Por Eugenio de Nóbrega
Como en muchos hogares del mundo, la navidad en Portugal nos remite al momento de reunión familia en torno a la mesa. Por ejemplo, en la isla de Madeira se prepara la carne de cerdo marinada con ajo y vino, dándole un sabor inigualable.
Entre otros platos de gran popularidad se encuentra el “bacalhau à brasa“ y el “bacalhau com natas,” siempre acompañados de vino y trozos de “bolo “ o pan casero, tradicionalmente hecho en horno de leña. Otro delicioso platillo es la famosa “canja” , caldo de gallina, comúnmente criadas en libertad, las cuales ofrecen un sabor muy especial.
Cabe también destacar el ritual de la matanza del “porco”, que consiste en sacrificar el cerdo que cada hogar crió durante el año. Antaño no había neveras, por lo tanto se colocaban en unas pipas de madera llamadas “salgueiras”. Los trozos de cerdo se cubrían con salmuera, con la finalidad de conservar el producto sin que se dañara durante un año.
Por otra parte, al ser Portugal, un país de tradición católica, las familias se preparan para el nacimiento de Jesús, acudiendo a misa y manteniendo de manera muy arraigada la tradición de la llegada del “Menino”Jesús, quien trae los presentes para los niños. Cada uno coloca sus zapaticos la noche de la víspera, el 24 de diciembre, y el 25 se levantan con la algarabía de lo que recibirán. De tal manera que todos los hogares, hasta los más humildes, hacen el “presepio “(pesebre) o “lapinha” (gruta). La estructura más antigua es el de “escadinha” que consiste en una pequeña estructura con gradas que sitúa al final al Niño Jesùs.
La “lapinha” se decora con manzanas, naranjas, “brendeiro” (pan casero pequeño), trigo y se adorna con follaje de un arbusto denominado “alegra campo”, el cual tiene la propiedad de permanecer verde durante largo tiempo.
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Muchos “foguetes” (cohetes) acompañan en las casas la llegada del fin de año, aunque es Funchal la protagonizan del espectáculo de fuegos artificiales.
Cruceros y embarcaciones de todas partes del mundo acuden a esta festividad, considerada la mayor del mundo, siendo así reconocida en el libro de Record Guinness.
La navidad trae sin duda un ambiente de especial alegría en este país del continente europeo. El pueblo portugués se impregna de generosidad haciendo gala de la estrofa de la famosa pieza musical: “Una casa portuguesa”, al decir: “dar y ficar contente”, dar y quedar contento.