Por Solina Briceño
Las Navidades en mi tierra son especiales, comienzan en el puente del 6 de diciembre, todas las familias aprovechan esta fiesta para adornar las casas y hacer compras navideñas. Pero realmente las navidades españolas empiezan de una manera peculiar y no-oficial el día 22 de diciembre, con el soniquete de los niños del Colegio de San Ildefonso que cantan los números y premios de la Lotería de Navidad, probablemente el sorteo de lotería más seguido de todo el año. Cuando un español escucha en la radio esa melodía piensa: “Ya están aquí las Navidades”.
Los niños comienzan las vacaciones en los colegios y se aprovecha esos días para pasear por las ciudades importantes, ver museos y disfrutar de la ciudad tapeando y caminando por sus calles. En Madrid, lo más típico es llevar a los pequeños a pasear por la Plaza Mayor, que está llena de puestos navideños y siempre como tradición compras un adorno para el árbol, y como no, comerse un bocadillo de calamares, además de ver los nacimientos inmensos que la gente prepara o ir a ver los belenes vivientes por Madrid y sus alrededores.
Plaza Mayor de Madrid en Navidad
Durante la Nochebuena el 24, se cena con la familia, casi siempre en casa de los abuelos con unas comilonas enormes, su elaboración comienza un par de días antes y después de cenar se comen dulces típicos navideños (turrón, mazapán, polvorón…) y se cantan villancicos.
Los platos típicos de esta cena especial son mariscos, pescados (besugo, dorada, lubina, merluza), cochinillo, lechazo o cabrito… aunque varían de unas regiones a otras. De beber se toma vino, sidra y cava.
Pero lo más bonito de esta fecha, son los reencuentros familiares, volvemos a casa, a reunirnos con las familias, un año más.
En esa noche se celebra la tradicional “misa del gallo”, a las 12 de la noche. Era habitual que los miembros de la familia asistieran juntos a esa misa de medianoche. Según la tradición, este animal fue el primero en presenciar el nacimiento de Jesús y anunciarlo al mundo. Las familias más religiosas suelen asistir a esta misa.
El 25, es el día de Navidad en sentido estricto, después de la opulenta cena del 24, las distintas familias, se reparten para ir a comer a casa de los otros abuelos y volvemos a tener una enorme comilona, entregamos los regalos de Papá Noel que han dejado en nuestros árboles para los niños de la familia y pasamos un día rodeados de niños jugando con sus juguetes nuevos.
Llega el 31 de diciembre el último día del año que se celebra la Nochevieja.
Después de cenar el 31 de diciembre, según la tradición, a las 12 en punto de la noche, se toman las 12 uvas de la suerte en la Puerta del Sol de Madrid o viéndolo por la televisión.
Las uvas se toman, una por una, al son de cada una de las 12 campanadas, que marcan el final del año. Después la gente se felicita el Año Nuevo besándose y brindando con cava a veces sidra.
Según la tradición, los que comen las uvas tendrán 12 meses de prosperidad durante el año entrante que viene. Todo el país minutos antes de medianoche, conecta su televisor para oír las campanadas de Nochevieja desde la PUERTA DEL SOL en Madrid:
La Nochevieja es una fiesta de los amigos. La gente se reúne en fiestas que llamamos “cotillones” o se agrupan en las plazas, bajo el reloj de la torre de la iglesia, esperando que suenen las doce campanadas para “cortar el año” con las doce uvas de la suerte y brindar por el año nuevo con una copa de cava. Las fiestas duran hasta altísimas horas de la madrugada, lo que hace que el día 1 de enero, Año Nuevo, sea para muchos un “día de resaca”. Las celebraciones a veces duran toda la noche y al día siguiente se celebra la comida de Año Nuevo en casa, con comidas abundantes y familiares.
Pero el día más importante en España es el día 5 de enero mucha gente encarga en la pastelería o dulcería de confianza un Roscón de Reyes que se desayunará el día siguiente. Pero este día, la víspera de Reyes, tiene unos protagonistas clarísimos más allá de los dulces tradicionales: los niños. Cabalgatas con los Tres Reyes Magos, sus pajes y una lluvia de caramelos y otras chucherías ocupan las calles españolas y los niños, súper excitados, tendrán con seguridad problemas para conciliar el sueño porque la mañana del día 6, el día de Epifanía, es cuando los tres magos de oriente dejan, tradicionalmente, los regalos para todos. Ese día es cuando realmente se dan los regalos a todos los niños.
Las Navidades, en España, se llenan de villancicos, decoraciones y luces espectaculares por las calles, alegría y celebración religiosa que se evidencian en las sonrisas que casi unánimemente se pueden disfrutar cuando se pasea por las calles españolas a la busca de algún regalo para la persona amada.