Por: Edecio R. Riera M.
La definición de música dice:
“Es el arte de combinar los sonidos de un modo agradable al oído”
(El pequeño Larousse)
En verdad esta definición, hace suponer que el músico, el verdadero músico, posee una virtud muy especial en su sentido auditivo, dizque puede argumentar, valorar, apreciar, al mismo tiempo definir, si lo que percibe a través del oído es agradable o no.
De igual manera el oyente, la audiencia, el que selecciona la música para oírla y el que utiliza el medio más apropiado para disfrutar y apreciar esa combinación de sonidos: en vivo, en un ambiente a cielo abierto o en un local cerrado (Teatro). La radio y la televisión, a través de un programa específico. Una película, o en el cine sobre una obra musical o que contenga una expresión musical. También la música grabada, previamente seleccionada, es propiedad del gusto que se siente, que admira, lo entusiasma y la valora. Es una cualidad que posee la persona y decide, sí lo que oyen sus oídos le satisface y puede experimentar el placer que lo embriaga, y si lo que capta es convincente.
Sin ningún problema puede asistir a cualquier evento o espectáculo a cielo abierto, como a un espacio cerrado. Del mismo modo, selecciona en la emisora la música que le agrada; para ello utiliza el dial. Si utiliza la TV, hace uso del control y discrimina que es lo que él desea. La película o el cine tienen la misma particularidad de disentir lo que le satisface, para ser escuchado con atención.
La música grabada es seleccionada de acuerdo a su interés, a su gusto. De otro modo, el oyente decide que seleccionar, que oír, pues, en ello se aplica esa teoría, que si es agradable, no tiene dificultad o problemas de escuchar algo que le es apetecible, en cambio, sino le satisface, no lo toma, simplemente, no lo oye.
Ya hemos dicho que esa apreciación es relativa, lo que para unos es bueno, hermoso, maravilloso, espectacular, agradable, para otros es totalmente al contrario. No lo aceptan, la rechazan, la desprecian, o en otras palabras, no les agrada.
Podemos significar que también existen los términos medios: aquellos que están de alguna manera de acuerdo con: una composición, género, estilo, ritmo, vocalización, orquestación, arreglo, versión, etc., de una obra musical. No obstante, pueden digerir y aceptar de algún modo ciertas obras, que para ellos no es una tortura. Empero, existen los radicales, a ellos no los convence nadie y rechazan de plano, con argumentos o sin estos, esa propuesta musical. Son conservadores, ortodoxos, dogmáticos y no admiten cambios ni sugerencias.
Sin embargo, los compositores musicales ubicados, cada quien con sus creencias, con sus conocimientos y defensores de un género o estilo, lo mantienen, lo conservan y lo ejecutan, esa es su convicción.
El problema se le presenta a la audiencia, quien es presa de los medios de comunicación, por cuanto, se les impone, se les induce que deben oír y de esa manera son convencidos alienados, y cambian de opinión o de gusto como cualquier moda y optan por discernir, aprueban y se suman a otro género o estilo. Bueno. De ese modo se forman un ideal y pueden comparar y establecer; que música oír y cual rechazar.
En otro orden de ideas, lo que se pretende es establecer que para esa época, Los Hermanos Gómez, tuvieron mucha suerte y su música y canciones fue admitida, valorada y aplaudida por diferentes públicos: adultos mayores, adultos, y jóvenes. No existía, como ahora la imposición de géneros musicales, en particular por medio de las emisoras de radio o si existió esa promoción, no fue tan arrolladora y convincente, exista mucha discreción y se hacía con mucha cautela.
En la actualidad la promoción de esos géneros es una tortura avasallante y psicológicamente influye en el subconsciente y se logra por medio de esa estrategia imponer lo que las disqueras sugieren que es lo debe sonar, con el fin de que sea oída y percibida en infinidad de veces hasta que se pegue. Esa es una misión del disyóquey y pensamos que tanto la emisora como él deben recibir un beneficio económico por la promoción, nada es gratis y así se manejan esos medios.
Podemos hacer esta inferencia, porque, si les hubiera tocado en esta época o etapa, a lo mejor el éxito alcanzado no hubiese sido el mismo. La juventud de ahora, en su gran mayoría identifica ese tipo de música como de viejos y para viejos y por ello, podemos afirmar que no les agradaría.
