Por: Edecio R. Riera M.
Desde los llanos venezolanos, específicamente del estado Barinas, llegó hasta San Francisco, un joven médico quien en forma práctica sustituiría al médico anterior. El nuevo galeno, tuvo la gran oportunidad de conseguir una beca gestionada por un familiar muy cercano. Esta beca consistía en estudiar en España la carrera de Medicina General, con residencia y comedor estudiantil. El joven Carlos Contreras, con una mente positiva y muy optimista, más con grande anhelos de superación, no lo pensó más y se decidió irse al viejo Continente a estudiar la carrera que le apasionaba, ya que, su formación hogareña había sido formado para servir y nada mejor que esa profesión tan humana, pues encajaba perfectamente en sus facultades mentales.
Esa formación lograda en su hogar. Los valores de la responsabilidad, el respeto, la solidaridad, el compañerismo, el amor al prójimo y ese humanismo que le caracterizaba aprendido de sus padres.
Estando en España y casi para finalizar la carrera, varios profesores y compañeros de estudio, le estaban inculcando ideas para que después de graduado hiciera la especialización, montara una Clínica Privada, comprara un buen coche y comprara una buena casa en el centro de la ciudad o se mudara a otro estado que tuviera mejor perspectiva que donde había nacido o buscara nuevos horizontes en otro país. Estas ideas comenzaron a darle vueltas en su cabeza tal cual, la nave que va a aterrizar y no se le permite hacerlo ya que, el tiempo está relativamente malo, según la información suministrada por funcionario de la Torre de Control del Aeropuerto. Al parecer, esas ideas entraban en contradicción totalmente con las que se había formado. Inducidas por sus padres y familiares muy cercanos, pues, las mismas habían hecho mella en él como todo un pensamiento contrario a esa propuestas, que no son malas, pero no le entusiasmaban como tal, su propósito, su objetivo, su meta no coincidían en nada con su pensamiento humanista, por lo tanto, eso que se le estaba proponiendo; como una forma de alcanzar en poco tiempo un desarrollo y progreso personal, seguían dando vueltas en su cerebro e imposible efectuar un aterrizaje forzoso y en contra de su voluntad, pues bien, no fue a eso lo que se propuso cuando decidió ir a España.
El piloto sugiere tomar su propia decisión, efectúa un viraje y opta por realizar el aterrizaje en otro aeropuerto, aun cuando, es totalmente muy alejado del destino al cual se le estaba induciendo para que lo hiciera en ese lugar especial.
El joven nativo de Barinas Venezuela, se gradúa con todos los honores, no quiso saber más nada de la propuesta formulada. No entró en discusión a fin de no contradecir en nada con sus amigos; sin embargo, les dijo que lo iba a estudiar y que posteriormente les informaría.
Regresa a su país, a su estado natal, Barinas. Por haber obtenido el título de Médico Cirujano en otro país y según las leyes de este, debía hacer la Reválida de su titulo a objeto de poder ejercer la profesión. Es un requisito indispensable. Hizo las gestiones necesarias y pertinentes para obtener la información precisa que lo condujera a realizar ese proceso de revalidar el título obtenido.
Convulsiones de índole político, inherentes al régimen de Marcos Pérez Jiménez, crearon en él una incertidumbre, que estuvo muy cerca de no efectuar el proceso de ratificar su título de médico, no obstante, no hubo mayores consecuencias, todo estuvo a su favor, se inscribió en la Universidad del Zulia (LUZ). La única institución que estaba ofertando para esa fecha la posibilidad de revalidar los títulos obtenidos en el extranjero, y dicho proceso sería objeto de una reforma de acuerdo al nuevo pensum de estudios. Se tenía que aprovechar el tiempo al máximo y así lo hizo.
Se requería entre seis meses o un año, a fin de, que le fuera reconocido y ratificado a través de ese sistema para revalidar como profesional de la medicina el título obtenido en España. Pasado el tiempo que se le había ofrecido y luego de haber cumplido con todos los requisitos que le fueron solicitados. Por otra parte, pudo resolver a entera satisfacción una serie de exámenes teóricos relacionados con la carrera y otros de cualidad psicológicos, psicotécnicos, más, someterse a unas cuantas pruebas prácticas que determinarían la validez de su título, además, comprobar que poseía los conocimientos, técnicos, científicos y teóricos para ejercer la profesión de Médico Cirujano, en cualquier lugar del país. De igual modo debe ser autorizado por el Ministerio respectivo, reconocido, como lo explica la Resolución emitida por la universidad y por el ministerio que esté a cargo de expedirla.
Esta es una norma que se utiliza en la mayoría de los países que han accedido a esa convención y que son requisitos fundamentales, necesarios y pertinentes a fin de autorizar al médico objeto de la reválida, para ejerza la profesión sin ninguna restricción, que el cumplimiento de la Ley respectiva a cabalidad.
