Ensayo y Fotografias: Henry Vargas-Ávila                          

      La Virgen María es muy importante en Hispanoamérica, donde se le rinde culto de diversas maneras. En 1946, Zacarías de Vizcarra propuso a la Virgen del Pilar como Reina y Patrona de la Hispanidad por los beneficios que ha dado a las naciones hispánicas. La devoción a María se ha reforzado con eventos como la aparición de la Virgen de Guadalupe en México.

En base a la historia, durante los tres Siglos de vida colonial el marianismo, o emulación socio psíquico de la mujer en Iberoamérica con respecto a devoción a la Virgen María. tiene sus inicios en los valores cristianos traídos a Iberoamérica durante el periodo de colonización, que definía a las mujeres como figuras protectoras y pilares espirituales de la familia; en una construcción de los roles en las fortalezas familiares para preservaros en su integridad dentro de la familia.

Vázquez de Mella evoca una serie de episodios de nuestro pasado más glorioso, afirmando que «No hay acto nacional de trascendental importancia en que no aparezca la imagen de María». El culto y amor a la Virgen María se enlacen con toda la historia de España y brilla como una honrosa distinción en el espíritu de sus hijos. En 1892, León XIII enlazó la obra de Colón con la Virgen, recordando que la Madre del Señor asistió al Almirante en las dos fases del Descubrimiento: Preparación y travesía.

Clemente XIII solicitó al Papa la declaración del patronazgo de la Inmaculada Concepción sobre España, que se proclamó como Patrona de España en 1760. En 1761, Carlos III firmaba un Decreto-Ley proclamando patrona de todos sus Reinos «a esta Señora en el misterio de su Inmaculada Concepción». En 1946, Francisco Gutiérrez Lasanta publicó un libro elogioso sobre la Virgen del Pilar, Reina y Patrona de la Hispanidad.

Las vírgenes del Pilar y Guadalupe, son reinas de la Hispanidad. La Virgen del Pilar es especialmente relacionado con la maternidad originaria de su Fe y sus Iglesias, especialmente la Virgen Santísima bajo el título del Pilar, que es el hecho de haber venido a España en carne mortal, misionera de la fe de su Hijo y consoladora y alentadora del Apóstol Santiago y sus discípulos. La vocación hispánica de la Basílica del Pilar es inseparable y estuvo ligado tanto al descubrimiento de América como a su colonización y evangelización. El cardenal Segura coronada la Patrona de Extremadura como Reina de la Españas el día viernes, 12 de octubre de 1928. La tradición de las Españas es el haz unitario, el cálido crisol donde se integran y sintetizan los conjuntos de las tradiciones de cada uno de los pueblos componentes. La tradición única, variada y multiforme, en sus expresiones sociales e históricas tenor de la idea de los fueros, es una solidísima unidad exterior cimentada en la fuerza inquebrantable de la vigencia de la fe religiosa y la pasión monárquica.

Obra de Víctor Debray, Nuestra Señora de Los Remedios Patrona y Especial Protectora de La Ciudad de México, 1865-1877. Litografía, colección Museo Soumaya·Fundación Carlos Slim A.C. /Cd. de México.
La Virgen de los Remedios fue la primera imagen religiosa venerada en la Nueva España, desde el momento de la Conquista de México-Tenochtitlan. Por ello sería invocada como “patrona de las lluvias y temporales, defensora de los españoles, abogada de los indios, y conquistadora de México.

Hola, reina de la Merced
Vida, dulzura y esperanza nuestra.
Para que nos desterrados hijos de Eva.
Para suspiros y gemidos en este valle de lágrimas.
Abogado granizo, su hacia nosotros convente
Jesús y el fruto bendito de tuy después de este destierro.
Clemente, oh piadosa, oh dulce Virgen María.
Alfa y Omega enviado desde arriba Gloriosa comodidad a los necesitados,
Gabriel con un total de gerarchia paranimphus, en armonía;
Ave María.
Clemente, oh piadosa, oh dulce Virgen María.
Deu, Levantaos, pastores O YE, para él, Lo que viste sobre el Cristo, dice:
enemigos estrellas hablan sobre su visión que son testigos de la aparición;
Ave María.
Clemente, oh piadosa, oh dulce Virgen María.
Fuente de agua de pozo baja la rosa del mundo, el brillo Sydereus;
Amigdalus Aaron fructífera los que rezan a ser la luz del glorioso:
Salve Virgen María.

