Por Lic. Jesús Dudamel
Para comenzar mi intervención quiero felicitarles por el día del amor y la amistad y darles gracias por tan dignificante y honrosa invitación para hacer tribuna como Orador de Orden sin que me acompañen estos atributos, en un conglomerado que por lo demás, posee destacados personajes que pueden cumplir mejor esta función; sin embargo, aquí estoy honrando este magno evento donde se le rinde homenaje a uno de los ilustres hijos de esta sagrada tierra como lo es nuestro coterráneo Don Valentín Carucí.
Debo destacar la benevolencia de la divina providencia al concederle al año 1.923 y a la comarca torrense la fortuna de parir un conjunto de prohombres que con sus acciones, talentos, virtudes y sus ejemplos enaltecen nuestro gentilicio, me refiero al Maestro Alirio Díaz, Don Rodrigo Riera, al Poeta Alí Lameda, al Profesor y Ambientalista Experito Cortés y Don Valentín Carucí; en el marco de las celebración del “Año Jubilar del Centenario de la Generación de 1923”, cada uno de estos personajes tiene su propia programación y en nuestro caso hoy celebramos los 100 años del nacimiento del ilustre hijo del Paso de San Antonio, Don Valentín Carucí, quien abrió sus ojos al mundo un día como hoy 14 de Febrero día del amor y la amistad; es quizás por ello que lo irradió Valentín en sus miradas, en sus pausadas y sabias palabras, sus hermosas canciones y en su cotidianidad, fue una sensación de paz, de seguridad, de cariño, de respeto, de sensibilidad humana y sobre todo de mucho amor, lo que nos brindaba a quienes tuvimos la fortuna de compartir con él personalmente.
Este sublime hombre tiene su genealogía en está árida tierra, que como lo he dicho en oportunidades anteriores, tiene el don divino de exhalar de sus más íntimas entrañas el elixir que da a las vidas que salen de su seno, la intrínseca capacidad de imponerse a todos los obstáculos hasta llegar a la cima de sus metas, como lo han hecho tantos curarigüeños que enriquecieron nuestro gentilicio y en este caso específico nuestro homenajeado, quien nació en el Paso de San Antonio, que a los pocos meses de nacido debe haber sido bañado en las cristalinas aguas del “Arroyito” como el mismo lo bautizó en una de sus canciones o en el río Curarigua, fuente de inspiración del futuro poeta.
Este contacto directo con la naturaleza, más la sabia orientación de su madre Tecla Carucí, pues su padre Marcos Guédez murió tres meses antes de haber nacido, fue forjando en su personalidad un hombre de ímpetu certero, que jamás claudicó ante la adversidad; igualmente debe una alta influencia en el fortalecimiento de su vena poética al cantar de chicharras, de grillos, al balar de los chivos, al trinar de los pájaros, de loros en el guareo, al sonar del agua en el río, en los atardeceres de silencio en sus orillas, al cantar de la brisa, al contacto con las espigas de los cañaverales y al zumbar de las torcazas al aterrizar a tomar el agua; fueron a nuestro juicio, grandes sensibilizadores y afinadores de su oído musical, para regalarle a Curarigua, Venezuela y el mundo esa joya de hombre que merecidamente le estamos rindiendo homenaje al cumplirse el centenario de su nacimiento.
Hablar pormenorizadamente de una vida tan productiva y amplia no es tarea fácil, no obstante, debo hacer referencia a que nuestro admirado “Muchacho” como es conocido mundialmente, partió de su nativa comarca a los doce años de edad hacia la ciudad de Valencia estado Carabobo, donde vivía su hermano mayor; en esta ciudad su estadía fue corta, por cuanto el mismo año se trasladó a Caracas donde ejerció diferentes oficios como: pregonero, vendedor de lotería, limpia botas, recogedor de ropa para la tintorería y estudiante en la Escuela de Beneficencia Pública del Distrito Federal donde llegó hasta cuarto grado. Esa necesidad de prepararse intelectualmente lo llevó a continuar estudiando, obteniendo el título de bachiller en el Liceo Nocturno Juan Sequera Cardot en la ciudad de Barquisimeto, de allí continuó sus estudios en la Universidad de la Tercera Edad llegando al décimo semestre de Comunicación Social. Igualmente, realizó diferentes cursos de mejoramiento profesional, entre ellos un Seminario dictado por la Doctora Isabel Aretz en el INCIBA 1967, Seminario Curricular correspondiente al plan de estudio de la Educación Básica para Adultos, en el área estética (Ministerio de Educación) 1.982. Esto nos demuestra que Valentín tuvo especial interés en formarse intelectualmente y colocar sus conocimientos en pro de una meta, servir a sus congéneres.