En ese tiempo lo que más sonaba eran las rancheras; la música y el cancionero de Los Panchos; boleros y pasillos. La música argentina: gaucha, tangos, milongas. Bailables: salsa, guarachas, merengues. Los porros. Por supuesto, la música venezolana en todas sus creaciones y manifestaciones, géneros y ritmos. Empero, aquí en esta ciudad se valoró y se le dio mucha importancia a esas composiciones argentina y posiblemente esas canciones, melodías y ese ritmo influyó notablemente en muchísimos de nuestros músicos, compositores y arreglistas, que hasta el punto, en que de esa influencia, surge y se crea “La Canción Caroreña”, la cual viene a ser una mezcla de bolero, tango, ranchera, balada, pasillo, son cubano, etc.
Entre ese grupo de cantores populares y ejecutantes de la guitarra se pueden mencionar a: Los Trovadores Caroreños, Rodrigo y Rubén Riera, Los Hermanos Crespos, Lolo Carrasco, Alexis Riera, Los Primos: Luis y Juan Pereira, Chey Carrasco, José Che Pereira. En San Francisco, el Dueto Los Pompos, Víctor Martínez, Los Hermanos Lameda: Alejandro y Gilberto Lameda. En Quebrada Arriba, Luis Rodríguez. En Río Tocuyo, Mauro Morillo. En Curarigua, encontramos al Dúo de Rafael Torres y Gerardo Escalona.
“El estado Lara ha sido una región netamente guitarrista. Tal vez la creación en la década de los años 30, siglo XX, de un grupo de emisoras, entre Radio Barquisimeto y Radio Lara, motivó a esas visitas rutinarias de grandes grupos musicales del ámbito latino en donde la guitarra era protagonista. Y es así como este instrumento se acercó y creció más aún en estos lares, sobretodo en Carora, en donde llegaron a surgir infinidad de “Duetos”, como también varios “Tríos” y solistas muy amantes de los valses, pasillos y tangos que llegaban del Sur de América. En relación, se cuenta que un gran músico y compositor mexicano llamado Lorenzo Barcelata, estuvo por esos predios y después de acudir a una cita musical en Carora y ver tanta polifonía cantando temas de distintos países, los increpó acerca del por qué seguir tantas influencias extranjeras y en tal sentido, los invitó a ser más regionalistas difundiendo su propia música. Quizá, esta anécdota, la conocieron y la discutieron más tarde, quienes más adelante como dueto llegaron a llamarse, “Los Hermanos Gómez”. Este singular dueto fue aplaudido, no solo en el país, sino fuera de las fronteras patrias, por su calidad y sentimiento interpretativo”.
(Juan José Colmenares Blogspot. Com. Viernes 10 de abril de 2009. Internet)
El Dueto de Los Hermanos Gómez, compuesto por Hermógenes y Rafaelito Gómez, entre los más conocidos de este género musical. Hay que destacar, que estos cantores populares, en su gran mayoría, hicieron este trabajo sin fines de lucro, era como un hobby. El canto de la Serenata, tal vez fue la manera de promover esta nueva versión de lo que se denominó “La Canción Caroreña”
Comentamos esto porque, muchas de las canciones conocidas de origen mexicano, argentino o cubano, los arreglistas les habían hecho algunas modificaciones y es precisamente con esa idea, que los compositores comienzan a realizar y a producir sus nuevas creaciones y se van enmarcando en ese estilo de: Bolero, Tango, Balada, Son, incluso en forma de Vals, muy lento.
Estas florecientes composiciones fueron ocupando un espacio importante en todos esos grupos de ejecutantes de la guitarra y en esta jurisdicción del municipio Torres. Es bueno señalar que todas estas canciones fueron creadas en el género o estilo romántico. La mención especial referida al amor. El romanticismo como el argumento predilecto para desarrollarlas. La poesía como el medio de expresión; en su contenido.
La sensibilidad en los acordes musicales, en los arreglos y en los compases y el ritmo. La melodía expresada a través de unas voces extraordinarias, armónicas y afinadas, que hacían de esos, tríos, dúos o solistas; músicos excepcionales, porque producían y articulaban diversos sonidos y arreglos exuberantes, agradables que acarician al oído, y que arrullan como la canción para niños.
Prácticamente, estas versiones se podían comparar, al ser escuchadas como un acto de embeleso, de relax. Un sublime frenesí que penetra por el sentido auditivo y logra convencer, entusiasmar al receptor. Máxime si esa melodía es ejecutada en horas nocturnas y en un ambiente silencioso y el mismo es interrumpido por unos acordes y voces maravillosas y agradables que perturban el sueño de una dama en particular, la familia o los vecinos más cercanos. Nadie se resiste y muchas o muchos quisieran que también a ellas o a ellos les tocara el día en que les puedan obsequiar a través del canto “Una serenata” y asomarse a la ventana, como un gesto de agradecimiento.