El Dr. Carlos Contreras logra revalidar con honores y se convierte en Médico Cirujano de Venezuela. En un aviso publicado en el Impulso de Barquisimeto. Este periódico circulaba en los estados Yaracuy, Portuguesa y Barinas, se anuncia que se requieren médicos para el estado Lara, a través de la Dirección de Salud de la Gobernación de ese mismo estado. Los aspirantes deben inscribirse para participar en el concurso. Del mismo modo, el también cumplió con este requisito y ganó uno de esos cargos que se ofertaron. Al principio se le requirió para hacer una suplencia en el Hospital Central “Antonio María Pineda”. Luego de esa suplencia se le informa que se le otorgó el cargo en referencia. El mismo está ubicado en San Francisco, en el Municipio Montes de Oca, hoy en día Parroquia Montes de Oca. Para ello se le mostró un mapa político de ese estado, para que se ubicara.
Este cargo fue de mucho agrado, estaba acorde con lo que se había propuesto. Deseaba trabajar en una zona rural, y es esa la comunidad. Infirió._ Era lo que estaba buscando.
“Como anillo al dedo” Fue su comentario.
El día siguiente a su llegada, se le hizo una recepción y se le dio la bienvenida. Todos los vecinos aportaron para hacer una parrillada en honor al nuevo huésped. Otros llevaron pasa palitos, jugo de limón con panela y por supuesto no faltaron las gélidas. Fue un compartir muy ameno.
Incorporado a sus funciones como médico. Propuso: convocar a todos los vecinos para efectuar una reunión, a objeto de constituir una organización social para ayudar a solucionar los problemas de la comunidad, en este sentido, mejorar las condiciones físicas internas y externas del Dispensario de Salud. Efectivamente se constituyó y se denominó “Asociación Civil Amigos de San Francisco” (ACASANFRAN). Entre los puntos tratados, se acordó: hacerle una limpieza general a dicho centro asistencial, refaccionar las paredes y pintarlas, arreglo de los baños, reparar las sillas, tapizar las camillas reparar el peso, gestionar un Estetoscopios y un Tensiómetro. Ornamental el área externa y jardín con plantas de flores y árboles se sombra y frutales. Gestionar uno o varios recipientes para almacenar el agua. La idea es que este centro sea funcional. En cuanto a medicamentos y otros programas, yo me encargo de hacer esa gestión._ Concluyó el galeno
Todos estuvieron de acuerdo, decidieron en colaborar y aportar lo que fuese necesario a fin de hacer de ese dispensario un organismo digno que le sirva al pueblo como debe ser. Quince días más tarde la cara de esa institución había cambiado radicalmente, se podía afirmar que ya tenía un nuevo rostro. Los habitantes se organizaron e hicieron un cronograma de actividades para las tareas acordadas: limpieza diaria, riego de las plantas, atención y control de los pacientes. Turnarse para la guardia de las mañanas y las tardes, colaborar en la realización de la talla y el peso, acompañar a la enfermera en la visita de pacientes a los hogares, informar de casos de salud que no sean conocidos y tratados.
El joven médico trató de incursionar en todo lo concerniente en el convivir con los pobladores de esa comunidad. Todas las semanas se reunía con las mujeres embarazadas, también una vez por semana lo hacía con los adultos mayores. Con los niños de la escuela los visitaba todos los lunes por la mañana; con los adolescentes se reunía una vez por mes, varones y hembras.
Las visitas médicas a los hogares, solamente estaban dedicadas específicamente a pacientes encamados o que no podían caminar. Con los docentes se estableció realizar un programa de educación física y deportes. Se programó una serie de campeonatos de varias disciplinas deportivas: fútbol, beisbol, basquetbol, atletismo, natación, ajedrez, entre otras. En ese orden de ideas se constituyeron varios grupos de excursionismo.
De mucha trascendencia fue la organización de las actividades culturales: canto, poesía, danza, pintura, teatro, y literatura. En el aspecto socio educativo influyó de muy buena manera en conseguir que algunos maestros de acuerdo a sus posibilidades, más con un grupo de jóvenes, se implementara un programa para alfabetizar a muchos ciudadanos que no sabían leer ni escribir. Se instituyó como una ordenanza el proceso de hervir el agua y luego filtrarla para el consumo humano. A los señores que beneficiaban animales para la venta de las carnes: vacas, chivos. Ovejos, y otros, se les propuso. Acondicionar un lugar con los requisitos mínimos de higiene y seguridad, y a la vez que se hiciera a la vista del público, para que los clientes pudieran palpar la calidad de las carnes. No soy médico veterinario, pero ese lugar debe estar bien aseado y protegido de las moscas y otros insectos.