En el año 1.938 por su misma condición de artista se motivó a visitar emisoras de radio, presentándose por primera vez en “La Voz de la Esfera” (hoy Radio Continente), también se desempeñó como boxeador llegando a ser bautizado como “El Cantante Boxeador”, luego pagó el servicio militar para ingresar posteriormente a la Policía de Caracas donde estuvo hasta el año 1.945 cuando se retiró con el grado de “Sargento Segundo”.
Ese mismo año, contrajo matrimonio con la joven Carmen Alfonso de cuya unión nacieron dos hijas: Mirian Mercedes y Nelly Marina, disuelto el matrimonio permaneció algún tiempo soltero y en este periodo procreó una nueva hija Milagros Seijas; posteriormente el 14 de Febrero de 1.959 se unió en matrimonio con la profesora Isabel María Sánchez (Isabelita Sánchez) hermana del cantante de música venezolana Pedro Emilio Sánchez de esta unión nacieron dos retoños: Valentín Emilio y Romavia Coromoto, quien goza de una privilegiada voz. También acompañó al grupo familiar una hija putativa o por crianza llamada María Emilia Torres quien se desempeñó como su secretaria personal en la Sociedad de Autores y Compositores de Venezuela (SACVEN).
Su inicio como compositor se remonta al año 1.929, cuando escribió sus primeras musas las cuales eran alternadas con los trabajos del campo: guarear, jopear etc. Pero fue a partir del año 1.949 que se abrió el abanico musical de la corriente criolla en Venezuela, surgiendo, solistas, tríos, dúos, destacándose los valores nacionales que el público recibió calurosamente. A partir de esta fecha se produjo un hecho importante en la vida de Valentín, un nuevo trabajo que le permitió viajar por los pueblos el interior del país, conocer el Llano, su gente, su música y sus instrumentos, elemento que le permitieron encontrar su verdad, vocación e inspiración y expresarlas en sus versos y su música.
Su producción poética alcanza más de trecientas composiciones, las cuales han sido grabadas por los más connotados cantantes nacionales e internacionales como: Julio Jaramillo y Olimpo Cárdenas de Ecuador, Bobby Capó de Puerto Rico, Lucho Gatica (Chileno Noel Petro de Colombia, José Romero Bello, “El Catire” Carpio, Juan de los Santos Contreras “El Carrao de Palmarito”, Genaro García, Eleazar Agudo, Adilia Castillo, Magdalena Sánchez y Sérbulo Chávez, entre otros; ubicándolo a nivel de los más descollantes autores de América, tales como: Jorge Villasmil de Colombia, Luis Rivera Gonzáles de República Dominicana, Ernesto Lecuna de Cuba y Agustín Lara de México.
