La tecnología nos acerca o aleja de nuestros hijos.

Entramos en el 2012, en un mundo que se nos hace nuevo cada día y que nos induce a reflexionar sobre los cambios y transformaciones que se están produciendo.  Debemos darnos cuenta que nos vienen tiempos difíciles para educar a nuestros hijos, por ello es importante estar lo más cerca posible, de todas las nuevas ofertas tecnológicas de comunicación y juegos que invaden el mercado. Si no sabemos usarlas, al menos saber que existen y  que  ello nos permita comunicarnos con nuestros hijos, sobre temas que manejan con fluidez. Si bien es verdad que nos toca trabajar muy duro, y educarnos para conocer esas herramientas tecnológicas, también es cierto que tenemos la obligación de darles los valores que consideramos serán importantes en sus vidas.   Estamos a veces tan ocupados en preparar a nuestros hijos para que entren en el mundo globalizado y sean competitivos, que olvidamos educar a los hijos para ser felices, para que tengan valores que les permita escoger el camino correcto, que tengan fe en Dios. No olvidemos que el hombre posee sentimientos y emociones que debemos cultivar.  El uso y conocimiento del celular, el Ipad, la computadora, el participar en redes sociales y leer libros electrónicos nunca podrán suplantar los valores aprendidos en el hogar. Vayamos entonces de la mano de la tecnología, apoyemos los avances, fomentando también valores esenciales, el respeto a la dignidad humana y al bien común.  Conocer nuestra historia, de dónde venimos, quienes fueron sus abuelos, conocer las anécdota, familiares, son importantes para alcanzar la felicidad, ya que si algo no ha cambiado a través de la historia de la humanidad, es que el fin último del hombre, es alcanzar la felicidad.