Todos los domingos se hacía una colecta con productos comestibles para donar una cesta de comida a aquellas familias de más bajos recursos. En esa misma secuencia se implementó un curso intensivo de Primeros Auxilios. En ese curso participó un grupo de jóvenes de ambos sexos, de varios sectores y de los caseríos cercanos al pueblo. El objetivo era lograr que los seleccionados, por lo menos tuvieran un mínimo de aceptación e interés por el curso en sí y por otra parte que hubiese en cada sector alguna persona que inyectara, tomara la tensión auxiliara a un paciente mientras llegaba al dispensario.
Como una orden impositiva le sugirió a los conterráneos de San Francisco y sus adyacencias y a través de una charla ilustrativa y de convencimiento total, la construcción de una letrina o un pozo séptico, por cuanto, en el pueblo no había servicio de aguas servidas y esto era urgente e indispensable.
En fin el Dr. Carlos Contreras, consiguió influir de una forma determinante, decisiva en coadyuvar a producir un cambio, un cambio de conducta y a la vez concientizar con mucha propiedad; dando el ejemplo a los beneficiarios de los servicios médicos de este centro asistencial. Su actuación fue como todo un líder social. Sus propuestas estaban enmarcadas en producir una serie de estadísticas que le proporcionaran la información básica y pertinente para la actuación médica. Un gran objetivo, la medicina preventiva y esto era factible con muchas de sus propuestas. Por ello, insistía que si se tomaban en cuenta y se practicaban, muchas enfermedades tienden a desaparecer.
Al principio tuvo inconvenientes con algunos de los vecinos, que comenzaron a sentir celos por sus esposas e hijas, dizque, permanecían un lapso de tiempo en el dispensario. Es más un hombre, joven y solo en un pueblo desconocido, producía suspicacia, inquietud, desconfianza. Pero el liderazgo del médico tenía una contundencia tal que no había lugar a dudas de lo que estaba haciendo en beneficio de la comunidad. He ahí su actitud firme, serena, determinante y sin ambigüedades. Muy pronto conocerán a mi esposa y la voy a traer para que conviva conmigo en este pueblo y ustedes comprenderán, que no sólo los remedios curan; hay otras vías mucho más efectivas que los fármacos. _Concluyó.
De visita en el Hospital “San Antonio de Carora”, fue invitado a pasar a una reunión que efectuaba la Junta Médica de dicho hospital. El caso fue un paciente adulto mayor de esa ciudad, el cual tenía un problema y se debía tomar una decisión urgente. Se le solicitó la opinión al Dr., se le describe el diagnóstico. Luego, el Dr. Carlos infirió_ Si fuera mi paciente yo haría esto. Continuó el médico. _En estos casos se deben hacer una transfusión y una extracción simultáneamente, con el objetivo de descontaminar y desinfectar el flujo sanguíneo y su cuerpo. Se acoge la opinión del médico y la Junta implementa la ejecución de la medida. Cuatro horas aproximadamente duró el proceso, el paciente reaccionó favorablemente y le fue salvada la vida, ya que ese paciente estaba en estado de coma.
Veinte años fue su servicio prestado a ese pueblo, el cual lo hizo con mucho ahínco, con una gran vocación impregnada por un servicio que amaba y que gravitaba en él ese juramento que hacen los médicos. “El juramento Hipocrático”, a fin de evitar todo lo malo y toda injusticia. “No acceder a pretensiones que busquen la administración de venenos, pesarios abortivos, ni sugeriré a nadie cosa semejante”
Posteriormente, le fue ofrecida la Dirección del Hospital “San Antonio de Carora”, hasta que completó su tiempo de servicio y fue jubilado por la Dirección de Salud del estado Lara. Nunca pensó ni se lo propuso realizar una maestría.
Ya casado, con una dama de origen de las Islas Canarias y con sus tres hijas, Doña Josefina, Pepita era su seudónimo, se radica en Carora. Estando en esa ciudad, incursiona en la política, se adhiere a la candidatura del Maestro Luis Beltrán Prieto Figueroa, se convierte en uno de los fundadores del M.E.P. y firma el acta de fundación de dicho partido. En ese proceso electoral, participa como candidato a concejal por el municipio Torres. No fue electo. Empero, comentaba que coincidía en forma total con los lineamientos que propulsaba el maestro Prieto, que se parecían en mucho a sus ideas. Al poco tiempo su esposa falleció, y esa situación lo afectó en una gran proporción, emocionalmente. Se comentaba entre los amigos que el Dr. Contreras había cambiado mucho. Luego se casa su hija mayor con un dirigente del partido Copey y eso le rebosó su estado emocional.
CUENTOS DE MI COMARCA SAN FRANCISCO Nº14.