El Dogma de la Maternidad   Divina
María, de la cual nació Jesús que se llama Cristo
(San Mateo, I. 19)

Dicho con palabras de, Morales, J. (1899:129), «La bienaventurada Virgen María es Madre de Dios en el sentido propio de esta palabra».

“Forestas palabras el quinto Concilio ecuménico ha dado una definición exacta y precisa de la fe perpetua de la Iglesia en la maternidad divina de María, y se ha mantenido contra las falsas interpretaciones de los herejes la expresión tradicional de Madre de Dios, Dei genitrix, soroxog del Concilio de Éfeso y del Concilio de Calcedonia. Según las explicaciones de los Santos Padres, se expresan dos verdades es fundamentales por esta palabra de Madre dv Dios: la primera es (pie María ha dado a luz verdaderamente unte, que la Santísima Virgen sea verdaderamente Madre de Jesucristo”.

El presbítero e historiador, María, N. Sj. (1930). Nos describe tal hecho, como, el acontecimientos más transcendental de mayor impacto en este continente (encuentro de Dos Mundos) que se originó a última etapa del siglo XV intervino de un carácter muy especial, como lo es  la majestuosidad de la  Virgen Santísima; y como no habría Ella  de disponer del reinado espiritual de su Hijo; se efectuó al amparo protector de María, y la conquista que se llevó a cabo con la ayuda material del auxilio; aquella tierra que un día al decir del venerable padre: Antonio María  Claret y Clará, habrá de dar más elegidos al cielo que la misma Europa.

TRES RASGOS PARTICULARES DE LA VIRGEN DEL PILAR

  1. Se trata de una venida extraordinaria de la Virgen durante su vida mortal. A diferencia de las otras apariciones la Virgen viene cuando todavía vive en Palestina: «Con ninguna nación hizo cosa semejante», cantará con razón la liturgia del 2 de enero, fiesta de la Venida de la Virgen.
  2. La Columna o Pilar que la misma Señora trajo para que, sobre él se construyera la primera capilla que, de hecho, sería el primer Templo Mariano de toda la Cristiandad.
  3. La vinculación de la tradición pilarista con la tradición jacobea (del Santuario de Santiago de Compostela). Por ello, Zaragoza y Compostela, el Pilar y Santiago, han constituido dos ejes fundamentales, en torno a los cuales ha girado durante siglos la espiritualidad de la patria española.

Los anales de la historia del marianismo y el catolicismo en Iberoamérica están arraigados en el fenómeno del culto católico a la Virgen María, debido a que la impoluto María, en su advocación de la fe hispánica, María en todos los cultos, ha sido el modelo de conducta que tradicionalmente se ha impuesto a los jóvenes, sobre todo a las mujeres; aunque.

  1. (2012). Al afirmar que, este hecho se remonta a la génesis del marianismo en Hispanoamérica, en la época colonial, con el objetivo de buscar en el pasado elementos que permitan comprender mejor este fenómeno, no con la intención de realizar un seguimiento cronológico o exhaustivo de su historia, sino de reflexionar y proponer una lectura distinta,  orientada a explicar por qué la intención cristiana de que los atributos de la figura de María  virginidad, fertilidad, maternidad, abnegación, capacidad curativa, entre otras.
  2. (1989). La importancia de la devoción mariana siempre ha sido clara en la vida de la Iglesia: “No olviden nuestros sacerdotes y fieles que, en el Santo Sacrificio de la Misa, en la Comunión frecuente y diaria, como en la devoción a María Santísima, Madre y Reina del continente americano, encontrarán el secreto de la fecundidad para la labor apostólica”. 

El argumento de las advocaciones a la devoción de la Virgen María concentra de manera interesante todo el estudio de la mariología con la práctica pastoral, porque es una realidad dentro de la historia de la salvación que no se puede ocultar y testimonia la fe cristiana de los pueblos del mundo. Respecto a la realidad latinoamericana y venezolana es evidente la presencia de diversas devociones marianas a lo ancho de la geografía y relacionadas a diferentes advocaciones de la Virgen María.

La invocación y al mismo tiempo al hecho de dirigirse hacia un objeto específico que en la práctica histórica, Alson, J. Sj. (2008), hace su planteamiento, por cuanto, varía de forma, pero en el fondo es la misma esencia. Esto ocurre con la imagen de la Virgen María, quien es diferente en cada región pero que es la misma Virgen María, la Madre de Jesucristo y de la Iglesia, y cuando el fiel se dirige con amor a esa imagen específica, se está dirigiendo en realidad a la Virgen María que vive en el reino de Dios.

