Esa es la primera pregunta que le hago a ambos cónyuges cuando han decido divorciarse y utilizan mis servicios de mediador. Son muy variadas las respuestas, pero la que oigo con más frecuencia es: Necesito divorciarme cuanto antes, pues la situación es insostenible y nuestros hijos están seriamente afectados por el ambiente hostil y las discusiones con mi pareja. Hemos notado o nos han comentado que están agobiados, estresados, frustrados y les afecta directamente en sus estudios, en el trato con sus hermanos y con nosotros. Lo más importante para nosotros son nuestros hijos.

Sin embargo, en el curso de la mediación, surgen desavenencias acerca de los bienes, comportamientos, condiciones, principios y otras circunstancias que las personas quieren y que complican y hasta hacen fracasar la mediación, y la pareja termina peleando en los tribunales. Se les olvido o dejaron de lado lo que necesitan, para darle más importancia a lo que quieren. El bienestar de los hijos pasó a ser secundario frente al dinero, pertenencias, una reclamación o una exigencia que por importante que sean y muy seguramente lo son, sustituye a la necesidad imperiosa que les insto a divorciarse, como son la salud, tranquilidad, los estudios, en fin, la tranquilidad de sus hijos.

Supongo que le extrañara que le diga que deseo que nunca utilice mis servicios profesionales, pero si ha decidido divorciarse, la forma menos costosa, estresante, traumática para la pareja, sus hijos, familiares y hasta amigos, es mediante el proceso de mediación.

En la Florida cuando una pareja decide divorciarse hay dos opciones, enfrascarse en el largo, oneroso y agotador proceso litigioso que culmina cuando el juez, basado en la ley, los alegatos de los abogados, dicta la sentencia de divorcio, lo cual no necesariamente resuelve la circunstancia de la pareja, Cada pareja y su familia es diferente, pero ante la ley son iguales.

La otra opción, es acudir a la mediación, contratando a un Mediador de Familia, debidamente entrenado y certificado por la Corte Suprema de la Florida, comúnmente denominado Mediador de Divorcios, cuyo objetivo es ayudarles a  que se divorcien pacíficamente, facilitando la discusión y negociación para que lleguen a todos los acuerdos necesarios para divorciarse como son: el manejo del tiempo compartido con los niños ( Parenting Plan) , pensión de manutención de los hijos menores de edad (Child Support), la separación y repartición de los bienes y de las deudas de la comunidad conyugal y el apoyo económico conyugal, post matrimonial (alimony).

Los mediadores no actuamos como jueces, ni abogados, no representamos a ninguna de las partes, somos neutrales e imparciales, frecuentemente comento que no soy mediador de la esposa ni del esposo sino del proceso. Damos información legal pertinente, sugiriendo soluciones y estrategias para que la pareja llegue a acuerdos mutuos. La decisión es de los cónyuges. El mediador prepara toda la documentación incluyendo el Acuerdo Mediado de Divorcio el cual se convierte en la base de la sentencia de divorcio, siguiendo los acuerdos de la pareja.

Para terminar, existen dos maneras de divorciarse en la Florida. Iniciar un litigio (pelea) en el tribunal, que culminara cuando el Juez sentencie el divorcio de acuerdo con su interpretación de los hechos, los alegatos de los abogados y la ley. En resumen, una tercera persona decide el futuro de la pareja divorciada y de sus hijos-

O la pareja mediante la mediación de una forma pacífica, consensuada, razonable con la ayuda y facilitación del mediador acuerdan como van a manejar su vida y la de sus hijos, después del divorcio. En resumen, son ellos quienes deciden de una forma consensuada su futuro.

Oscar Franco