, como ya se dijo, por el eminente escritor Mariano Picón Salas y su esposa doña Beatriz, quienes lo conocieron a través de la amistad de El Negro Tino con el historiador caroreño Dr. Ambrosio Perera. De tal manera logra contratos para hacer sus primeras grabaciones en discos de acetato.

Los titulares como “El Negro Tino triunfa en Caracas” no se hicieron esperar en los diarios El Nacional de Miguel Otero Silva, y El Universal, entre otros. A raíz de esta promoción organizó con sus hijos, Héctor y Ricardo, un grupo musical llamado “Conjunto Morere”. Desde este momento su figura cobró dimensión nacional.

En 1953 su hijo “Pablo de Lara” hizo su aparición melódica y fue bautizado como “Benjamín de los Tenores”. A través de su hijo incursionó Tino en la televisión en la década de 1960 en el famoso Show de Reny Ottolina y de igual manera en el programa Sábado Espectacular de Amador Bendayán.

Llamado por su tierra, vuelve Tino a Carora en 1962 e inicia giras acompañado del Conjunto Morere por Cuicas, Chejendé, Motatán, Jabón, San Pedro, localidades de los Andes trujillanos y larenses.

Desde 1967 comienza a enfermar gravemente afectado por una afección laríngea. Su familia lo traslada urgentemente al Hospital Antonio María Pineda de Barquisimeto, donde es atendido por su compadre, el Dr. Pedro Adrián Santeliz, quien tras delicada operación quirúrgica le coloca un traqueótomo para que el cantante pueda volver a hablar. Privado de su magnifica voz sin embargo comenzó a componer música instrumental, tales como “Retorno a Carora”, El Trovador del Morere, Tristeza en el Alma, Mi Regreso a Lara, A Orillas del Turbio, Las curvas de San Pablo, El Revoltoso, Yo, El Negro Tino, entre otras.

Sus postreros años trascurren en la ciudad de Barquisimeto. En 1974 se presenta por última vez en sábado Sensacional, programa conducido por Amador Bendayán.

Un año después, el ocho de febrero de 1975, fallece El Negro Tino en el Hospital Antonio María Pineda, rodeado de sus familiares y amigos, este singular personaje de nuestra cultura popular que contó entre sus admiradores y amigos a ese gran descubridor de talentos que fue Cecilio “Chío” Zubillaga Perera, Isaías Ávila, Pedro Franco, el constitucionalista Ambrosio Oropeza, el compositor y cantante Antonio Heredia, el compositor Juan Ramón Barrios,  el director de la Orquesta Mavare Juancho Lucena, Gerardo Brito, la cantante lírica Bertica Medina, Félix Morón, los guitarristas caroreños  universales Alirio Díaz y Rodrigo Riera, Pedro Sánchez Rodríguez, el historiador Francisco Cañizález Verde, el humorista José Díaz “Joselo”, la cantante Adilia Castillo, quien hizo nacionalmente conocido el golpe compuesto por Tino Carrasco y que comienza con : Ah mundo Barquisimeto, los animadores de la televisión Amador Bendayán y Renny Ottolina, el “tenor favorito de Venezuela” Alfredo Sadel, el cantante Mario Suárez y el rescatador de la tonada, el inmortal Simón Díaz, entre otros.

La bandolina de El Negro Tino Carrasco

El instrumento musical con el cual El Negro Tino se acompañó fue la bandolina napolitana o mandolín. Es un cordófono de cuatro cuerdas dobles de afinación sol, re, la, mi,  que tiene su origen en la guitarra árabe y sus derivados, el laúd, el cistro o la cítola. Este último proliferó en el siglo XV y dio origen en múltiples instrumentos en diversas culturas, tales como el banjo estadounidense, el ukulele, la balalaika rusa, el bouzouki sueco, el Cuatro nuestro y la bandolina. Es el instrumento de la música popular en muchos países: Chile, Bolivia, Colombia, Perú, Brasil, Ecuador y Venezuela.

A principios del siglo XX el bandolín comienza a desplazar a la bandola, y se instala en el gusto del mundo campesino venezolano. Con el bandolín se puede tocar todo tipo de música: valses, golpes y estribillos, merengues, polos, jotas, malagueñas, música más o menos moderna como la guacharaca, pasodobles y otros. También música para velorios, como galerón, fulías, punto y sus variantes, además de acompañar aguinaldos y diversiones.

De modo pues que fue con este versátil instrumento con el cual Tino desarrolló su enorme inventiva poética y musical. Sombrero de pajilla, paltó a cuadros y bandolina en mano daban a El Negro Tino un aire de teatralidad, de comedia callejera y de bohemia heteróclito y singular.

Intérpretes de las composiciones de El Negro Tino Carrasco

Amalia Rosa por el mundo

Podemos afirmar rotundamente que la música de este rapsoda y poeta caroreño le ha dado la vuelta al mundo. Es música global, diríamos hoy. Sus intérpretes van de uno a otro continente. En  Japón La Estudiantina Komaba Concet,  Europa La Tuna Universitaria de España,   Islas Canarias Los Sabandeños,  Chile grupo Illapu interpreta Amalia Rosa, Quipunto Contrateto, Los Machucambos, Ay Caramba, Quinteto Contrapunto, Jesús Sevillano, los solistas David Salaz, José Luis Rodríguez “El Puma”, Grupo Musical venezolano El Pacto, el carachense  Catire Víctor Durán, el cuatrista caroreño “Chemiguel” Dorantes, la Orquesta de Cuerdas Cuatros y más Cuatros de Amado López, Adilia Castillo, Lilia Vera, Niños Cantores de Lara,  Serenata Guayanesa, Cecilia Todd, la centenaria Orquesta  Pequeña Mavare, la orquesta del maestro  Billo Frómeta, Orquesta Los Melódicos de Renato Capriles, El Pollo Brito, Lila Morillo, Simón Díaz, el cantante español Julio Iglesias, el tenor hispanomexicano Plácido Domingo, Mario Suárez, Magdalena Sánchez, Pablo Canela, El Dueto Criollísimo de Maracaibo, Golperos de El Tocuyo, La Negrita Cariñosa Edith Salcedo quien lo interpretó en japonés, Rosalinda García, Benito Quiroz, Frank Sangronis, Voces de Lara, Los Guarandinos, Lara en Golpes, el Grupo Unicornio, quien gana el Primer Festival Internacional de la OTI con la pieza La guerra de los Vargas, y muchos más…

En su ciudad y municipio natal ha sido armonizado e interpretado por el Maestro de la guitarra Alirio Díaz, así como por el Grupo Brecha, Sinfónica de Venezuela dirigida por el Maestro Felipe Izcaray, Los Hermanos Gómez,  Orfeón Universitario de la Unexpo, dirigido por José Gregorio Carmona, Antonio Celeste, Alberto González “Beto El Chueco”, Duney Madrid, Banda Municipal Juancho Querales, grupos Kurura y Diapasón, Orfeón Carora, fundado por Juan Martínez Herrera, Golperos de la Unexpo de Carora, su hijo Pablo de Lara, Tico Páez, Alexis Riera “El Cantor de la Esperanza”, Julio César Carrasco y su Espectáculo Canaima, Ramón Ramos, el Dúo Amistad de Campanero, Los Trovadores Caroreños, Coro de la Escuela de Música Juancho Querales, Evaristo González “El Zamurito”, Los Golperos de Don Pío, entre otros.