Con este título se peregrina en la formación de la identidad de los poblados que fueron surgiendo u organizándose desde la perspectiva de las concepciones religiosas-socioculturales, toca analizar esta condición presente en los pueblos de lengua ibérica, como fenómeno devoto, dentro de la cultura popular, pretendiendo establecer la relación entre la esperanza a María y la sabiduría popular de éste hemisferio en tiempo y espacio.

Escalante, M. (2018). Dada los diversos títulos marianos en el continente hispanoamericano. Iberoamérica, que debe ser tenido en cuenta a la hora de hablar de la vivencia que el pueblo de nuestro continente tiene sobre María. Nos indica cómo una mentalidad androcéntrica se filtra hasta las bases propias de la relación de la población con el Altísimo y la Virgen.

LA OCUPACIÓN INHERENTE DE MARÍA

En los siglos precedentes con la difusión del culto a la Virgen María, especialmente en la Europa continental, además de Guadalupe (Virgen de la Hispanidad), las distintas advocaciones de la Virgen extendieron su dominio por toda Nueva España.

Argumenta, De Florencia, F. (2008), donde desde su posición, lo describe de este modo, en el símbolo Mariano, un compendio elaborado por este jesuita a fines del siglo XVII, y publicado en el siguiente siglo, es posible advertir cómo todas las regiones de la Nueva España vieron aparecer tantas vírgenes «como estrellas en el cielo», (p. 78).

Con precisión, como lo señala, De Lizana, B. fray (1633), al describirnos que, Nuestra Señora de Izamal y La Laguna, en Yucatán; la Virgen Conquistadora, en Puebla; la de Ocotlán, en Tlaxcala; la de la Soledad, en Oaxaca; las de Zapopan y San Juan de los Lagos, en Jalisco; la de la Salud de Pátzcuaro, en Michoacán; Nuestra Señora del Zape, en Durango; la de la Bufa, en Zacatecas; la Madre Santísima de la Luz, en León. Al igual que en España, fueron muchas apariciones para que cada región tuviera su propia fuerza protectora, pero, en esencia, una sola y unificadora virgen católica.

La  evolución del culto mariano por todo el reino novohispano se acrecentó y convirtió en algo cotidiano debido a un conjunto de acciones: el rezo diario del rosario, el canto sabatino del «Salve Regina», la difusión de las virtudes de María por medio de los sermones, la identificación de la novia con la Virgen en el sacramento del matrimonio, la realización de la Semana Santa con la memoria del encuentro del hijo con su dolorosa madre, el ofrecimiento de las flores espirituales en el mes de mayo, las posadas prenavideñas con el recuerdo de María y José, las procesiones, las fiestas de cada advocación, así como la construcción de parroquias y capillas en honor a la Virgen y la presencia de miles de sus imágenes en lugares públicos y privados.

La bula de Alejandro VI decretaba: “le damos, concedemos y asignamos a vos rey de Portugal y reyes de Castilla y de León, a vuestros herederos y sus sucesores; y damos, constituimos y deputamos a vos, a dichos vuestros herederos y sucesores de ellas, con libre, llano, y absoluto poder, autoridad y jurisdicción” Y así los extranjeros cristianos despojaron a sus legítimos propietarios esas tierras ignotas a las que llamaron equivocadamente como las “indias”.

Según las Leyes de Indiaslos reinos del imperio español estaban bajo el patrocinio de la virgen María y todos los años debían celebrarse fiestas en su honor con la asistencia de los virreyes, las audiencias, los tribunales y los ministros. Siguiendo los acuerdos tridentinos, el Tercer Concilio Provincial Mexicano (1585) prescribió diversas prácticas en honor a la Madre de Dios, señaló sus fiestas y estableció medidas para difundir su culto. En estas fiestas, los templos se adornaron con joyas; los altares y retablos se ornamentaron profusamente y las procesiones se acompañaron con cantos vivos y comparsas de músicos y danzantes. Toda esta exuberancia intentó encauzar a los fieles al entusiasmo mariano.