Así fueron ellos, así actuaron ellos y todos estos grupos de cantores populares. Ya se ha dicho que no eran comerciantes o mercaderes del canto…, porque, su manera de abordar esa actividad, la consideraban como la categoría de amateurs, para utilizar ese término deportivo. Dicho de otro modo no se consideraban artistas profesionales, ni hacían alarde, ni se jactaban de sus excelentes cualidades interpretativas, y esa indecisión de dar ese salto los mantuvo por muchos años en ese estancamiento.
Los que fueron surgiendo se vieron en la necesidad de cobrar su trabajo, ya que, fueron requeridos sus servicios y contratados por empresas comerciales: Emisoras de radio, Televisoras, Centros nocturnos, Clubes, Eventos, entre otros.
De estos duetos, tríos o cuartetos. Podemos mencionar a: el Dueto de Rodrigo Riera y su hermano Rubén, El Trío formado por: Rodrigo Riera, Teódulo Alvarado, Leonardo Rodríguez y Rubén Riera, Los Trovadores Caroreños, Los Primos: Luis y Juan Pereira. Lolo Carrasco y Alexis Riera. De ellos, los que tuvieron una destacadísima y excelente actuación y a la vez una singular aceptación, en primer lugar, el trío que constituyó Rodrigo Riera Teódulo Alvarado, Leonardo Rodríguez y su hermano Rubén Riera, Posteriormente este grupo se disuelve y Rodrigo Riera abandona este género y opta por la música clásica. Los Trovadores Caroreños, prosiguieron con su estilo y no han claudicado, se mantienen aun cuando sus presentaciones son un poco esporádicas y con varias voces nuevas, producto de los descendientes del árbol genealógico.
Los Hermanos Hermógenes y Rafaelito Gómez, se cuenta que su primera actuación en la Radio Carora, la efectuaron en los años 50, ya, estando residenciados en la ciudad de Barquisimeto, desde el año 1937, vinieron a su terruño como siempre solían hacerlo a objeto de compartir con algunos de sus familiares que se habían quedado en la ciudad y además, intercambiar ideas y participar con los números grupos de excelentes guitarristas, que frecuentaban “El Rinconcito Arrabalero”, un lugar emblemático de este pueblo, en el cual se reunían todos esos músicos, incluyendo a los Maestro Alirio Díaz Y Rodrigo Riera, posiblemente fue en ese lugar donde se encontraron con el músico y compositor mexicano Lorenzo Barcelata, quien les insinuó e invitó a ser mas regionalistas con el propósito de difundir su propia música.
De ahí en adelante, los éxitos no se hicieron esperar y prosiguieron como la lluvia intensa que no termina, así fue su actuación de inicio. Entraron al mundo del espectáculo por la puerta grande, por la puerta principal, por donde entran los grandes, los virtuosos.
El dúo de estos dos payadores torrenses, en su pleno disfrute de esa etapa tan especial, como lo es el proceso de la adolescencia, sus familiares deciden cambiar de residencia y eligen la ciudad crepuscular, en busca de nuevos horizontes, como ya era característico de muchos campesinos que abandonaron el campo y emigraron a la ciudad. Hermógenes, apenas contaba con 19 años y Rafaelito con 14, es la época más sublime de la juventud, la inflorescencia de esa etapa que descollaba con un ritmo y rumbo constante y ascendente hacia el éxito en la cumbre, por la combinación y articulación de dos voces excepcionales, magistrales, esplendorosas y maravillosas. Más dos guitaras que al pulsar sus cuerdas de sus entrañas vibraban y emitían sus acordes, con una increíble pasión armónica y dejaban oír una gran variedad de ese cancionero especialmente seleccionado, por supuesto, de muchos compositores de otros lares, e igualmente, otras tantas bellísimas piezas musicales de compositores nacionales y como es sabido, también de la producción de los nuestros, de los aquí y como es lógico; sus propias composiciones.