Sirva pues este florilegio, incompleto sin duda, de intérpretes académicos y populares de las composiciones del rapsoda caroreño, para darnos cuenta cabal de sus gigantescas dimensiones como creativo de lo popular venezolano que es El Negro Tino.

Los Ejes Temáticos de las canciones de El Negro Tino Carrasco:

Violeta Castillo organiza las distintas canciones de El Negro Tino en Ejes Temáticos. El primer eje será de orden político-ideológico, donde ataca y critica las relaciones de poder y la resistencia a tal poder: las dictaduras, los norteamericanos. Acá se destacan composiciones como Juan Bimba, El Petróleo, El Alto Costo de la Vida, Los Angelitos de Pedro Estrada, El Fosforo Nacional, Montilla, Los Cuatro Colores del Continente Suramericano, La Guerra de los Vargas, El Samán, Tened Piedad de Mí, El Pollito y El Triunfo de Fidel Castro en Cuba.

El segundo eje temático es el gentilicio, el orgullo de ser habitante de un país: Venezuela. Es lo que se llama la comunidad imaginada: la nación. En este eje destacamos la canción Los Cuatro Colores del Continente Americano y también Los Gritos de Chapita.

Otro eje temático es el amor, el fuego y la pasión de un sentimiento que garantiza y le da sentido a la existencia humana. Vinculado a este eje temático se encuentra la mujer como otro eje temático. En este eje se destacan Amalia Rosa y Las Cien Mujeres, La Negra, Soñar Despierto, Regálame un Beso, Despierta y Suspirar.

La autora escoge 27 textos poéticos de El Negro Tino de los 150 que conforman su repertorio y que tuvo el excepcional trabajo de rescatarlos de los archivos de la Sociedad Venezolana de Autores y Compositores en la ciudad de Caracas. Veámoslos seguidamente:

Las Canciones de El Negro Tino Carrasco

Canción Nº 1: Juan Bimba. Corrido.

Juan bimba no pide mucho
porque su alma no es avara
Con un pedazo de tierra
que le regaló la patria
Y a través de su conuco
hará su rancho de paja
Temeroso y convencido
de ver su vida burlada
Muy poco es lo que ambiciona
para aliviar su desgracia
Pero Juan Bimba no quiere
que le den la tierra fiada
Porque con tanta miseria
tal vez no podrá pagarla
Y su experiencia le dice
que cuando el invierno tarda
Muchas veces la semilla
se siembra pero no talla
Y en los años sin cosecha
su existencia es más amarga
Juan Bimba que nunca ha sido dueño
de hacienda y de casa
Porque siempre está dispuesto
a morirse por la patria
Porque solo tiene angustia
quien dignamente trabaja
Defensor de la llanura
lo mismo que la montaña
Si alguna vez en la vida
si es que la justicia ampara
Su palabra nunca oída
debe ser escuchada
Si le niegan sus derechos
no existe la democracia
Y morirán de tristeza
los empeños de su alma
Pero bien sabe Juan Bimba
que no es culpable la patria.

Comentario: Juan Bimba es el nombre que se le da al pueblo humilde en Venezuela. Se le presenta con pantalón enrollado, franela, sombrero de cogollo y alpargatas. Es un campesino pobre y sin tierras para sembrar, que fue popularizado por el gran poeta cumanés Andrés Eloy Blanco. Su figura apareció en la propaganda del partido Acción Democrática, quien prontamente lo desechó. Hoy está casi desaparecido Juan Bimba del imaginario venezolano.

Canción Nº 2: El Petróleo.

Cuando los americanos

empezaron a venir

Sólo se oía decir

qué bien están los zulianos

Pero llegaron corianos,

negros y margariteños

Vinieron los guaireños,

más atrás los emigrados

No vinieron los rayados,

porque no hicieron empeño

Ver aquella inmigración

atravesar noche y día

Buscando las compañías

daba desesperación

Pero tenían razón

pues venían a buscar

A llevarse el capital

que emplea el americano

De ver que ningún zuliano

lo sabía aprovechar

Pa’ acabarlos de arruinar

nos mandaron las victrolas

El aumento de salarios

y que hagan bajar los precios

Quién se iba a imaginar

que vinieran hidroaviones

Automóviles, camiones

y teléfonos sin hilo

Y cosas por el estilo

que inventan esos ladrones

Las mujeres no querían

sino eran americanos

Diariamente los veían

con el volante en la mano

Mientras el pobre zuliano

por interés de comprar

A sus hijos un hogar

trabajaba, noche y día

Tierra para los campesinos

porque ellos son muy sinceros.

Comentario: esta composición es una de la de más marcado carácter antiimperialista de El Negro Tino. Relata la llegada de las compañías petroleras de los Estados Unidos al Lago de Maracaibo, estado Zulia con el fin de llevarse nuestro petróleo casi regalado. Con los norteamericanos llegó a Venezuela el “modo de vida americano”, los aparatos eléctricos y los automóviles. No vacila nuestro cantautor de calificarlos de ladrones.

Canción Nº 3: El Alto Costo de la Vida.

Con el permiso señores

oigan esta relación

El alto costo de la vida

existe en nuestra nación

A dos cincuenta caraotas,

dos bolos un papelón

La manteca por las nubes,

el café por el olor

Diez bolos el kilo de marrano,

donde hay tanta producción

Para este año sesenta

debemos estar contentos

De tener un presidente,

cumpla sus ofrecimientos

Que esté llena la barriga

y ese corazón contento

Para que sirva de ejemplo

a muchísimos tiranos

Con la gran reforma agraria

para los venezolanos

Se le pide al presidente

y a la cámara de comercio

El aumento de salarios

y que hagan bajar los precios

No crean que soy tan necio

y yo le pido primero

Trabajo para los obreros

y miles de familias

Con muchísimas viviendas

con agua, luz y bien construidas

Por tanto rinconcito

que existe en mi Venezuela

Disciplina para el pueblo

con muchísimas escuelas

Si se quieren carreteras

y caminos vecinales

Para que seamos iguales

desde el trece de febrero.

Dándole a las compañías

más alas para volar.

Comentario: a principios de la década de 1960 había una gran expectativa por el gobierno del presidente Rómulo Betancourt, quien entonces iba a firmar el Decreto de la muy ansiada Reforma Agraria, instrumento jurídico  con el que se proponía dar la tierra a los campesinos quitándosela a los latifundistas. A pesar del alto costo de la vida, El Negro Tino pone sus esperanzas en Betancourt y su gobierno.

Canción Nº 4: Los Angelitos de Pedro Estrada.

Este año va a estar bien malo

para los venezolanos

Quieren acabar con nosotros

dejar puros italianos

Miren que par de tiranos

con toda su camarilla

Iban a usar la estampilla

con el retrato del tirano

Y qué será de nosotros

si Dios no mete la mano

El veintidós preparaban la enredada

por agarrar a Pedro Estrada

Una revolución planeada

por la Junta Militar

Para poder derrocar

a este gobierno tirano

Que viva este Bravo Pueblo

y todos los venezolanos

Dios se lo pague a la Junta

y a todos los estudiantes

Que nos quitaron el yugo

de esta pila de adulantes

Y fueron todos cantantes

por derrocar al gobierno

Todos lo hicieron bien bueno

y Venezuela dio un giro

Que vivan los estudiantes

y que mueran los esbirros

En Carora se encontraba

un tal Capitán Chacón

Que tenía una policía

más fuerte que la nación

Era más peor que Perón

y los tenía engañados

Muchos estaban en lista

y muchísimos fichados

Para sacarlos del pueblo

y por mal recomendados

Carora que ha sido muy grande

y muy revolucionaria

Había una pila de esbirros

devengaban un salario

Mire cómo se completa

la pasada tiranía

Una policía secreta

que tenía el capitán

De acuerdo con Pedro Estrada

y Vallenilla Lanz.