La difusión de los atributos de María como dadora de vida, pureza, riqueza, fertilidad y salvación de almas había constituido en España una de las estrategias más sobresalientes para combatir al paganismo y detener las incredulidades. En Mesoamérica, funcionó para prohibir los sacrificios cruentos, sustituir los cultos prehispánicos, desmantelar las estructuras indígenas de parentesco y transformar las conductas instintivos y de reproducción de la población indígena. Cada vez que en Europa se había querido impulsar el culto mariano, se habían formado corporaciones de laicos supervisadas por la Iglesia para organizarlo. Estas corporaciones tenían la capacidad de producir ingresos económicos y difundir un nuevo sentido de la solidaridad comunitaria. Por ello, al fundar los primeros conventos y hospitales, los conquistadores y los evangelistas establecieron en ellos las primeras cofradías cuya función central fue la promoción y conservación del culto a la Virgen. De esta manera, el espíritu de protección y amor representado por la Virgen, así como las funciones de unificación y estabilidad, se prolongaron a las cofradías y las instituciones de beneficencia pública, las cuales funcionaron como piezas clave para mostrar las virtudes cristianas al resto de la sociedad.

Velásquez, M. (2009). La devoción mariana fue un factor decisivo en la integración de la estirpe novohispana. A ello contribuyeron las leyes y las costumbres hispanas reclamadas por la monarquía a los funcionarios virreinales e implantadas por el clero. Entonces, no sólo se atacó la poligamia que en el caso de los grandes señores mexicas había sido el fundamento del sistema de parentesco, a través del cual establecían su dominio político, sino otros «virulentos modelos» como la bigamia practicada por los inmigrantes europeos casados que llegaban a Nueva España sin sus legítimas esposas.

Pastor, M. (2010. Con el catolicismo la presencia de valores marianos se extremó: la mujer siguió siendo ese subproducto de la especie humana que cumple un papel subalterno frente al varón, pero ocupa un lugar central en la cohesión y salvación de la comunidad. Con la intención de conectar algo del pasado y el presente de México y de referir brevemente algunos resultados de lo expuesto en este texto, se puede subrayar cómo el conflicto entre los sexos, propio de la ambivalencia mariana, se ha alargado en el tiempo y, se podría sostener, pertenece a una estructura de «larga duración».

En los prolegómenos de la Independencia, la virgen de Guadalupe fue el símbolo de la integración de la familia, la unidad y la solidaridad de los mexicanos, de la patria elegida por Dios; en suma, el centro de la cultura nacional. Alemán y Escalada, I. (1849. Hidalgo tomara su imagen como la bandera de los mexicanos. Más adelante, las reformas emprendidas por los liberales mexicanos en 1833, iniciaron un lento proceso de secularización en México, el cual tuvo su punto de mayor ebullición en las reformas del gobierno de Juárez.

CONVINCIÓN MARIANA EN IBEROAMERÍCA

La tradición católica de Iberoamérica se aprecia en la profunda devoción de este pueblo a la Virgen María y por la abundancia de santuarios de Madre de Nuestro Señor que hay en el continente. Vargas Ugarte, R. (1945). La historia por países de las principales imágenes de María. Por ello mostramos las distintas advocaciones con las que en cada uno de estos países se ha adoptado el patronazgo de Nuestra Señora: la Guadalupe en México, Caridad del Cobre en Cuba, Chiquinquirá en Colombia, Coromoto en Venezuela, Aparecida Brasil, Copacabana Bolivia, Caacupé Paraguay, Maipú Chile, Luján Argentina, entre otras. El segundo libro presenta los cultos e imágenes marianas de México y Centroamérica; el tercero el de Las Antillas, Colombia y Venezuela. El cuarto, los de Ecuador y Perú; y el quinto, los demás países de Sudamérica.

ENUMERAMOS LAS VÍRGENES MÁS REVERENCIADAS POR PAÍSES:

Nota:Devociones marinas por países y ciudades respectivamente. Cuadro elaborado por:  Henry Vargas Ávila

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Henry Vargas Avila
Venezolano, nacido en Carora, Estado Lara. Doctor en Cultura Latinoamericana y Caribeña, por la Universidad Pedagógica Experimental Libertador/ Instituto Pedagógico Barquisimeto, 2020. Docente del Doctorado en Cultura Latinoamericana y Caribeña, Universidad Pedagógica Experimental Libertador, Barquisimeto. Desde el año 1992 desempeña el cargo de Responsable del Archivo Municipal de Carora/ Director Adjunto de la Biblioteca Pública Municipal “Ismael Silva Montañés” de la Alcaldía del Municipio Torres, Carora- Venezuela.