Como compositor, Valentín expandió su musa hacia toda la geografía nacional, es decir, sus versos no se limitaron a un tema específico, su sensibilidad le cantó al amor, a los pueblos y ciudades de Venezuela, sus ríos, montañas, a nuestro mar, a las costumbres del hombre llanero, a la fe religiosa, al desamor, a la injusticia social, pero la constante que más desarrollo en su producción fue el amor a su tierra un ejemplo de ello lo observamos cuando dice:
“Curarigua es un motivo
De mi región pintoresca
Ella me hizo cautivo
Para admirar su belleza
Este sencillo homenaje
Que le dedico a mi tierra
Encierra el mejor tributo
Que dejaré cuando muera”
Una preocupación de Carucí fue la formación de los niños por lo cual publicó un poemario titulado: “Coplas Escolares” editado en dos oportunidades. Como músico y promotor artístico creó los conjuntos siguientes: “Dueto los Cantores del Sur” (1946), “Trío Los Compadres” (1949), “Conjunto Camaguán” (Primer conjunto de Musical Llanera que se creó en Venezuela a nivel comercial), “Conjunto Palmarito” (1953) y “Los Copleros del Camino” (El conjunto más importante de música llanera para la época). Durante su dilatada vida musical descubrió e impulsó un gran número de talentos musicales que enaltecen la cultura y folclor de nuestra patria; entre éstos podemos nombrar: “La Cieguita Maravillosa Bertica Medina”, Rafael Montaño, “Las Cuatro Monedas”, “Raquelita Castaño”, Belkis Cedeño y Edgar Gurmeitte, entre otros. Como promotor musical y artístico fue un peregrino por toda la geografía nacional y un asiduo visitante a las Repúblicas de: Colombia, Ecuador y otras de Latinoamérica.
Su extensa producción musical se encuentra grabada en más de 75 LP y alrededor de cien discos de 78 y 45 RPM, esto nos indica que nuestro homenajeado produjo casi dos discos por año, una tarea nada fácil, ni antes ni ahora.
A la par de su actividad artística se constituyó en gremialista consolidando la idea de conformar una organización con una fuerza intelectual sin paragón en el país amalgamada en la Sociedad de Autores y Compositores de Venezuela (SACVEN) cuyo objetivo es lograr una entidad organizacional constituida como unidad de negocios al servicio de sus asociados, siempre vigilante de sus derechos y deberes, fundada el dieciséis de mayo de mil novecientos cincuenta y cinco, siendo presidente de la misma por tres períodos.
Su buen desempeño como íntegro hombre lo llevó a ocupar cargos como: Director Artístico de la Disquera “DISCOMODA”, Secretario de Organización de la Asociación Venezolana de Artistas de la Escena (AVDE), Jefe de Relaciones Públicas del Ministerio de Educación, Secretario de Actas y Correspondencias del Sindicato de Radio y Televisión, Director y Productor de Programas Radiales, uno de sus más famosos fue “Festival Criollo”, transmitido por Radio Rumbos durante mucho tiempo.
También, fue Directivo de la Confederación Internacional de Autores y Compositores (CISAC) por sus siglas en inglés; organización fundada en París, Francia en mil novecientos diecisiete, donde ejerció el cargo de Vicepresidente del Comité Iberoamericano con sede en Quito, Ecuador, al servicio de los autores y compositores del mundo, tanto en proyectos organizacionales, en búsqueda de la incorporación de elementos tecnológicos en provecho de la creación y protección de derechos autorales.
Como Presidente de SACVEN tuvo la Responsabilidad de participar en las sesiones del Parlamento Venezolano para apoyar la aprobación del capítulo referido a la propiedad intelectual en La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela de 1999, La Ley Orgánica de Cultura y la Ley del Trabajador Cultural, respectivamente.