Comentario: esta canción fue compuesta por El Negro Tino recién derrocada la dictadura del general Marcos Pérez Jiménez en 1958. El título se refiere a los adulantes del director de la temida policía política del régimen, la Seguridad Nacional, el feroz Pedro Estrada. Este cruel y sanguinario represor fue el responsable de la muerte de Alberto Carnevalli, Luis Hurtado Higuera, Antonio Pinto Salinas. El 10 de enero de 1958 salió al exilio Estrada cuando los militares exigieron a Pérez Jiménez destituirlo. El dictador huiría del país la noche del 23 de enero de 1958. En la ciudad de Carora era jefe de la temida Seguridad Nacional el capitán Chacón, conocido por su conducta represiva.

Canción Nº 5: El Fósforo Nacional.

Tanto como trabajó

Bolívar por la Libertad

A su patria natural

y de nada le sirvió

Porque después que él murió

sus leyes no se cruzaron

Los verdugos regresaron

existió la tiranía

La injusticia, la anarquía

cuando los Gómez mandaron

Pero al fin murió el tirano

que esclavizó a Venezuela

Ya mandó López Contreras

que prometió ser mejor

Pero veo alrededor

varios viejos magistrados

Deben ser despatriados

de este nuevo presidente

Y si López no es consciente

también será despatriado

Cuando Gómez se sentó

en tan delicada silla

Entre la Casa Amarilla

todo el palacio tembló

El mundo se oscureció

en mirar que un animal

Se sentaba a esclavizar

al pueblo venezolano

Y consecuente tirano

sin lectura y criminal

Todo aquel que haya mandado

con Gómez en Venezuela

Tiene escrita una novela

de crímenes y no ha pagado

Habló con los magistrados

que hoy mandan en la nación

Que cambien de corazón

sobre el cuerpo familiar

Y así podrá progresar

de nuevo la población

Si Bolívar existiera

no venderían su retrato

Tan mísero y tan barato

como si fuera cualquiera

Al verlo en la fosforera

un hombre de tanta fama

Todo el mundo lo proclama

venderlo por un cuartillo

Y si alguien lo reclama

muere preso en un castillo

Hasta yo mismo discierno

que fue un hombre de nobleza

Y ha convenido el gobierno

ponerlo en esa bajeza

Y nos cayó de sorpresa

al verlo en la fosforera

Un hombre como cualquiera

después nos libertó

Como hijo defiendo yo

aunque por la patria muera

Esas son las instrucciones

que el gobierno nos ha dado

Después de haber libertado

Bolívar cinco naciones

Esas consideraciones

a un padre no se las demos

Porque nosotros podemos

sin la mayor novedad

Hay que dar la libertad

sin gratitud no tenemos

Él fundó la Independencia

y la amaba con fervor

Por la Santa Providencia

llegó a ser Libertador

A la patria dio su amor

y así le van a pagar

Si llega a resucitar

y se encuentra en las cajitas

Ve que es un propagandista

del fosforo nacional

Comentario: se trata de una canción de las más largas y que toca los más variados aspectos de las 150 piezas compuestas por El Negro Tino. Es posible que haya sido compuesta a finales del gobierno lopecista y comienzos del gobierno del presidente Medina Angarita. Se lamenta que en el gobierno de López Contreras siguieran mandando elementos que fueron altos funcionarios del gomecismo, oprobioso régimen dictatorial que lo mantuvo encarcelado injustamente en la prisión de Las Tras Torres de Barquisimeto desde 1920 hasta 1929. Pero lo que le provoca mayor indignación es el hecho de que en las cajitas de fósforos o de cerillas hayan colocado el rostro de Simón Bolívar. Con este reclamo se observa el profundo bolivarianismo de El Negro Tino.

Canción Nº 6: Montilla.

Vengo a cantar este golpe

que un amigo me mandó

Pa´ que mañana o pasa’o

hagan lo mismo que yo

Ahí viene Montilla

a dar la pelea

Y viene diciendo

morena la cosa está fea

Él armó su gente

con la artillería

Y prendió los fuegos

morena de la vida mía

Al estado en que llegó Montilla

, al estado en que ha llega`o

Un hombre tan valeroso

y a Montilla lo han mata`o

Dicen que Montilla viene,

dicen que Montilla va

Y yo digo que eso es mentira

Porque yo vengo de allá.

Comentario: es una de las breves canciones de El Negro Tino. Puede que se trate Montilla de un personaje de su invención, una especie de líder de las montoneras de nuestro turbulento siglo XIX, o de algún alzado contra el gobierno dictatorial de Juan Vicente Gómez. Su ritmo es demasiado pegajoso, lo que explica su notorio éxito popular de este Golpe.

Canción Nº 7: La Guerra de los Vargas.

Que la guerra de los Vargas

en la montaña empezó

Por una vaquita flaca

que Morillo les mató

Eso dijo Robertico

cuando iba pasando el río

Ahora es que van a saber

que los Vargas tienen brío

Tiro, tiro, tiro, tiro, tiro yo

Que la guerra de los Vargas

en la montaña empezó

Eso dijo Robertico

cuando iba cruzando el puente

Ahora es que van a saber

que los Vargas son valientes

Fuego, fuego Robertico

le dice Pedro a la cuadra

Ahora es que van a saber

quienes son los hermanos Vargas

Cuando la vaquita flaca

fue llevada al asador

Todos los hermanos Vargas

se guiaron por el olor

Juan le dijo Robertico

fuego, fuego a la descarga

Para que sepa Morillo

quienes son los hermanos Vargas

Cuando los hermanos Vargas

dispararon el cañón

Usó Morillo sus lanzas

llenas de revolución

Y antes de que a la vaca flaca

le comieran hasta los huesos

De correr tanto proceso

le bajaron el salón.

Comentario: ha sido esta pieza de un enorme éxito. Rememora una especie de guerra entre familias en la Venezuela campesina y rural, que tuvo un insólito comienzo con el robo de una vaca flaca, lo cual revela lo levantisco e indómito que ha sido el pueblo venezolano, el que puede incluso llegar a derramar sangre por un asunto baladí  y trivial.

Canción Nº 8: Los Cuatro Colores del Continente Sudamericano.

Cuentan que en Jerusalén

vivió mucha gente fina

Caifás era flor de harina

como Pilatos también

Herodes cien por cien,

albino que el centurión

Longino color marrón

y Magdalena catira

Por eso si bien se mira

negro no hubo en la pasión

Colón con su carabela

se fue y después ató cabos

Plumas y taparrabos

solo encontró en Venezuela

Indios color de canela

que hablaban en lengua limpia

Hasta aquel glorioso día

en que arribó el Almirante

Vino después al instante,

indio no se conocía

El gran Padre de Las Casas

por aliviar a nativos

Compró y trajo como chivos,

negros con pelo de pasa

No eran los grandes escasos

en darle impulso a la cría

Hasta aquel fecundo día

se hizo cruce extraordinario

Pero en tiempo del calvario

mulatos no los había

Porque entonces los mantuanos

a Dios solo para ellos

Lo agarran por los cabellos

y sin soltarlo sus manos

Déjense de rezar vanos

y de tanta pretensión

Hagan más bien constricción

pues según tenemos visto

Cuando mataron a Cristo

de blancos fue la función.