“Hermógenes Gómez nació el 19 de abril de 1918 y Rafaelito Gómez, el 21 de febrero de 1923. Hijos de Don Miguel Gómez y Doña Rafaela Andueza de Gómez, fueron artistas que surgieron de las entrañas mismas de un pueblo, encrucijada de caminos, de sendas trazadas por el destino de los hombres hacedores de sueños plurales y de esfuerzos vigorosos para las grandes obras. Un pueblo que es algo así como la frescura de un abrazo en familia, colmado de bendiciones, cariño y respeto, donde se aprende y se y se enseña, se da y se recibe.
Nacieron aquí y aquí se quedaran, salían bajo la condición expresa de un arte y regresaban porque la tierra nativa siempre tuvo para ellos el llamado nostálgico que se le hace a sus hijos más queridos.
Nuestro pueblo sintió en lo más profundo de su corazón aquellas voces maravillosas, con sus canciones y su música más que ninguna otra región, donde se perpetuaron para siempre con el gran espíritu musical de los payadores nativos.
Los hermanos Gómez, fueron los más grandes músicos nacidos en estas tierras, figuras inolvidables, Venezuela entera y el mundo los conocieron muy bien, sus voces, sus guitarras.
Tuvieron el privilegio, el gusto de buscar, en el rico cancionero nuestro, las melodías más hermosas para obsequiar su mejor regalo de amor. Ellos eran dueños de una sensibilidad sobrehumana, anduvieron toda su vida recorriendo, tocando y cantando. Eran los mejores trovadores y para eso habían nacido”
(Facebook.com duetoloshermanosgomez Internet)
“En Radio Barquisimeto hacen su debut de la mano del maestro de la guitarra Rodrigo Riera. Sus éxitos no se hicieron esperar. Su fama creció como la hierba y una enorme reputación les acompañó por siempre, muy bien ganada a base de talento, de una limpia e inigualable ejecución de sus guitarras y el género romántico popular conquistaron un mundo y ese mundo se los agradece.
Actuaron en los más prestigiosos escenarios, en radios, teatros y televisión, en cuyas presentaciones actuaron de tú a tú con las grandes luminarias de la canción tales como: Los Panchos, Pedro Vargas, Agustín Lara, Hugo del Corral, Libertad Lamarque, Toña La Negra, Carmen Delia Depiní, Leo Marín, Los Churumbeles de España, Daniel Santos, Pedro Infante, Julio Jaramillo, Alfredo Sadel y Mario Suárez. La crema y nata de la música de la época.”
(Facebook.com duetoloshermanosgomez Internet)
“El domingo 13 de septiembre, a las 11:00 de la mañana y en el marco de los 463 años de la capital larense, se llevará a cabo el concierto “Recordando a los Hermanos Gómez” Homenaje a Barquisimeto, sede de la Corporación de Turismo del estado Lara.
Hermógenes y Rafaelito Gómez fueron dos hermanos caroreños que se radicaron en Barquisimeto en 1937 y que cosecharon un importante éxito en la Capital Musical de Venezuela.
Recordando a los Hermanos Gómez, Homenaje a Barquisimeto, será grabado por Telecentro canal 11, para ser transmitido el lunes 14 de septiembre, a propósito del aniversario de la ciudad.”
Es importante hacer notar que estos dos caballeros, familiares muy cercanos a los Hermanos Gómez, hayan constituido un dueto denominado “Los de aquí”, compuesto por Henry Gómez y José Miguel Gómez, sobrino y nieto-sobrino de los legendarios músicos”, y por supuesto, actuaron en ese acto, al lado de otros grupos de ese género a fin de estar presentes, para interpretar varias de las canciones de las cuales hicieron brillar a este dueto excepcional y con su canto recordar a estos insignes artistas.
(El Impulso.com Internet)
Siempre pensamos en voz alta, que los hermanos Gómez, no habían dejado un legado musical entre sus familiares, y no fue así.
Es justo reconocer que nos habíamos equivocado, ya que, estos dos sobrinos-nietos, hayan tomado la batuta y constituyeron ese dueto, el cual va a ocupar, una parte importante en ese enorme espacio dejado por estos célebres músicos caroreños. Solamente, deseamos muchos éxitos y una larga cosecha de triunfos y lograr que ese tipo de música se mantenga y ojalá vuelva a alcanzar un sitial preponderante, esta vez en las manos, en las guitarras y en las nuevas voces de los descendientes, sería una virtud muy especial, un orgullo nacional y trascendental en el mundo del arte de la musicalidad.