Entre las distinciones obtenidas tenemos: Diploma otorgado por Radio Difusora Venezuela en reconocimiento a la labor cumplida en el programa “Brindis a Venezuela” (1957), Diploma por la Extensión Cultural de Medellín, Colombia, como Embajador de la música venezolana, en reconocimiento al programa “Matinal” (1958), Concejo Municipal del distrito Zamora, estado Aragua (1985), Avade, por méritos como compositor del año (1971), Placa obtenida en el Segundo Festival de Música Venezolana (1973), Placa al conjunto “Los Copleros del Camino” del cual es integrante-fundador, en reconocimiento a la labor en pro del folklore y del artista nacional (1973), VI Festival Venezuela Canta en Aragua, en reconocimiento a la labor artística en pro de la música venezolana (1976), El Primer Festival de la Música Criolla, Programa de Acción Social y Desarrollo del INAVI, como jurado calificador (1976), Consejo Municipal de El Hatillo (1977), Escuela de Comunicaciones y Electrónica de las F.F.A.A. del Ministerio de la Defensa (1980), Comunidad Educativa de la Escuela de Oficios El Valle, en reconocimiento a la labor prestada a esa comunidad (1980), Primer Alcaraván de Oro, Sindicato de Radio y Televisión – Seccional Valencia, estado Carabobo (1981), Club Militar Vuelvan Caras, de San Juan de los Morros, como miembro de la Galería de Artistas Venezolanos (1982), Premio Nacional Benito Galárraga, Valencia estado Carabobo, por imponer la música venezolana a través de sus composiciones (1982), Club Social Santa Lucía, estado Miranda por contribución al realce y difusión de la música venezolana (1982), V Festival Internacional de Música Llanera Luis Eduardo Camejo, por destacada trayectoria en la divulgación de la música llanera (1982), Homenaje de la Dirección de Cultura UNELLES y el Centro Estudiantil Andrés Eloy Blanco (1982), Reconocimiento a su Trayectoria Folclórica por la Dirección de Educación y Cultura del Estado Guárico (1983), Reconocimiento como Pionero del Folclore Nacional por el Frente Nacional de Folcloristas Seccional Barinas (1983), Sol de Oro de Venezuela Sindicato de Radio y Televisión Seccional Zulia, entre otros.
Al cumplir los ochenta años de edad sus familiares, amigos y la Casa de la Cultura de Curarigua le celebramos un apoteósico homenaje donde se editó un folleto titulado “Cantemos con Valentín”, se editó una producción discográfica conformada por cuatro CD, con ochenta temas compuestos por él, en su mayoría y otros en coautoría con reconocidos compositores venezolanos cuyo título es: “80 Años de un Larense, Valentín Carucí, Colección Dorada”; también se celebró una sesión especial de la Cámara del Municipio Torres, donde el orador de orden fue el recordado Don Víctor Morillo “El Tricolor de Venezuela”, tal como lo estamos haciendo hoy.
En uno de esos tantos viajes que realizó Valentín por el mundo, paso a otro plano el día 3 de Septiembre de 2019 en la Ciudad de Buenos Aires, dejando un maravilloso legado para la posteridad.
Es importante destacar que esta intachable hoja de vida de Don Valentín Carucí debe servir de Ejemplo a las mujeres y hombres que ahora son protagonistas del desenvolvimiento integral de la Patria. Venezuela reclama a gritos personas como este ilustre curarigüeño que cada día más honra nuestro gentilicio, no debe ser solo recordarlo en estos cien años o verlo como una estatua inerte; debemos tomar sus ideas, su periplo existencial como el norte que nos guie en las tareas que humanamente debemos desarrollar como integrantes activos en una sociedad en decadencia moral.
Quiero terminar mi intervención con algunas consideraciones: la primera es que en el marco “Año Jubilar” la ilustre Cámara Municipal de Torres o la Alcaldía se edite la biografía de nuestro homenajeado, la cual esta adelantada por el equipo de la Casa de la Cultura de Curarigua, igualmente gestionar ante los organismos competentes la situación de deterioro del inmueble de la Casa de la Cultura, la segunda, leerles un poema de mi autoría titulado “Homenaje a Valentín Carucí” y la última, una canción suya llamada “San Valentín” en la voz de Marianela Oraa.
En Paso de San Antonio
Un catorce de Febrero
Estuvo todo de júbilo
Pues a sus ojos se abrieron
Los pasos de un gran varón
A la postre un buen coplero.
Trecientas son sus canciones
Infinitas tus virtudes
Amor y paz, inquietudes
Reinan en ese sendero
Pues nos llegó el cancionero
De Valentín Carucí.
Hombre de recio carácter
Trabajador incansable
Su gran ímpetu indomable
Lo convierte en un guerrero
Luchador del ventisquero
Cantor del llano florido
De sabanas y de ríos
De nuestro gran territorio
Del Paso de San Antonio
Su terruño, lar nativo.
Ese es nuestro Valentín
“Mi Muchacho” más querido
En su pueblo complacido
Con este gran homenaje
Que aquí en su tierra, compadre
Muy bien se lo ha merecido.
¡Muchas gracias, Saludos!
Lic. Jesús Dudamel
Curarigua 14/02/2023