Comentario: se trata de una de las composiciones de mayor sentido histórico y de defensa de las etnias subalternas o vasallas. Negros, indios y mulatos no fueron los responsables de la muerte de Jesucristo, pues tal crimen lo cometieron los blancos o caucásicos, quienes a pesar de tan horrendo asesinato se apropiaron de la fe que encarna el hijo de Dios colocándola a favor de sus mezquinos  intereses.

Canción Nº 9: Los Gritos de Chapita.

Pues Chapita está temblando

y Nicaragua al caer

Paraguay se da la mano,

los tres por obtener el poder

Si esto llega a suceder

el pueblo tiene razón

Son tres pueblos oprimidos

bajo el yugo y la opresión

Hay que matar a estos tres pulpos

y nunca tendrán perdón

Costa Rica es el baluarte

de bellísimas mujeres,

allí nació el gran demócrata

el Dr. José Figueres

Él nunca se refiere

a los gritos de Chapita

Un perro que ladra y grita

con sus insultos a Cuba

Hay que borrarlo del mapa

y a su amarga dictadura

Si es Chapita el sanguinario,

sus torturas horrorosas

Hay que llevarlo a la horca

revuelto con los Somoza

Como matar cualquier cosa

que no tiene importancia

Y así cualquiera se lanza

con la hoz y el martillo

Nos trata de comunistas

el perro de Santo Domingo

Venezuela ha sido fiel

y de gente liberal

Que ha habido dictaduras

nadie lo puede negar

Como aquel pueblo de Cuba

que se acaba de liberar

Tendremos que ir a pelear

por ver estos pueblos libres

Se acaba con los Somoza

y el monstruo del Caribe

El pueblo es el responsable

de apoyar estos verdugos

Que se unan a los rebeldes

pa` que se quiten el yugo

Como el general Tarugo

se echaba de gente fina

Con las juntas clandestinas

lo sacaron del país

Que se avispe el Paraguay

y los negritos de Haití.

Comentario: se trata de una canción en la cual Tino Carrasco ataca las odiosas dictaduras del continente, en especial a la que sufría República Dominicana con Rafael Leonidas Trujillo, conocido como Chapita, quizás el mas malvado de todos. Es una pieza profética, pues hoy en día fueron barridas del escenario histórico las dictaduras de Stroener en Paraguay, la de los Somoza en Nicaragua, y la de Baptista en Cuba con el triunfo de Fidel Castro. Elogia al Doctor José Figueres, quien al eliminar el ejército pudo establecer una sólida democracia sin el temor de sufrir golpes de estado en Costa Rica, y prevé la caída del dictador Duvalier en Haití. Todo lo cual se ha cumplido.

Canción Nº 10: El Samán. Guasa.

Yo no voy a Motatán

porque allá son muy groseros

Si se me cae el sombrero

ya lo cogen de refrán

Samán era Samán,

Samán era Samán

Escucha como repican

las campanas de San juan

Las chiquitas hacen lín

y las grandes hacen lan

Lan, lan, lan lan

y las grandes hacen lan

Si yo tuviera dinero

como piedras tiene el río

Compraría a Barquisimeto

y El Tocuyo fuera mío

Samán era Samán,

Samán era Samán

Escucha como repican

las campanas de San Juan

Las chiquitas hacen lín

y las grandes hacen lan

Todo el que tiene talento

sabe por donde camina

Ninguno siente la espina

sino el que la lleva dentro

Era Samán, Samán, era Samán

Escucha como repican

las campanas de San Juan

Las chiquitas hacen lín

y las grandes hacen lan

Lan, lan, lan, lan

y las grandes hacen lan.

Comentario: es una composición de mucho ritmo y musicalidad, por lo que aún se le escucha en emisoras radiales del país. Menciona a pueblos de Trujillo y Lara, estados donde hizo muchas giras y presentaciones. San juan es el patrono de Carora, lugar de nacimiento de El Negro Tino.

Canción Nº 11: Tened piedad de mí. (Golpe)

Coro.

La, la, la la, la,

la, la, la, la, la

Tened, tened, tened,

tened piedad de mí

Que de la mano se me fue

la morena que yo vi

I

Me paro en las cuatro esquinas

diviso los cuatro vientos

No digo que soy doctor

conozco el medicamento

Yo me remonto a las nubes

a coge´ vientos colao´s

Traigo licencia de Dios

pa´ salvar un condenao´

III

Ah malhaya quien pudiera

hacer su casa en el aire

Para no hacer estorbo

ni hacerle perjuicio a nadie

Comentario: semejante a la composición anterior, es pieza de mucha musicalidad y ritmo contagiosamente bailable.

Canción Nº 12: El Pollito.

Yo soy el moreno aquel

que si me preguntan digo

Yo soy el que hago el muerto

por coger zamuros vivos

Decile al pollito que venga pa´ca´

que suba al convento baje a la caña´

Con una risita con una risa´,

una carcajita cuá, cuá, cuá, cuá

Ah mundo cuando era mundo.

Ah llano cuando era llano

Cómo podrá un reloj,

girar un cuerpo humano

Aquí caigo, aquí no hay

quien la mano me dé

Cuando me ven desvalido

todos me dan con el pié.

Comentario: relata sus vivencias de negro ladino y astuto, pero que cuando cae en desgracia nadie lo auxilia o ve por su condición.

Canción Nº 13: El triunfo de Fidel Castro en Cuba.

 

Ya cayó otro dictador

de los que estaban en lista

Fue huyendo a Santo Domingo

un tal Fulgencio Baptista

El era un imperialista

y un avaro caudillo

Se fue a Ciudad Trujillo

no con buenas intenciones

Fue derrotado por Castro

y sus cuarenta ladrones

Ya cuba es un pueblo libre ahora

sí hay quien los recuerde

Fue liberado por Castro

y sus valientes rebeldes

Murieron muchas mujeres

en esa revolución

Ya está libre de opresión

y es un pueblo liberado

Por el Doctor Fidel Castro

que fue un hombre preparado

El Doctor Manuel Urrutia

se encargó de la presidencia

Por orden del Doctor Castro

dos hombres de inteligencia

Se selló la independencia

en aquel gran pueblo cubano

Derrotaron a los tiranos

hicieron la gran victoria

Esto pasará a la historia

de este gran líder cubano

Desde la Sierra Maestra

pues Castro salió triunfante

Andando de pueblo en pueblo

con todos sus ayudantes

Empujó y echó adelante

con el Doctor Ché Guevara

Se paró en Santa Clara

como un revolucionario

Ahí derrotó los tiranos

de Baptista el sanguinario

Castro se portó valiente

y se supo defender

Desde la Sierra Maestra

él conquistó el poder

No dio su brazo a torcer

porque amó la libertad

Pues él quiere la igualdad

porque Dios lo quiso así

Y le alumbró el pensamiento

como el gran José Martí.