Estando establecidos en la ciudad de Barquisimeto, nunca perdieron el contacto con su pueblo, siempre que se les presentaba una oportunidad, después de cumplir con sus compromisos adquiridos en diversos lugares del país y fuera de nuestras fronteras, no lo pensaban dos veces y regresaban a su terruño que los concibió, es posible que hayan querido tomar el ejemplo del Maestro Alirio Díaz, quien al regresar de Europa, luego de haber cumplido y obtenido una exitosa gira por diversos países de ese Continente, constantemente efectuaba una gira nacional, comenzando en la Capital de la República; en los lugares más emblemáticos para este tipo de música, así complementaba esa gira por varias entidades del país, las cuales les habían solicitado la posibilidad de actuar a fin de complacer a un sin número de personas amantes de esa música selecta y a la vez, que deseaban ver y oír al maestro.
Una vez en Barquisimeto, donde también recitaba varios conciertos, sólo le faltaba un lugar, Carora, la cual y de igual manera era la última estación, para llegar a su tierra chica, La Candelaria. En su lugar de origen, le quedaba tiempo y no se sentía cansado y ofrecía varios conciertos a sus familiares y amigos.
Se puede destacar que estos conciertos en su casa de nacimiento, siempre los complementaba con piezas venezolanas.
Quizá, Hermógenes y Rafaelito quisieron emular en este sentido al maestro, nunca se distanciaron ni negaron a su Carora y al volver,, lo hacían llenos de placer, henchidos sus corazones, porque era esa la oportunidad de no desligarse de sus amigos y compañeros del canto, que a pesar de hallarse tan distantes en varias oportunidades, deseaban volver y la mejor manera era ejecutando sus guitarras y aflorando un ramillete de hermosas y bien seleccionadas melodías para sus amistades y camaradas del canto.
El Rinconcito Arrabalero, era el lugar ideal de encuentro para esas veladas culturales, fue un ícono de la música argentina en nuestra ciudad, debido a su espacio tan estrecho para tantos trovadores. Se creó y se fundó el Centro Social y Deportivo “Buenos Aires”, un espacio más amplio y cómodo para el disfrute de esas cantatas y para los bailes y fiestas populares. Por cierto, el nombre de dicho centro, se deriva de esa influencia de la música gaucha, argentina. No obstante, en los dos lugares se producían esos célebres encuentros y en verdad, todo un recital poético que se paseaba por las más bellas y espléndidas melodías dedicadas al amor.
En ese lugar emblemático, después de compartir, de intercambiar ideas, de dar a conocer los nuevos éxitos que se estrenaban de toda esa pléyade de excelentes músicos y vocalistas, se solía, en la media noche a llevar las serenatas, a las bellas damas del momento. Esta actividad era una especie de convite, donde todos ya tenían establecido los lugares y a quienes se les ofrecería ese manojo de canciones. También varias de ellas interactuaban tocando las guitarras, además poseían unas voces muy dulces y maravillosas, lo único fue que no lograron trascender. En este grupo de damas se pueden mencionar: Armida (Min) Suarez, La Alondra, Margarita Carrasco, Rosa Emilia Hernández, Carmen Carrasco, Lucrecia Suárez, Carmen María Sira, Josefina Piña, Isabel Lucía Pérez, Margot Lameda, Claudia Herrera, Luz Marina Pereira, Laura Ibarra, María Matilde Zubillaga, Eleonor Montes de Oca, Gloria Beatriz Castellano, Matiza Riera, Chiquinquirá del Carmen Rodríguez, Bertha Andrade, Las Hermanas Chirinos, Julia Caripá, entre otras.
A todas ellas en forma constante se les agradecía con mucho respeto y cordialidad, un “Asómate a la Ventana”.
Los Hermanos Gómez, estado en un sitial de honor, para ellos no significaban ningún problema en acompañar a sus amigos para dar una serenata, en su lugar, era un placer, un gusto muy grande, una gran satisfacción de poder realizar esa actividad, aparte de las actuaciones que se efectuaban en algunas casas de sus amigos. Nunca se jactaron de haber cosechado éxitos y fama, nunca hicieron alarde de su virtud como músicos y trovadores. La prepotencia la rechazaban con su ejemplo; cantándole a su pueblo y a su gente.
Lamentablemente no lograron regresar de manera definitiva a su tierra natal a objeto de radicarse en la Carora que los vio nacer; antes de su partida al espacio, donde presumimos que allá continúan con su desarrollo musical, que para eso se formaron.
CUENTO DE LA PROVINCIA TORRENSE Nro. 15.
Foto cortesía del autor
Si desea disfrutar de alguna sus canciones, les indicamos donde a continuación: