Hablar de Chocolate es hablar de algo muy especial, máxime si eres de Venezuela, país conocido por producir algunos de los mejores cacaos del mundo, y su chocolate es apreciado tanto a nivel nacional como internacional.
La tradición chocolatera en Venezuela se remonta a tiempos precolombinos, cuando los pueblos indígenas ya cultivaban y consumían cacao.
En ese entorno, en el año 2006, Anabella Arcay comenzó a elaborar chocolate en un pequeño rincón de la cocina de su casa en Venezuela.
Dada su calidad, rápidamente hizo crecer el negocio y ganó notoriedad internacional después de recibir 42 Medallas en los Premios Internacionales del Chocolate.
En 2017, la empresa se trasladó a los Estados Unidos y estableció un estudio de chocolate en La Cosecha, un centro gastronómico latinoamericano en el corazón del Union Market District de Washington DC.
Mas recientemente, para maravilla de los vecinos, abrieron otro local en la calle O de Georgetown, donde disfrutan haciendo maravillas con el chocolate, mientras atienden a la gente que a diario recorren las calles de esa concurrida zona.
La empresa cuenta con distintos espacios en los cuales se pueden reunir amigos a compartir, mientras degustan sus productos.
Chocolates “Arcay” cuenta con una amplia selección de bombones exóticos rellenos de distintos sabores de chocolates, totalmente elaborados a mano, con ingredientes naturales. Tienen una amplia línea de dulces de chocolate que incluye cajas de trufas, barras de chocolate, frutas secas cubiertas de chocolate y productos horneados. También ofrecen deliciosos postres para distribuir en el área metropolitana de Washington. Su objetivo es que los clientes «experimenten el arte del chocolate»
Nosotros hemos tenido la dicha de conocerlos, de disfrutar de sus maravillosos productos, y de admirar su negocio familiar donde, “mientras Anabella hace chocolates, su esposo Dario Berti está detrás de escena dirigiendo las operaciones, entregando pedidos y saludando a los clientes. Su hija Bella es la jefa de marketing y redes sociales. Mientras tanto, su hijo Tomás ayuda a montar cajas de chocolates y organiza talleres.”
Esperamos encontrarnos en ese maravilloso lugar donde, además de compartir y disfrutar de una exquisita atención, los dueños te dirán, como lo hicieron con nosotros: “TE VAMOS A ENSEÑAR A COMER CHOCOLATE”
Ellos son un ejemplo más de los maravillosos logros de muchos venezolanos en el mundo.
En su página web sacamos mucha de esta información: https://arcaychocolates.com/