Comentario: sin duda es uno de los textos más políticos y comprometidos de El Negro Tino, pues alaba y enaltece el triunfo de la revolución en Cuba de la mano de Fidel Castro y sus barbudos en enero de 1959.

Canción Nº 14: Soy un negrito.

Soy un negrito

medio carcachero

Si me das un beso

me muero ligero

Pero por supuesto

bien estacionao´

Tras, tres,tres,

tres, tres, tres,

bien estacionao´

Quiéreme morena

sin ningún cuida´o

Que yo soy aquel moreno

que tú has olvida´o

Ah malhaya quien pudiera

hacer su casa en el aire

Para no servir de estorbo

ni hacerle perjuicio a nadie.

Comentario: acá se revela el lado galante y enamoradizo de El Negro Tino, así como el enorme cuidado y atención  que ponía a las cosas del amor y el desamor.

Canción Nº 15: La Negra.

Si la negra me diera

un besito en el alma

Yo le diera a mi negra,

yo le diera una palma

Y me mira la negra, la negra,

la negra y me mira y se va

Y me pone la mano en el pecho

y me pone, me pone a pensar

Donde va mi negrita,

donde va pa´ los valles

A robar corazones

que me manda mi padre

Donde va mi negrita,

donde va pa´ la loma

A robar corazones

a la blanca paloma.

Comentario: es otra composición de tono amatorio del cantautor caroreño y en donde exalta sin rubor el color oscuro de la piel de su amante.

Canción Nº 17: Ñau Ñau.

En Apure vi a Rosita

y en el pueblo de Barinas bailamos

y en la calle me dijo

negrito mi negrita

Nos vamos, nos vamos,

nos vamos, nos vamos,

nos vamos, nos vamos

, nos vamos y nos fuimos

Sabroso en un vaso de agua

de la quebrá de Aguaviva

pero más sabrosos son

los besos de una catira

Si Margarita se va

y se va pa´ los baños

de Aguanegra

por qué no me convidáis

Ñau, ñau, ñau, ñau

el gato me rasguñó,

me fui por la calle arriba

el gato iba atrás de yo

Me subí en la cama e´ Juana

el gato también subió

eso sí que está bien bueno

porque hace tiempo que no.

Comentario: es la continuación de la poesía amatoria de El Negro Tino. En esta pieza no distingue el color de la piel de las amadas, pues le canta a la mujer rubia que entre nosotros se la llama coloquialmente catira, con el mismo calor que a las mujeres negras.

Canción Nº 17: Soñar despierto. (Danza)

Cuando yo tranquilo
estaba sin pensar en tu cariño
Hiciste que te quisiera
y te quise con delirio
Y te seguiré queriendo
hasta después de la muerte
No creas que eso es mentira
que después también se quiere
Yo te quise con el alma
y el alma nunca se muere
Soñé que me había muerto
y vistes pasar mi entierro
Soñé  que tú me querías,
que mentiras son los sueños
Soñé también vida mía soñé
que el Sol me alumbraba
Y por soñar imposibles
soñé que tú me querías
Negra es la noche y asusta,
negra es la tumba y espanta
Negros son tus ojos, negra,
que me robaron el alma
Negro es el aborrecer,
negro es no tener fortuna
Pero más negro es querer
sin esperanza ninguna
No creas que porque canto,
tengo el corazón alegre
Yo soy como el ruiseñor
que si no canta se muere
Unos cantan por cantar
y otros por alegría
Oye tú y comprenderás
cuál será la pena mía
Que canto por no llorar
cuál será la pena mía.

Comentarios: se trata de una de las composiciones más filosóficas de El Negro Tino. La presencia del alma en una historia de amor es un eco platónico y lo mismo debo decir de la búsqueda de la inmortalidad, nos dice el mexicano Octavio Paz, Premio Nobel de Literatura. Veamos cómo se expresa en Tino Carrasco el dialogo con los muertos en su danza Soñar despierto: Yo te seguiré queriendo / hasta después de la muerte, / no creas que eso es mentira / que después también se quiere…/ yo te quise con el alma/ y el alma nunca se muere.

La muerte tiene en la tradición occidental, dice el mexicano, una función capital: despierta al amante extraviado en sus sueños. En el Negro Tino sueño y vigilia se confunden y le dan sentido de muerte a la vida y sentido de vida a la muerte: “Soñé que me había muerto / y viste pasar mi entierro / soñé que tú me querías / que mentira son los sueños / soñé también, vida mía / soñé que el Sol me alumbraba / y por soñar imposible / soñé que tú me querías… / Y por soñar imposible / soñé que tú me querías.” La pasión amorosa, como se habrá notado, y  su carácter simultáneamente real e irreal es penetrante y finísima en el trovador caroreño. La historia de la poesía es, pues, inseparable de la del amor.

Canción Nº 18: El Morenito

Vengo a cantar este golpe
que un amigo me mandó
Pa´ que mañana o pasado
hagan lo mismo con yo
Porque soy morenito
yo me voy a los valles
A robar corazones
que me manda mi padre
Que me manda y manda,
que me manda mi padre
Los ojos de mi morena
no son negros son azules
Que se parecen al cielo
cuando se apartan las nubes
Yo no sé si así sería,
yo no sé si así será
Que el tigre marca la huella
antes de dar la pisá
Al gusto le gusta el gusto
y al gusto le gusto yo
Y al que no le gusta el gusto
tampoco le gusto yo.

 

Comentarios: es una de las más reconocidas piezas de El Negro Tino. Ello se debe a su musicalidad y ritmo sumamente contagioso. Es una melodía que está en los labios de los larenses como tarareo.

Canción Nº 19: Regálame un beso.

De mujeres no me digas,
ay sí,
yo tuve cuatro docenas
Y de las cuarenta y ocho,
ay sí,
ninguna me salió buena
Regálame un beso
morena del alma
Y en la revuelta
me dirás con calma
Si el negro te quiere
él te adorará,
si el negro te cela
por algo será
La mujer que usted le diga,
ay sí,
yo lo quiero mucho a usted
Es porque la he visto medio,
ay sí,
y quiere que se lo dé.

Comentario: amor y celos, dos elementos que no se separan en una relación entre parejas. El autor deja ver una de sus facetas de hombre conquistador y mil amores, así como cierto dejo despreciativo hacia las féminas.

Canción Nº 20: El Chivúo.

Me llaman Julián Pacheco
el barbero e´ La Charneca
Soy el barbero del día
aunque a usted no le parezca
Yo pregunté por un barbero
nadie me dijo cuál era el bueno
Anda ligero zambo barbero
con la navaja y el peluquero
Queréis que te afeite chivúo,
queréis que te afeite barbón
Tengo la navaja lista
pero me falta el jabón
Aquí peinamos a todos
desde el grande hasta el chiquito
Hay pelucas pa´ los calvos
y moños pa´ los pavitos
Y también para las damas
su pintura para el pelo
Maquillaje a las arrugas
que les damos a las viejas.

Comentario: es una deliciosa pieza que explora en la vanidad femenina y masculina en el intento de parecer bien a la vista y ante el implacable pasar de los años: el ultraje del tiempo.

Canción número 21: Golpe Tocuyano.

Ah mundo Barquisimeto
dijo un barquisimetano
Yo digo ah mundo El Tocuyo,
porque soy tocuyano
Regálame un beso,
morena del alma
Adiós porque ya me voy
quizás no vuelva mañana
usté· está enfermo,
usté· también
usté· come chimó,
usté· también
usté· come tabaco,
usté también
era que no me acordaba
y de golpe me acordé
Se fue la lapa
por la solapa
Pero esta noche
no se me escapa
Se fue el picure
comiendo acure
con las verduras
y los cambures
Se fue la anguila
por las orillas
Con un trancazo
en las rabadillas
Del cachicamo yo no digo ná·
porque la trampa se la tengo armá·
Ese palo está muy mal picao·,
ese palo quién lo picaría
Yo soy el moreno aquel
que canta la despedida
Se me reventó la prima,
se me reventó el bordón
No se le reviente un ojo
a tanto diablo mirón.

Comentario: se trata de uno de los golpes más conocidos del Negro Tino. Han pasado largos años y aun se oye con insistencia en los medios radioeléctricos del país. Pareciera que el alma campesina del larense se expresa con esta composición que no tiene de modo alguno denuncia de opresión social.

Canción Nº 22. Amalia Rosa.

De Maracaibo salieron
dos palomitas volando
A La Guaira volverán
pero a Maracaibo cuándo
Martía me dio una cinta
y Rosa me la quitó
Amalia peleó con ella
porque Juana se enojó
Ya se juntaron las cuatro
que son las que quiero yo
Amalia, Amalia, Amalia,
Amalia, Amalia Rosa
Esa es la que yo más quiero
por ser la más buena moza
Toma niña este puñal
ábreme por un costao·
Pa· que veas mi corazón
con el tuyo retratao·

 

Comentario: ya era un éxito notable antes de que el cantante José Luis Rodríguez la interpretara. Dice Francisco Cañizález Verde que lo que narra la melodía  sucedió en la casa del Presidente del estado Zulia, general Vicencio Pérez Soto, amigo de Tino, quien llamó la atención de sus dos hijas por su bajo rendimiento escolar en una institución educativa de La Guaira. El militar dijo  enfaticamente: “a La Guaira volverán, pero a Maracaibo cuándo.”

Canción número 23: Las cien mujeres

Voy a hablar de las mujeres
porque de ellas he nacido
Porque de ellas he recibido
los gustos y los placeres
Puerto Cabello y La Guaira
fue la que mandó el judío
Una mujer engañó
al hombre más entendido
Las mujeres hoy en día
son como el palo podrido
No saben lavar un plato
y andan buscando marido
Yo por ninguna mujer
que me desengañe lloro
Y tampoco yo le imploro
que me debe querer
Un corazón de madera
tengo que mandar a hacer
Que ni sienta, ni padezca,
ni sienta lo que es querer
La araña pica la mosca,
la mosca pica la miel
Y en el corazón del hombre
también pica la mujer
Estoy queriendo a Isabel
y al mismo tiempo a Juliana
Y al saberlo Rosalía
quedó mal con Feliciano
Salí de la casa a pasear
llegué a casa de Silverio
Como la encontré tan seria
pasé a casa de Pilar
Rosa me mandó a llamar,
no me quise devolver
Clara me escribió un papel,
lo recibió Concepción
Pero yo con distinción
estoy queriendo a Isabel
Agustina es la que siente,
porque es ardiente y celosa
Y porque visitó a Rosa,
se pone brava María
No sé cómo me veré
al saberlo Rosalía
No quiero más a Tomás,
no sigo más sus amores
Porque a Felipa y Dolores
yo las cargo en mi memoria
Para terminar la historia
toditas son mis contactos
Así que a todas las trato,
pero me agrada Victoria
A mi me gusta María
porque es muy hermosa y bella
Yo doy mi vida por ella,
también la doy por Lucía
No digo nada de Elías
porque se puso a pelear
Con juanita del Pilar,
con Petrica y Rosa Emilia
Sábelo vidita mía
que no he podido encontrar
Blancas, rubias y negritas
a mi siempre me han gustado
Yo siempre estoy preparado
para quererlas a toditas
A la bella Ramoncita
esa es la que yo prefiero
Cargando lujo y dinero,
con toditos mis amores
Porque aquí tengo a Dolores
la muchacha que yo quiero.

 

Comentario: sin duda es una expresión del machismo latinoamericano, que ve a la mujer como un simple objeto de manipulación. Es una conducta muy del uso del hombre venezolano coleccionar amantes.

Canción Número 24: La Barquilla. (Golpe).

Ayayyay,
tengo que hacer un café,
ayayayay,
tengo que hacer un colao
Ayayayay,
en las costillas de un guapo,
ayayayay
en el lomo de un rascao
Anda barquilla
barquilla mía,
después del día
vendrán las penas
Vendrán las penas
y yo me iré llorando
Barco velero
del ancho río,
sobre la espuma
del ancho mar
Quítate niña
de esa ventana
que ya me tienes mortificao
Esa peineta color de rosa,
ese pañuelo color rosao
Tus ojos son dos luceros
me tienen encandilao·
Y en tu pecho un guardapelo
que es como la flor del prado
Ayayayay
si la gracia se comprara,
ayayayay
la gracia comprara yo
Ayayayay
pero la gracia la tiene,
ayayayayay
sólo a quien Dios se la dio
Ayayayay
solamente yo y usted,
ayayayay podemos cantar sabroso
Ayayayay
porque somos dos caimanes,
ayayayayay
nacidos del mismo pozo

Comentario: es un canto a un eterno humano, el amor, sentimiento responsable de dichas y desdichas.

Canción número 25. Despierta y suspira.

Me paro y no me conozco,
me miro y no sé ·onde estoy
Donde quiera que yo llego,
yo varios recuerdos doy
Si estabas dormida despierta y suspira
Cuando la miro me quiero morir
estaba soñando un sueño infantil
Mi mujer es chiquitica
que me la pasmó el verano
Pero tiene un quita sueño
que no le cabe en la mano
Cuando la miro me causa un dolor,
estaba soñando un sueño de amor.

 

Comentario. Es evidente el doble sentido de naturaleza sexual acá empleado con aquello del “quita sueño”.

Canción número 26: Lucerito.

Lucerito de alto cielo
préstame tu claridad
Para alumbrarle los pasos
a mi amante que se va
Dime lucero tú que la vistes
si la encontraste pensando en mí
Si estaba triste o estaba alegra
dime lucero contesta y di
Contesta y di dónde estará
Tus dos ojitos parecen
pedacitos de carbón
Déjame escribir con ellos
la historia de mi pasión
Tus dos ojitos parecen
ojitos de azabache
Contando este golpecito
yo me acuerdo de Carache
Tus dos ojitos parecen
pedacitos de carbón
Cantando este golpecito
yo me acuerdo del Jabón.

Comentario: Retoma de nuevo Tino el tema inagotable y que abunda en su repertorio: el amor y la belleza femenina.

Canción número 27: Fuego, fuego.

Por ser la primera vez
que yo en estos lares canto
Me hago la cruz en la frente
pa· líbrame del espanto
Fuego, fuego, fuego a la pelea
Va peleando el barco en el agua
Y no se voltea
Por el mundo andan diciendo
que nos queremos los dos
Más vale que nos casemos
pa· que se riegue la voz
Yo cogí de la retama
Del cogollo la mitad
Ah malhaya quién tuviera
Un amor sin darle na´.

Canción número 28: Mi biografía en verso.

I.

Si soy un artista olvidado
Como lo dijo Macías
El espíritu me sobra
Para hacer mis biografías
Y así lo pensaría
Y no sólo el cielo es testigo
Pues yo no creo en amigos
pero sí creo en las plantas
Con esta enfermedad tan fuerte
Que me dañó la garganta.

II.

Soy Celestino Carrasco
La poesía soberana
Música venezolana
Y la democracia en frasco
Con él no me llevo un chasco
Porque un compañero opina
Que éste es una persona muy fina
Y muy llena de optimismo
Pues abunda el gomecismo
Tan sólo siente la espina.

III.

Aquí caigo, aquí alevanto
No hay quien la mano me dé
Cuando me ven desvalido
Todos me dan con el pie
Y siempre lo contaré
Los recuerdos del pasado
Yo nunca he sido malcriado
Y todo lo que digo es cierto
Quiero mi homenaje en vida
Y no cuando yo esté muerto

IV

Solo me parió mi madre
Solo con ella nací
Como ya no tengo madre
No hay quien se duela de mí
Yo soy como el pitirrí
Con su canto en el sereno
Y a mi me gusta lo bueno
Y lo digo en buena hora
Yo soy del Estado Lara
Pero nacido en Carora.

V.

¡Ah malhaya quien pudiera!
Hacer su casa en el aire
Para no servir de estorbo
Ni hacerle perjuicio a nadie

VI.

Me la paso por la calle
Vendiendo mis ajiceras
Pues no esperen que me muera
Para hacerme este homenaje
Pues nunca he tenido ayuda
Y así termina el detalle.

Comentario: se trata de una auto reafirmación de músico popular, del artista de la calle que se precia de ser él mismo, en una suerte de reflexión como la del poeta estadounidense Walt Whitman y su poema inmortal Canto a mí mismo.

Consideraciones finales

El Negro Tino es un gigante de la cultura popular venezolana y continental. Sus enormes éxitos así lo confirman a 40 años de su deceso. Y es que sus melodías, cargadas de un fuerte sentido popular, están presentes en el imaginario colectivo venezolano palpitantes y llenas de vida. Es por ello que en estos tiempos de protagonismo de la gente de la calle hemos querido colocar en las manos de todos una síntesis biográfica de su extraordinaria y singular vida,  una muestra de 27 composiciones poético musicales suyas que son mucho más amplias, así como un balance de la significación de su portentosa obra de reivindicación de lo popular en el concierto de la nación venezolana y latinoamericana.

La cultura popular estuvo como sepultada durante mucho tiempo y hasta se le negó su derecho legítimo a existir. La cultura popular que se expresa en el canto oral, la poesía, el cuento, la artesanía, la pintura, la gastronomía, la fe popular,  ha adquirido carta de ciudadanía y es objeto en el presente de serios y sistemáticos estudios en nuestras casas de estudios universitarios y en reconocidas instituciones privadas. La cultura popular es un venero infinito de memoria que se remonta a la noche de los tiempos.

Recordemos que Tino Carrasco es apenas un promontorio en un océano que constituye la cultura popular venezolana y continental. En vida logró acceder a los medios de comunicación, la radio y la televisión, a los estudios de grabación, la prensa escrita, lo que se constituye en prueba palmaria de un triunfo de lo popular venezolano sobre lo enlatado y extranjero que ha dominado casi siempre en estos escenarios. Era una suerte de sentimiento colectivo que pedía su presencia en estos medios, lo que se constituía, sin duda alguna, en una forma de llenar un vacío en el sentimiento de los venezolanos de la plaza pública y de la calle.

A tono con el protagonismo que ha adquirido lo popular venezolano en estos tiempos de  dramáticos cambios revolucionarios iniciados por Hugo Chávez Frías, ponemos en manos del colectivo del orgulloso pueblo de Bolívar y de Sucre, estas reflexiones sobre esta enorme y singular expresión de lo mestizo cultural que constituye El Negro Tino Carrasco, orgullo de los caroreños, de los venezolanos y los latinoamericanos. Si queremos saber lo que somos, reflexionaba un admirador de lo caroreño, José Manuel Briceño Guerrero, debemos emprender un largo viaje hacia nosotros mismos. Y en nuestra hechura de pueblo mestizo que infatigablemente se busca a sí mismo, están allí como guía y faro las composiciones poético musicales de este inmenso venezolano que es y será El Negro Tino y su inseparable bandolina.

Bibliografía consultada.

Aretz Thiele, Isabel. Manual del folklore venezolano. Caracas, 1978.

Bajtin, Mijail. La cultura popular en la Edad Media y en el Renacimiento. El contexto de Francois Rabelais. Alianza Editorial. Madrid, España, 1998. Pp. 431.

Briceño Iragorry, Mario. Mensaje sin destino. Caracas. 1998.

Castillo Carrasco, Violeta J. Análisis semántico pragmático de la visión del pueblo y de su opresor en los textos poéticos de Pedro Celestino Carrasco Riera, El Negro Tino Carrasco. 2007. Universidad Pedagógica Experimental Libertador. Instituto Pedagógico Dr. Luis Beltrán Prieto Figueroa. Coordinación de Posgrado. Maestría en Lingüística. Barquisimeto, Pp. 294.

El Negro Tino Carrasco: su voz, su música y su estilo. A cien años de su nacimiento. Fondo Editorial Cerbero. Colección Cardosanto. Barquisimeto, Venezuela, 2000. Tipografía y Litografía Horizonte C.A. Pp. 72.

Colmenárez, Juan José. Golpe tocuyano, Golpe curarigüeño. 2009. Disponible en internet.

Ramón y Rivera, Luis Felipe. La música folklórica de Venezuela. Caracas, 1969.

Vásquez, Justiniano. El Negro Tino. En: El Diario de Carora. Edición Aniversaria. 1 de septiembre de 1981.

Strauss K., Rafael. Diccionario de cultura popular. Fundación Bigott,

Caracas 1999. Dos tomos.

Entrevistas:

Haydée Álvarez de Barrios
José Gregorio Carmona
Oscar Adjunta
César Tovar
Irene Zerpa Guimón
Ángel Montesinos
Andrés Padilla
Bernardo Yépez
Lola Mujica

Sobre el autor del presente ensayo:

Luis Eduardo Cortés Riera: Licenciado en Historia, Universidad de Los Andes, Mérida, Venezuela, 1976. Cronista Oficial del Municipio G.D. Pedro León Torres. Magister en Historia, Universidad José María Vargas, Caracas, 1995. Doctor en Historia, Universidad Santa María, Caracas, 2003. Docente del Doctorado en Cultura Latinoamericana y Caribeña, Universidad Pedagógica Experimental Libertador, Instituto Pedagógico Barquisimeto “Dr. Luis Beltrán Prieto Figueroa. Se ha especializado en la historia de la educación y de las mentalidades religiosas en Venezuela. Casado con la médico dermatóloga Raiza María Mujica, tres hijos: José Manuel, Luis Manuel  y María Fernanda.

Anexos.

El Negro Tino Carrasco. Bandolina, paltó y pajilla.

Fue durante uno de los Festivales Folklóricos del Estado Lara donde asistí, de la mano de mi padre, Expedito, allá por los años 1968 o 1969, cuando vi por vez primera al Negro Tino Carrasco. Vestía su infaltable paltó a cuadros y su emblemático sombrero de pajilla. Mandolina tocada a la derecha. Una pañoleta cubría su negro cuello. Por momentos se lo descubría para colocar uno de sus dedos en un aparato llamado traqueótomo que le permitía modular unas palabras graves y gruesas.

Había nacido en el Barrio Nuevo del pardaje caroreño, barriada laboriosa y de sobrada calidad artística, el 6 de abril de 1901, recién pasado por estas tierras el general Cipriano Castro. Ni su piel cobriza ni su apellido hundían sus raíces en el “patriciado caroreño”. Lomo de Perro era la  residencia de quien iba a ser llamado El Roble Caroreño.

Barrio Nuevo tiene y tendrá talento musical y poético de sobra: Juancho Querales, Rodrigo Riera, “Min” Suárez, Plinio Bracho, “Chemaría” Suárez Lameda, Javier Meléndez, “Vale Cayayo”, El “Chingo” Ángel, Los Hermanos Gómez, Isabel y “Lolo Carrasco”.  Carora sin Barrio Nuevo es una guitarra sin cuerdas.

El Negro Tino fue un rapsoda, un músico popular, sin academia, del mismo origen humilde que los grandes guitarristas  Alirio Díaz y Rodrigo Riera. Solo que los dos concertistas pudieron seguir estudios en conservatorios y academias musicales. Tino, en cambio, se abrió camino gracias a su inmenso talento innato con sus composiciones poéticas, su extraordinario humor y su infaltable bandolina.

Don Mariano Picón Salas escribió que “Tino improvisaba las más intencionadas coplas. Darle al negro tino un pie forzado y ya lo estará desarrollando y devolviéndolo como una gallarda serpentina. Es Tino, dice el merideño, parte de una inmensa tradición rapsódica venezolana que remonta a las viejas canciones coloniales, a los cantares de gesta de la Independencia y la Federación y a todas las peripecias contemporáneas que pule y elabora su inventiva de artista, se pone al hablar con su garganta.”

Sigue diciendo el escritor merideño que Tino “En su Corrido de las Cien mujeres, que por la fluencia de la versificación y la agilidad de los retruécanos parece la obra de un Lope de Vega selvático y mestizo que no tuviera otro maestro que la más alegre y desenfadada Naturaleza… Es en la invención  de nuestra música popular, el curioso e inspirado equivalente de Feliciano Carvallo en nuestra pintura.”

Yo agregaría que El Negro Tino tiene también en sus composiciones algo de tragedia griega, pues explora los abismos y vericuetos del alma. En su golpe más emblemático, Amalia Rosa, por ejemplo, escribe: “Toma niña este puñal / ábreme por un costao / pá que veas mi corazón / con el tuyo retratao.”

“La presencia del alma en una historia de amor es un eco platónico y lo mismo debo decir de la búsqueda de la inmortalidad”, nos dice el mexicano Octavio Paz, Premio Nobel de Literatura. Veamos cómo se expresa en Tino Carrasco el diálogo con los muertos en su danza Soñar despierto: Yo te seguiré queriendo / hasta después de la muerte, / no creas que eso es mentira / que después también se quiere…/ yo te quise con el alma/ y el alma nunca se muere.

La muerte tiene en la tradición occidental, dice el mexicano, una función capital: despierta al amante extraviado en sus sueños. En El Negro Tino sueño y vigilia se confunden y le dan sentido de muerte a la vida y sentido de vida a la muerte: “Soñé que me había muerto / y viste pasar mi entierro / soñé que tú me querías / que mentira son los sueños / soñé también, vida mía / soñé que el Sol me alumbraba / y por soñar imposible / soñé que tú me querías… / Y por soñar imposible / soñé que tú me querías.” La pasión amorosa, como se habrá notado, y  su carácter simultáneamente real e irreal es penetrante y finísima en el trovador  y rapsoda caroreño. La historia de la poesía es, pues, inseparable de la del amor.

Ese sentido de la protesta tan genuino le vino a Tino Carrasco por haber sufrido una descomunal injusticia al pagar cárcel durante nueve años. Un reo de alta peligrosidad se le fugó a su padre, el alguacil Alejandro, por lo que los esbirros de la dictadura lo obligan a entregar a su hijo Celestino para que pagara los años de condena que le correspondían al delincuente fugado.

En una composición dice de los estadounidenses y su sentido utilitarista que fustigó duramente el uruguayo José Enrique Rodó: “Empezaron a venir / cuando los americanos / empezaron a venir / y sólo se oía decir: / qué bien están los zulianos.” Y más adelante: “Pa’ acabarnos de arruinar / nos mandaron las victrolas / ortofónicas, radiolas / y los carritos de a real / quién se iba a imaginar / que vinieran hidroaviones, / automóviles, camiones / y el teléfono sin hilo / y cosas por el estilo / que inventan esos ladrones.”

También hubo de componer unas piezas al triunfo de la revolución cubana en 1959: “Ya cayó otro dictador / de los que estaban en lista / fue huyendo a Santo Domingo / un tal Fulgencio Batista / él era un imperialista / y un avaro caudillo, / se fue a Ciudad Trujillo / no con buenas intenciones / fue derrotado por Castro / y sus grandes seguidores.”

Este juglar, músico itinerante de la patria, bohemio impenitente, falleció el 8 de febrero de 1975. En días pasados fui a visitar la que fue la peña de los músicos barrionovenses durante muchos años: El Rinconcito Arrabalero. Allí, a la sombra de silentes y añosos cujíes, muebles desvencijados, olvido, me pareció oír por un maravilloso instante el sol re la mi de la bandolina de Tino.

Carora, abril 8 de 2014.

Tabla de contenidos:

Introducción. 1
Porque soy morenito. 2
Otras formas de Golpe en Venezuela. 5
El Golpe tocuyano y el Golpe curarigüeño. 6
Una síntesis biográfica de El Negro Tino Carrasco. 6
La bandolina de El Negro Tino Carrasco. 10
Intérpretes de las canciones de El Negro Tino Carrasco. Amalia Rosa por el mundo. 10
Los Ejes Temáticos de las canciones de El Negro Tino Carrasco.11
Las canciones de El Negro Tino Carrasco.12
Consideraciones finales.57
Bibliografía consultada.
Entrevistas. 59
Sobre el autor del presente ensayo. 60
Anexos. 60

Carora, Estado Lara –

Foto cortesía del autor

Luis Eduardo Cortés Riera
Venezolano, nacido en Cubiro, Estado Lara. Doctor en Historia por la Universidad Santa María de Caracas, 2003. Docente del Doctorado en Cultura Latinoamericana y Caribeña, Universidad Pedagógica Experimental Libertador, Barquisimeto. Cronista Oficial de Municipio Torres, Carora. Miembro de la Fundación Buría. Ganador de la Segunda Bienal Nacional de Literatura Antonio Crespo Meléndez, 2014, con el ensayo: Rafael Domingo Silva Uzcátegui, más allá de la Enciclopedia Larense, Psiquiatría y literatura modernista. Colaborador de las revistas literarias: Archipiélago, de México; Letralia; Carohana; Mayéutica, CISCUVE; Columnista del diario El Impulso de Barquisimeto. Autor: Del Colegio La Esperanza al Colegio Federal Carora, 1890-1937, La gallarda serpentina de El Negro Tino Carrasco; Ocho pecados capitales del historiador; Enciclopedia Temática del Estado Lara; Iglesia Católica, cofradías y mentalidad religiosa en Carora.